Avancé, con una fuerza movida solo por mi valor. En mi mente todo lo que mi abuelo Bjorn me dijo, me inspiró a dar cada paso. Allí estaba... Apunto de tomar una de las decisiones más importantes de mi vida, la cual tendría repercusiones en mi futuro, o tal vez no... Solo, me hundo en pensamientos ligados a la desesperanza, si tan solo todos dejaran de mirarme como si fuera a morir, estaría más tranquilo. Mi respiración se hace más activa, noto como pequeñas gotas de sudor bajan por mi frente, hasta llegar a mis labios secos. Estoy a pocos pasos... El primer llamado del cuerno, convocando una reunión a todos los pobladores.
- ¡Ah! ¡Magnus! Ponte a mi lado. - Decía el jarl, mientras ponía su mano en mi cabeza. - ¡Bien, pobladores de Rygu! ¡Es un honor presentarles al hijo de Gunnar! Hoy será su ceremonia de iniciación. ¡Magnus! ¿Aceptas serle fiel a tu jarl y a tu pueblo?
- ¡Acepto!
- ¿Aceptas morir en batalla por este, tu asentamiento?
- ¡Acepto!
- ¿Aceptas esta sangre, como si fuese la sangre de los dioses?
- ¡Acepto! - Mientras mojaba mis dedos en la espesa sangre de cordero y los pasaba en mis mejillas.
- ¡Traigan el sacrificio!
Entre un par de pieles se notaba una figura pequeña. Se escuchaban sus quejas mientras los hombres del jarl, la colocaban frente a mi. Era la hija de Axe, desnuda y humillada...
- Espere... Se supone que un sacrificio debe ser voluntario, no creo que esta niña se haya ofrecido.
- Mi orden es... ¡Mátala!
- Pero....
- ¡Mátala!
Miraba a la pobre niña, mientras que de sus ojos claros como la misma nieve, caían lágrimas. No puedo aceptar tal orden, va en contra de nuestros dioses.
- ¡No!
- ¿Vas a desafiarme niño?
- ¡Que así sea!
- ¡A él!
Inmediatamente saqué mi hacha y dije mirando al cielo "Si muero aquí, recójanme en sus brazos, Valkirias" Me puse en marcha... Adelante, un hombre robusto me esperaba. Golpe tras golpe, esquivé con mi agilidad y velocidad, lancé mi arma a su cuello... Increíblemente, degollé a aquel hombre. Estaba rodeado por tres hombres más, saqué mi escudo embistiendo al que se encontraba a mi derecha. Seguidamente con mi hacha logré darle al del medio en la parte abdominal. Pero ahora, mi hacha se encontraba atorada en el sujeto y me atacaban... En un instante rápido, como el trueno de Thor, mi padre, de un movimiento le quebró el cuello al guerrero que me iba a atacar.
- ¡Toma a la niña y corre! - Decía agitado mi padre. - ¡Yo te cubriré!
Tomé a la joven en mis hombros y corrí lo más rápido que pude.
- ¿Creen que escaparan de mí? - Gritaba el jarl.
Papá, tomó a Oslo y nos largamos hacia el bosque, donde había una cabaña escondida en medio de un par de rocas. Nos establecimos ahí por unos momentos. Padre le dio a la niña unas pieles que tenía para que pudiera tapar su desnudez.
- ¿Qué haremos ahora? Si volvemos a Rygu, seguro nos matan, y si volvemos a casa, estaremos en las mismas circunstancias.
- ¡Cálmate, Magnus! Ahora, eres un hombre, actúa como tal...
- Nunca estuve listo. ¿Por qué debería actuar como uno?
- Si no lo fueses, ya hubieras huido. - Interrumpió la niña.
-¿Cuál es tu nombre, pequeña?
- Me llamo, Siv. Es un placer.
- Bienvenida a la familia, Siv.
- ¿Se va a quedar con nosotros? - Respondí sin emoción.
- No tiene opción, Magnus. ¡Ve por comida!
