Capítulo 5

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«Lo apuesto»

Unos tacones resonaban a un compás calmado, haciéndose cada vez más cercanos los pasos hasta donde se encontraban en esos momentos. Luego de unos segundos, tres golpes suaves hicieron aparición en la puerta de la habitación, e interrumpió la charla que habían mantenido desde hace un cuarto de hora.

—¿Puedo entrar?— dijo una voz suave tras la puerta.

Rin reconoció a la dueña y la invitó a pasar. Kushina miraba expectante a la mujer que pronto se presentaría. La Uchiha se adentró en la sala, con una sonrisa bastante cálida. Era sencillamente hermosa, con ese cabello negro y los ojos sobrios. La pelirroja envidió por un momento el color que primaba en sus hebras, estaba segura que nadie le habría fastidiado con aquella cabellera menos escandalosa que la suya.

Espantó sus pensamientos, y sonrió más por compromiso que por otra cosa.

—Hola, pequeña Rin.— saludó primero a la pelimarrón, obteniendo una sonrisa junto a una sacudida de mano en el aire.— Buenos días, soy Mikoto Uchiha. Tú debes ser Kushina, ¿verdad?

Asintió levemente con la cabeza, y trató de sentirse en confianza con ella. Tenía que aprender a bajar un poco la guardia, esas personas la iban a ayudar, de no ser así, jamás la hubieran sacado de ese lugar.

—Necesito que me acompañes, ¿podrías hacerme ese favor?— la Uzumaki se sorprendió un poco, según las palabras de Minato, quien le debía pedir salir de esa habitación era la mujer de nombre "Tsunade".

—Minato me dijo que alguien vendría a revisarme, que no debía salir a menos que fuera con ella.— contestó, evitando sonar grosera, no le convenía.

Mikoto soltó una suave carcajada, que consiguió relajarla aunque no comprendía el porqué de esta.

—Tsunade ya debe estar informada sobre que debes ir a la oficina principal, no te preocupes. Minato está al tanto también, es más, allá nos encontraremos con él.

Sus labios se separaron un poco, pues no sabía qué responder, se sentía algo confundida, no tenía idea de por qué la necesitaban presente en la reunión que tenía el Namikaze. Al parecer, la Uchiha comprendió su falta de información y decidió explicarle un poco lo que sucedía.

—No es algo grave, no te asustes. Es solo que debemos decidir quién se encargará de esconderte en lo que dura la investigación, eres una testigo protegida a partir de ahora.— aclaró sin perder ese dejo de dulzura.

Kushina lo meditó un poco, y a su vez, se dio cuenta de que Rin no entraba en esa discusión.

—¿Y Rin? ¿Con quién se quedará ella?— volvió a cuestionar con miedo, pensando que podría incomodar a la Uchiha, pero no.

—Oh, ella vivirá conmigo un tiempo, hasta que todo acabe.— le respondió.— Y Fugaku también nos cubrirá, así que estará muy bien cuidada, ¿verdad que sí?

La Nohara movió de arriba a abajo la cabeza, sacudiendo sus cortos mechones marrones.

—Mikoto-san es muy linda, estoy segura que me encantará estar con ella.— ¡Espero que a ti también te vaya bien, Kushina!

Le regaló una sonrisa fugaz a la niña, y Mikoto habló de nuevo.

—Vamos, tenemos un poco de prisa.— apresuró la pelinegra.

A million men || Fanfic MinaKushiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora