Epílogo

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Un año después de esa noche, el frío del invierno apagó el alma de Valentina, lo que quedaba de la enana blanca se enfrió y cerró los ojos para ascender a las estrellas, para convertirte en la reina del universo que siempre fue.

Cada noche, sin falta, desde que el crepúsculo tiñe el cielo en maravillas, Juliana se asoma al jardín y mira las estrellas, la saluda y habla de su día, lo que ha hecho, lo que extraña de ella, las maravillas que le gustaría que viera con ella desde la Tierra.

Luego entra, y da un recorrido por la casa, leyendo cada post-it que ella misma se encarga de cambiar cada cierto tiempo para mantenerlos nuevos. Sus dedos acariciaron algunos objetos, sus lágrimas dejan marcas de sombra en el piso y su alma se divide en cada paso que va dando hasta que llega a la cama.

Se acuesta en el rincón que era de Valentina, donde está la foto que años atrás Juliana trajo para ella y la mira.

La fotografia ahora tiene el post-it "amor de mi vida" bajo la cara de Valentina.

—Buenas noches, mi amor.

Y cuando está oscuro, ella cierra los ojos, esperando soñar con ella. Esperando que la deje acompañarla en la conquista de cada estrella del universo, cómo le prometió hace tantos años atrás.

La mayoría de las noches, ambas se reúnen, caminando por el cielo tomadas de la mano, acariciando las estrellas con sus dedos y dejando besos brillantes colgando entre sus labios.

Cada noche, cuando se reúnen, Valentina recuerda a Juliana y la vida que han tenido juntas.








Fin.

    -ˏˋ Otoño se desmorona ˊˎ- LesbianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora