Nos encontrábamos en tierra. Los mercaderes, daban los "¡Buenos días!" a los viajeros francos y sajones. Llevaban pieles exóticas y los nórdicos las intercambiaban por barriles de hidromiel añejada. Los niños transportando agua fresca del fiordo en baldes de metal, para las labores domésticas. Y los locales chismorreando sobre sus problemas y disgustos.
- ¡Bien niños! Magnus, irá conmigo a ver al Rey Edmon. Debo presentar a mi hijo ante su compañía.
- Nosotros iremos a hacer intercambios. - Decía el capitán de navío.
- Confío, en que idearán una forma de conseguir la información. ¡Que Óðr, esté con ustedes! - Le trasmitía en murmullos.
Yo me alejaba al palacio del rey junto a Gunnar. Se podían observar a otros nórdicos y rus entre los que entraban al palacio. Era una construcción interesante, nunca había visto tal estructura forrada de oro y detalles de lana de diferentes colores. Su altitud era muy amplia, y se notaba a leguas que su espacio era envidiable.
Gunnar, se reencontró con varios conocidos de años pasados: Gul, un gran viajero el cual daría su vida por el Rey Edmon. Ører, con unas orejas enormes, pero su vista de vigía era la mejor. Isbrenner, un antiguo berzerker que trabajaba para Harald.
Estaba nervioso, por el motivo de la presentación y por la visita a la biblioteca. Mis manos temblaban. El poco vello de mis brazos buscaban al sol. Mis pies se juntaban y mi cabeza hacía una leve reverencia al ver a los desconocidos viendo al jarl de Rygu, junto a su hijo. En cambio papá estaba plácido, con su vigor inundando sus pasos a través de los puestos mercaderes.
- No agaches la cabeza, Magnus. El Reino merece respeto, y sus habitantes también.
- Estoy... Nervioso...
- Te diré lo que me dijo mi padre el día que iba a recoger mi collar y ser presentado como un hombre ante la muchedumbre de Rygu. "El fuego de tu interior te puede quemar si sigues ocultándolo. Se digno de nuestro linaje."
Aún me encontraba nervioso, pero apreciaba que mi padre me dijera tal frase inspiradora. Aunque, se de lo que estoy hecho, la sangre Ragnarsson, corre por mis venas. Todos dicen que me parezco a Bjorn, pero más bien, contradigo esa idea absurda. Halfdam, era igual a mi. Sereno y tranquilo, con los nervios de pollo, pero actuaba perfectamente bajo presión. Él es mi tío abuelo. Es el rey de Finnmark, el reino más grande de noruega. Aunque, ya los años le pesan... Tiene una habilidad extraordinaria para combatir. Llamado "Camisa Blanca" por la razón de que ninguna gota de sangre lo ha tocado en ningún combate. También, sus hazañas han sido grandes, al conquistar Inglaterra junto a su hermano Ivar.
Estando dentro del palacio, se pueden observar algunos dibujos en las paredes... Todo lo que visualizaba era nuevo para mí. Grandes escalones que daban a la planta más alta del sitio. También, los hombres del rey tenían una vestimenta peculiar: sus pecheras de lana y cuero, aún más rojas que la mismísima sangre. Espadas envainadas en vez de portar una sencilla hacha guerrera.
Llegamos a un salón bastante grande. Contenía una mesa enorme en el centro y habían demasiadas personas al rededor de ella.
- ¡Hey Gunnar! ¡Eres el último en llegar! Pasa, toma una cerveza y ven a discutir con nosotros. - Dándole una calurosa bienvenida a mi padre, y abrazándolo como su hermano, el rey Edmon.
- ¡Ahhhh! ¡Muchacho! ¡Siglos sin verte! Es bueno ver a un Ragnarsson en la misma mesa. -Le decía su tío a Gunnar. - ¿Quién es este muchacho que te acompaña?
- Su nombre es Magnus, mi hijo. - Le respondía Gunnar a Halfdam. - ¡Y esto es para todos! ¡Este muchacho, mi hijo... Será una leyenda entre todo el Valhalla!
