My Prince [Woochan]

||TREINTA Y TRES||

Changbin movió levemente a su hermano tratando de despertarlo; Chan aun seguía desmayado y no habían podido despertarlo aun.

-- ¿Crees que sea algo malo? -- cuestiona el castaño al pelirrosa.

Jeongin suspiro pesadamente –- No lo se, ni siquiera sabemos la razón por la que se desmayo –- el mayor frunce el ceño.

Un quejido hace que ambos primos pongan su atención en el peliazul. Chan abría sus ojos lentamente tratando de acostumbrarse a la luz del sol que se apreciaba aquella mañana.

-- ¡Chan! –- exclama el alfa feliz de ver a su hermano despierto

-- ¿Q-Qué paso? -– cuestiona Chan confundido

Inmediatamente el peliazul recuerda todo lo que había pasado hace unas horas atrás. Sus ojos se abrieron aun mas al recordar las fuertes emociones que sintió en la madrugada.

-- ¡Wo-Woojin! – exclama –- ¡L-La marca! ¿¡S-Sigue allí!? -– Chan extiende el cuello de la camisa

Changbin se acerca y nota que efectivamente la rosada marca sigue allí. El castaño solo asiente y nota como su hermano suspira aliviado.

-- ¿Es por eso que te desmayaste? -- cuestiona Jeongin –- ¿Sentiste algo de Woojin?

-- Y-Yo sentí sus emociones... el estaba preocupado y triste -- confiesa el peliazul

-- Bueno, al menos sabes que está bien -- sonríe el mayor

Chan simplemente asintió ante el comentario de su primo

Félix se encontraba en la habitación de Chan haciéndole compañía. El rubio había decidido quedarse a dormir en la habitación del peliazul para que no este solo.

De repente Félix va corriendo al baño; Chan al acercase se da cuenta que el menor estaba vomitando.

-- ¿Félix, te sientes bien? -– Chan pregunto al rubio

-- S-Si... creo que solo me cayo mal la cena de ayer –- El menor trata de sonreír

-- Félix. –- susurra el peliazul agachándose junto al rubio

-- ¡Hyung! No te agaches, te puedes lastimar –- Félix se levanta rápidamente, pero las nauseas volvieron, haciéndole vomitar nuevamente

-- Lix...este.. tengo entendido que tu celo llego cuando estabas en Daegu ¿No es así? -– pregunto Chan y el rubio asiento -- Eso fue hace casi dos semanas... y... -- allí es cuando el rubio entendió.

-- ¡Chan hyung! ¿¡Qué insinúa!? -– Félix se sorprendió demasiado -– solo tengo dieciocho años, no... –- susurro el rubio.

-- Aun no es seguro Félix, pero estoy casi -- seguro, tu aroma esta más dulce de lo normal. Changbin lo va a notar -– el peliazul sonrió.

Los dos omegas platicaron un poco mas, hasta que Chan decidió llamar a un doctor. Como ambos omegas sospechaban, el doctor dio la noticia de que Félix esta esperando un cachorro.

Dos semanas pasaron ya desde que tuvo que irse de Daegu. Woojin caminaba débilmente por el bosque; tenía hambre y mucho sueño.

El alfa no había comido desde hace dos días; una vieja alfa que vive en el bosque le había ofrecido comida y un lugar para dormir. El rey muy agradecido acepto la oferta gustosamente recibió la ayuda de la alfa. En la mañana siguiente Woojin desayuno y había partido nuevamente al encuentro con su omega.

El alfa río un poco debido a un pensamiento que paso por su cabeza: Había pasado de ser un rey que obtenía cualquier cosa que quería, a ser un alfa que trataba de reencontrarse con su omega y pasaba días sin comer ni dormir.

El azabache al menos agradecía que algunas personas le reconocieran lo ayudaran; hace apenas unas horas y un hombre beta lo reconoció como el rey de Daegu y como el beta iba en un carruaje, se ofreció a acercar al rey a Seul. Woojin agradecido acepto la ayuda y por eso ahora mismos se encontraba demasiado cerca de Seul.

El alfa camina a travez de los arboles; es de día, pero el azabache está demasiado cansado como para siquiera querer seguir caminando. Woojin levanta su cabeza, y lo que ven sus ojos hace que el alfa quiera tirarse al piso y llorar de alegría.

Frente a el podía ver el gran castillo de Seul a los lejos. El azabache se acerca; queriendo correr, pero lamentablemente no tiene las energías suficientes como para hacerlo.

Woojin no quería atravesar el pueblo y que lo viesen de tal manera, por lo que tuvo que adentrarse nuevamente al bosque, ya que a travez de este había una manera de llegar directo al castillo de Seul sin tener que pasar por el pueblo.

El alfa noto guardias merodeando por el jardín delantero del castillo, pero igual se acerco y por fin llego a lo que se considera parte del castillo.

-- Señor, usted no puede... -– una persona se acerca a el -– Rey Kim... –- susurra cuando el contrario lo reconoce

-- Mingi... ayúdame -- dice casi en un susurro.

El pelirrojo se acerco al rey de Daegu y este se apoyo sobre el guardia, para poder caminar mejor y mas cómodamente.

Mingi ayudo al alfa a llegar hasta la habitación donde Chan se estaba quedando; el pelirrojo posa cuidadosamente el rey sobre la cama y Woojin solo suspira al por fin estar en una cómoda superficie.

Un doctor entra a la habitación; Mingi había mandado a una sirvienta por el viejo alfa y este llegó casi inmediatamente al castillo. Este empezó a checar al alfa, pero la puerta repentinamente es abierta con brusquedad.

El azabache voltea y nota como Chan tiene sus ojos cristalizados, pero se preocupa al notar sudor en la frente de su omega, Woojin sabía que este había corrido.

-- N-No debes correr -– dice Woojin con dificultad y posando una mano en la mejilla del peliazul

-- Woo-Jin...-- susurra Chan agarrando la mano de su alfa que le estaba tocando

-- Chan, no llores -- dice el alfa cuando nota que su omega esta derramando lagrimas.

-- El rey esta bien. Solo esta débil debido a la desnutrición, ademas que llegar de Daegu hasta aquí caminando es mucho esfuerzo –- el doctor dijo –- solo necesita comer mas  y descansar -- y tras decir eso, se retiro

Chan al notar lo mal que estaba su alfa, empezó a soltar su aroma, cosa que Woojin agradeció, pues cuando sintió el dulce aroma de su omega, quedó profundamente dormido, y así ya no pudo sentir el dolor de sus heridas. Chan se acurruco a un lado de su alfa, cerrando los ojos, sintiendo paz al tener por fin el aroma de su alfa.