❝Kim Seokjin es un estudiante destacado en la universidad de Seoul, se desenvuelve muy bien en todas las asignaturas que le enseñan menos en una: Inglés.
Seokjin es pésimo para el inglés por culpa del hombre que le enseña, pero cuando a éste lo reem...
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—¿Pero qué mierda?
—¿Con esa boquita come pan?
Seokjin había vuelto al edificio y lo primero que encontró fue al pelinegro sentado en el suelo, recostado en su puerta.
—¿Qué haces aquí? Creí que ya te habías ido— preguntó con el semblante serio.
—Como me echaste de tu departamento, no tuve más remedio que esperar a que llegaras— respondió mientras se levantaba.
—Te hubieras ido— masculló molesto. Al final su larga caminata no había servido de nada.
—Prefiero quedarme a dormir contigo.
Ante esto, Seokjin abrió sus ojos de golpe y frunció su entrecejo —¿¡Otra vez!?— preguntó con cansancio, ya estaba harto de que el mayor se quedara en su departamento cada vez que le viniera en gana sin tomar en cuenta su opinión. Era un completo dolor de cabeza para él y para Taehyung, quien debía dormir en casa de su novio cada vez que Jackson se aparecía.
—Sí, otra vez ¿Qué tiene de malo?— esta vez cuestionó él, cruzándose de brazos. Seokjin no sabía si Jackson era un descarado o un completo idiota. Cualquier persona con cinco dedos de frente sabría cuando es bienvenido o no en algún lugar, pero al parecer eso no aplicaba con él.
—No quiero que te quedes aquí, lárgate— señaló el ascensor.
—¿Por qué no puedes ser gentil a veces?— preguntó esta vez, frunciendo un poco el entrecejo.
—¿Cómo quieres que sea gentil contigo? Si aparte de todo lo que me has hecho, me acabo de enterar que te la pasas morboseando a mi hermano.
La cara del pelinegro se deformó en una mueca de falsa confusión y algo de burla —¿Qué?
—Así como lo oyes, ya me enteré de que te la pasas viéndole el culo y eso no te lo voy a permitir— se estaba empezando a alterar, el sólo hecho de imaginarse la mirada de aquel depravado sobre su pequeño hermanito, le hacía hervir la sangre.
—Ow, mi pequeño Seokjinnie ya está sintiendo celos por mí, me halagas bebé— sonrió de una manera tan cínica que el castaño no se pudo contener más; sin quitar esa expresión enfurecida de su rostro, estampó la palma de su mano contra la mejilla del contrario.
—Celos mi trasero, me preocupo por el bienestar de mi hermano, así que, si no quieres que termine con esta farsa, haz el favor de irte y de dejar en paz a Taehyung.
El pelinegro lo miró con su mano izquierda sosteniendo la mejilla afectada. Joder, la mano de Seokjin era pesada. Odiaba tanto su actitud y esto sólo lo había hecho enojar más.
Sin decir nada, agarró a Seokjin y lo estampó contra la pared del pasillo, colocándose prácticamente encima suyo para evitar que pudiera escaparse.