Todo es confuso en mi mente. Ahora, tengo una hermana. Somos fugitivos y si no hacemos algo, moriremos. Delante de mí, había un árbol enorme, arriba de él, hay un nido, tomaré esos huevos de ave. Por suerte, hay un par de frutos cerca, creo que es suficiente para pasar la noche. De vuelta a la cabaña, había un caballo desconocido, corrí lo más rápido que pude.
- ¿Siv...? ¿Papá? ¿Están bien?
- ¡Valiente, Magnus! - Me sorprendía de golpe, Daven.
- ¡Daven, que gusto verte! - Mientras me recibía con un caluroso abrazo.
- No puedo creer que lo hicieran, son los primeros en desafiar a Axe.
- Y pronto, todo esto acabará. - Decía mi padre, convencido.
- ¿Tienes alguna idea?
- Daven, pensé que no te involucrarías... - Le dije, asimilando su actitud, como dueño de la posada.
- No tengo opción. Si vuelvo me mataran, los rumores corren veloces y muchos hombres estaban en mi posada cuando cantábamos las blasfemias contra el jarl. Pero lo único que podré hacer, es ser su mensajero.
- Con eso basta. Haremos lo siguiente: Lo desafiaré a un combate, uno a uno, por el poder del asentamiento de Rygu. Tendrá que aceptarlo, o si no, sabe que si muere, no entrará al Valhalla. Seguidamente, Magnus, me prestaras el hacha de papá, esa hacha es especial, pudiste degollar de un golpe a un sujeto de los más fuertes que hay en Rygu. Así, restableceremos la paz en nuestro asentamiento.
- Estoy con ustedes. Iré de inmediato a darle tu mensaje al jarl Axe. Gunnar, ten cuidado, recuerda que el hacha que le hiciste, está en su poder.
- Ve con Óðr y Freya.
Allí permanecimos unos cuantos días, comiendo frutos, un par de carnes de algunos animales que nos encontrábamos y huevos de aves. Se me venían algunas curiosidades a la mente sobre Siv.
- ¡Hey Siv!
- ¿Qué pasa Magnus?
- ¿Por qué tu padre quería tu muerte?
- No fui su favorita nunca. Siempre fui débil y asustadiza. Al contrario de mí, mi hermano es un joven bastante fuerte, era el favorito de papá y como mi madre murió hace años... Quedé en la boca del lobo. Me menospreciaban y si no hacía lo que ellos me pedían. me pegaban y muchas veces dormí en el establo con los cerdos.
- Debió ser difícil. No te preocupes. De ahora en adelante, no dejaré que nada te pase. Seré el mejor hermano y estarás orgullosa.
- Se que así ha de ser, hermanito. - Dándome un vergonzoso abrazo.
Se escuchaban unos trotes pausados que se acercaban a la cabaña.
- ¡Niños, escóndanse!
- ¡No hay necesidad, soy yo!
- Espero que hayan buenas noticias, Daven.
- El jarl aceptó, puso un par de trabas, pero al final accedió. ¿Tienen algo de comer? Debo llenar fuerzas para devolverme, y decirle al jarl que estás en camino.
- Tenemos carne de lobo y un poco de agua.
- ¡Perfecto!
Justo cuando Daven terminó de comer, se despidió de nosotros y partió. Estoy preparado para lo que viene, me siento fuerte y capaz de superar todo. Mi padre se veía pensativo, pero sé que él es un hombre fuerte, es un descendiente directo de los Ragnarsson.
- Debemos irnos ahora mismo, para llegar al medio día.
- ¿Estás listo, papá?
- Claro que lo estoy, nunca me había sentido tan ansioso de combatir. - Decía el gran Gunnar Ragnarsson con una mirada feroz y valiente.
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Camino Al Valhalla
AventuraMagnus, es un niño nórdico que tiene dones especiales otorgados por Odín, en su camino comprende la voluntad de sus dioses y se convierte en un guerrero digno del Valhalla.