- ¡Que sea así! ¡Skol! - Decía respaldando el Rey Edmon.
- ¡Skol! - Respondían los reyes y jarl de Noruega.
- ¡Ahora! A lo que hemos venido. Todos sabemos que los rus son una amenaza inminente de Noruega. Y también, es irónico que les hable de lealtad, sabiendo que soy mitad nórdico y mitad rus, pero... Mi padre no está, y mi madre ama esta tierra, no dejaré que vuelvan a tomar lo que quieran como si no fuésemos nada. ¿Alguien esta conmigo? También, quisiera tratar el tema del jarl Aleksi, no vino a esta reunión, y es muy extraño. Sabiendo la magnitud de este tipo de reuniones. La última reunión de tal magnitud fue la elección de un rey total de todo Noruega. Entonces... No deberíamos confiar en él, es más, debe estar atacando uno de nuestros reinos o asentamientos en este mismo instante...
- Apoyo lo que dice el Rey Edmon. Todos somos mitad rus, exceptuando a Halfdam y Gunnar, pero Axe y Aleksi, eran originarios de Kiev. Debemos replegar las defensas, podríamos sufrir un ataque interior. - Comentaba el jarl Egil, originario de Riipi.
- Exacto, deberíamos hacer lo que hicieron nuestros antepasados... Elegir un rey total de Noruega... - Respondía el Rey Edmon.
Luego de esa sugerencia, la sala se mezcló entre silencio y murmullos de los líderes vikingos.
- ¿Acaso quieres poder... Edmon? - Aportaba con valentía, mi padre.
- ¿...Y quien no, Gunnar?
- Sería cometer el mismo error de mi padre y sus compinches. ¡Mira todo lo que desencadenó! Muertes, golpes y traiciones... En ese momento los nórdicos debieron estar tranquilos, juntos, compartiendo y bebiendo, pero no fue así. Con tanto ataque contra los nuestros, los rus entraron fácilmente. Gracias a Harald y mis tíos, Noruega es lo que hoy conocemos... Pero en lugar de discutir quién será el rey total, debemos volver a ser los mismos vikingos viajeros. Solo nos interesan nuestros territorios, pero ¿Cómo estarán nuestros hermanos de Islandia?
¿Franquía? ¿Inglaterra? ¿La tierra dorada llegó a existir? ¡No lo sabemos! ¡Porque ninguno ha viajado lejos de aquí! Hay más tierras por conquistar, territorios por defender y riquezas por traer. ¿Quién está conmigo?Se notaba que era hijo de Bjorn y nieto de Ragnar. Llenó la sala con halagos y gritos de emoción.
- Aunque... Deberíamos elegir un líder guerrero entre nosotros, para comandar las fuerzas contra los rus. -Daba un pequeño paso atrás el jarl Gunnar.
- ¿Están todos de acuerdo? - Apoyaba su idea, el rey Edmon.
- ¡Debe ser Halfdam! Es el último hijo vivo de Ragnar. - Comentaban los líderes.
- ¡No! Ya estoy viejo. Recomiendo a mi sobrino, Gunnar Ragnarsson. - Decía Halfdam. - De todas formas es de la misma sangre.
- ¿Están todos de acuerdo?
- ¡Si! - Todos los de la sala en coro.
- ¡Skol, por Gunnar y su hijo Magnus! - El Rey Edmon, gritaba con euforia.
- ¡Prosperidad por Gunnar y Magnus! - Decía la jarl Greta.
- ¡Vida a Gunnar y Magnus! - Gritaba el Rey Viggo.
Todos en la sala estaban de buen humor, riendo y compartiendo. Lo que me preocupaba en ese momento, es como les habrá ido a mis amigos. Tranquilamente, se acercaba a mí el tío Halfdam, y me dijo: "Cuida a tu padre, se parece a Ragnar..." Me dio un par de palmadas en la espalda y se marchó de la sala.
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Camino Al Valhalla
MaceraMagnus, es un niño nórdico que tiene dones especiales otorgados por Odín, en su camino comprende la voluntad de sus dioses y se convierte en un guerrero digno del Valhalla.