«Noticias malas»Había amanecido bastante pronto para su buena suerte. En realidad, casi no había pegado el ojo; luego de que los más jóvenes habían cedido a descansar por un momento, charló hasta tarde con Fugaku y su sensei. Podía decir que estaba pasando un mal rato, o quizás no tanto...
Jiraiya le había dicho que tal vez le dieran un par de días libres. En otras circunstancias se negaría, solía aburrirse fácilmente cuando no tenía algo que hacer; en esta, no. La idea de disfrutar algún tiempo en su casa no le desagradaba para nada, hacía mucho no pasaba más de dos días completos en su hogar. Aunque, a decir verdad, no quería relajarse antes de tiempo, al final, todavía no era un hecho. Por ahora solo tenía que esperar a que el mayor de su equipo regresara con ellos a la sala con el permiso oficial para dejar la agencia e ir a descansar.
El chirrido de la puerta abriéndose lo sacó de sus pensamientos, dejando ver a quien tanto esperaba.
—Ya podemos irnos.— anunció alegre el peliblanco.— ¿Obito y Kakashi se quedan?
Minato asintió, volviéndose para analizarlos un poco antes de dejarlos.
—Sí, les pedí que se recuperen aquí para que, a partir del lunes, me ayuden en casa.— comentó sin escatimar en detalles.
—¿Los tendrás de sirvientes?— intentó bromear el viejo, pero solo consiguió una mueca extraña de su alumno y un "quizá" sequísimo.
Salieron de la habitación a pasos cortos y sigilosos, queriendo ser tan callados como podían. Al mayor se le hacía extraño tanto misterio por parte de su alumno; antes de preguntar, el Namikaze volvió a hablar.
—Les dije que me ayudarían con Kushina. No creo que sea muy necesario que la vigilen y cuiden todo el día; ella no me causa problema alguno. Solo preferiría tenerlos a los tres bajo mi vigilancia.
Los ojos azabaches de su maestro lo vieron con suspicacia.
—Cuánta confianza.— volvió a burlarse. Minato solo se encogió de hombros.— En parte será mejor, así te evitas tener que salir a socorrerlos cuando sale algo mal.
Algo no le cuadraba ahí, a pesar de las palabras de Kakashi, había una cosa que no le agradaba en el asunto.
—Inoichi sabía que ellos ya no estaban capacitados para realizar misiones hasta que yo diera un nuevo aviso, ¿por qué los persuadió de llevar a Kabuto con ellos?— se preguntó a sí mismo en un susurro, pero Jiraiya lo logró escuchar.
—¿Qué piensas, eh? Tal vez quería hacerles un favor; una misión de alto riesgo como despedida temporal.— dijo el mayor.
—Había pensado en lo mismo, pero es eso lo que no comprendo. Inoichi no hace un favor por nada, ¿qué querrá de ellos?— Jiraiya se encogió de hombros ahora.
—¿Qué crees que sea? ¿Otro infiltrado en la agencia?
El ojiazul negó con la cabeza. No creía aquello, Inoichi era casi tan confiable como él mismo, aunque nunca podías asegurar ello de los colegas de la agencia. Luego de que Orochimaru traicionó a la agencia, muchos de los que ya estaban dentro se aliaron con él —principalmente, a base sobornos—, por lo que era demasiado difícil para la entidad el descubrir quién era un espía contrario o no; al fin y al cabo, eran personas inteligentes y que poseían habilidades físicas y emocionales más desarrolladas gracias al entrenamiento. Podía decir que era todo un enredo. Debía hablarlo con el mismo Inoichi tan pronto como pudiese.
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A million men || Fanfic MinaKushi
FanfictionMinato Namikaze, un agente especial de fuerzas militares. Kushina Uzumaki, una chica secuestrada por el criminal y traficante más buscado en Konoha. ¿Qué tan difícil es caer en los enredos del amor? "No me importa si ya hubo un millón de hombres ant...