Capitulo XLII

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Problemas? -preguntó el barman-

Qué te importa? -le dio un trago a su bebida-

Siento que me contrataron para consolar a los que vienen y no para atenderlos. -agarro la servilleta que tenía en el hombro para limpiar la barra- si gusta puede contarme.

-de una se tomo toda la cerveza que contenía aquel vaso- no, no quiero confiarte mis problemas. -dejo caer el vaso fuertemente sobre la barra- mete tus narices en tus problemas y no en los demás.

Sólo digo. Me reconozco por dar buenos consejos. -puso la servileta sobre su hombro nuevamente- su cara se me hace conocida. Salió en las noticias. Pero no recuerdo muy bien la noticia.

-sacó su billetera y dejo un billete sobre la barra- gracias, pero no necesito tus consejos.

El pelinegro se levantó de su asiento y comenzó a dar pasos pero la voz de barman lo interrumpió.

Solo digo que su amigo el castaño tiene razón. Destruyó a una familia, puede que usted tenga sus razones pero eso fue un gesto egoísta de su parte.

-el pelinegro irritado se acercó a la barra y agarro por el cuello al sujeto- que parte de no quiero un consejo no te quedo claro? -su mirada demostraba ira-

Suélteme. Solo digo la verdad. -el hombre lo quito de un empujón haciendo que el pelinegro lo mirara de mala gana-

El pelinegro observo como las pocas personas que se encontraban en aquella cantina no dejaban de verlo y uno que otro se le acercaba peligrosamente, volteó a ver por última vez al barman el cual sacudía su traje y salió del lugar.
Se puso la capucha de su abrigo y de este sacó la cajita de cigarros, sacó uno y lo prendió. Inhalo en el humo del cigarro haciendo que este tosiera un poco.
Siguió con su camino hasta llegar a su pequeño camión donde pasaba las noches antes de que lo detuvieran.

Señor, Min-Yoongi -habló una pequeña anciana a espaldas del joven- 

Señora, Suni -se volteó para quedar frente a la señora- pasa algo?

Solo estaba preocupada por ti, hace meses que no te aparecías por aquí. Pensé que te había pasado algo malo. Era solo eso -comenzó a jugar con sus manos-  pensé que habías vuelto a caer en el vicio de las drogas.

-el pelinegro la miro con el ceño fruncido- no, estuve en rehabilitación por un par de meses. -sonrío- -el pelinegro sabía que era mentira pero no podía dejar que la anciana perdiera fe en el-

Oh, me alegra mucho escuchar eso, pequeño. -la anciana acomodó mejor la pequeña frazada que traía sobre los hombros- bien, te dejo pequeño. Fue un gusto volver a verte. -despeino la caballera del pelinegro- espero un día te puedas pasar por la casa para preparar aquellas empanadas de piña que tanto te gustan. -sonrío-

Claro que si, señora Suni -el pelinegro se despidió abrazando a la anciana- descanse.

Aquella anciana para el pelinegro era como su segunda madre, ella acogió al pelinegro después de ver como vagaba por las calles de Seul, era invierno y ella no se iba a quedar de brazos cruzados. Llamo la atención del pequeño y lo acogió en su casa. Pero eso duro meses ya que paso lo de su madre. La anciana al enterarse de aquella noticias desgarradora no dudo en ir a visitarlo a la carcel donde le llevaba aquellas empanadas que le gustaban tanto.
Para Yoongi, era como una madre. La madre que el anhelo tener durante toda su vida. Ella era distinta a su verdadera madre.

Joder, ya extrañaba esto. -el pelinegro se dejo caer sobre la pequeña cama. Cerro sus ojos.- sin Kim Taehyung.

-por parte de Jimin y Jungkook-

Ambos terminaron de cenar y comenzaron a sacar las cosas que compraron entre ellas había regalos para sus amigos ya que navidad se acercaba y ellos no se querían quedar de brazos cruzados. Pensaron en invitar a Taehyung y a Jin a la cena que tenían preparada para ese día.

Quieres un chocolate caliente? -el menor esbozo una pequeña sonrisa hacia el mayor-

Claro, por que no? -le regreso el gesto-

El menor se paro del suelo y fue en busca de las dos tazas de chocolate, mientras el mayor seguía decorando el pequeño arbolito.

Ten -le extendió una taza blanca- cuidado, esta caliente.

Gracias, Jeon. -tomo la taza con ambas manos-

Ven aquí -golpeó el sillón en el que se encontraba-

-el menor se acurruco al lado del menor-

Jimin, qué quieres de regalo para navidad? -el mayor lo miro sorprendido- lo que sea. -sonrío-

Soy una persona sencilla -recuesta su cabeza en el pecho del menor-  cualquier cosa que hagas por mi, me va a encantar. -el menor depósito un beso en la cabellera del mayor-

Enserio no hay algo que quieras en especial? -el menor acarició la cabellera del mayor-

Bueno, si hay algo... -el mayor se removió y levantó la mirada para ver mejor al menor- quiero que te quedes conmigo, siempre. Eso es lo único que yo quiero y te pido.

Min -el menor lo agarro por las mejillas- te amo tanto. -depósito un beso suave en los labios del mayor-  siempre voy a estar contigo, siempre.

-el mayor soltó una sonrisa traviesa- y qué es lo que tu quieres de navidad?

Te lo dire en navidad. -guiño el ojo- por mientras hay que... -se acercó más al mayor-

Creo...creo que yo... -tragó saliva- creo que yo tengo que irme a dormir. -se despegó del menor y se levantó del sillón- hasta mañana. Descansa. -comenzó a retroceder- sueña lindo.

El mayor se fue tropezando con algunas cosas pero logro llegar a su cuarto donde se encerró. Fue corriendo al espejo que tenía y vio como sus mejillas estaban de un color carmesí y sus pupilas estaban un poco dilatadas.
Por parte del mayor comenzó a sonreír como idiota al ver como las mejillas del mayor se tornaban un tanto rojas. Le encanta saber que el es el culpable de ocasionar eso en el. Soltó una pequeña risa al momento en el que el mayor se encerró en su habitación.
Lavo las tazas y apagó las luces, se paro afuera de la habitación del mayor y acerco su mano a esta queriendo tocarla pero al ver que la luz que se alcanzaba a ver por debajo de la puerta se apagaba hizo su mano puño y se alejo.

𝐋𝐨 𝐬𝐢𝐞𝐧𝐭𝐨 ...𝐏.𝐃: 𝐓𝐞 𝐪𝐮𝐢𝐞𝐫𝐨  (𝐣𝐢𝐤𝐨𝐨𝐤-𝐤𝐨𝐨𝐤𝐦𝐢𝐧)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora