Llegamos al Mery's house los primeros. La parejita no había hablado nada por el camino. Se notaba una tensión en el ambiente increíble. Yo quise saber que pasaba con el tal Matteo, que por lo que Valeria me había contado era su hermano y había vuelto, poco más. Sin embargo, callé mi curiosidad ya que vi la seriedad de los dos.
Nos sentamos en la misma mesa en la que Lucas y yo nos sentamos el día anterior. Hablando del Rey de Roma, llegó el primero. Mientras Lucas nos saludaba, a Valeria le llegó un mensaje. Era de Patricia, diciendo que no iba a poder venir, que le había surgido algo importante. Fue en ese momento cuando se me vino a la cabeza las palabras de Hugo. Quizás sí que le gustaba y no iba a venir por quizás vergüenza, o algún motivo que se me escapaba de las manos. Entonces llegó Hugo y ya estábamos todos. Marc se sentó al lado de Lucas, Valeria a mi lado y Hugo de esquina. La camarera vino a preguntar que íbamos a pedir, el primero en hablar fue Lucas. Se veía que tenían confianza.
—Mery, yo voy a querer lo mismo de siempre.
—Un Milk Shake de oreo entonces. —Le dijo sonriendo.
Cuando ya todos habíamos pedido y nos había servido Mery, me decidí por hablar con Hugo el tema de Patricia. Seguro era una tontería pero a mi no se me iba de la cabeza.
—Hugo, ¿recuerdas lo que me dijiste esta mañana?
—¿Cual de todas las cosas que te he dicho?
—Lo de Patricia.
—¿Que pasa con eso? —Los demás nos miraban sin entender.
—Creo que tenías razón, es posible que le guste a Patricia.
En ese momento Lucas empezó a toser atragantado, Marc escupió el café que se había llevado a la boca y a Valeria se había quedado con la boca abierta, como si le pesase la mandíbula.
—Yo ya te lo dije, pero, ¿a qué viene eso? Esta mañana estabas convencida en que no era así.
—Cuando hemos llegado le ha mandado un mensaje a Valeria diciendo de que no iba a venir. A lo mejor le ha dado pánico por vergüenza o algo.
—Martina, ¿tú te estás escuchando? —Intervino Marc riendo. —Si le gustases querría venir para pasar tiempo contigo o no sé, pero, ¿no venir por vergüenza? Cariño, no.
—Yo vería más lógico lo que te dije esta mañana, cuando te besé se fue corriendo detrás de Claudia y desde entonces no me habla, está más seria y distante. Es por eso que puede que le gustes, pero nada que ver con que no quiera venir por vergüenza.
—Os... ¿habéis besado esta mañana? —Dijo Lucas con un tono más serio.
—¿Y me tengo que enterar ahora? Llevo contigo horas antes de llegar aquí, ¡¿Y ahora me tengo que enterar?! Que poca vergüenza. —Exclamó Valeria entre indignada y de broma.
—No, si aquí el que no corre, vuela. —Aportó Marc.
—A ver, sinceramente no creo gustarle a Patricia, nos conocemos de un día. Lo mismo he he dicho esta mañana Hugo. Pero, ¿y si le gusto?
—No es Patricia quien te tiene que preocupar. —Lo dijo sonriendo, y yo creía saber por donde iba mi amigo el rubio.
—¿Tienes algún secreto más que debamos saber Martina?
—Valeria, ¿porque mejor no nos callamos y disfrutamos de esta comida con la que la vida nos ha bendecido? —Intente salir del paso diciendo eso.
El resto de la tarde la pasamos hablando y pasándola bien. Casi me había olvidado de él mal trago que había pasado al llegar a casa, casi. Me llegó un mensaje de mi madre por whastapp; "Vuelve ya a casa". Surrealista, encima de que pasaban de mi, que parecía que ni les importaba, me pedía que volviese. No le contesté y al rato me llegó otro mensaje; "Por favor". Suspiré y me levanté.
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Nacer fue un fail
Подростковая литература¿Podré averiguar quién soy y lo que quiero hacer? Me llamo Martina, y os voy a contar cómo mi vida había sido un desastre desde que nací. Mis padres decidieron mudarse a Sevilla para superar un pequeño bache en su relación. Yo estaba a un año de ac...