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ᑕᗩᑭÍTᑌᒪO 8

Las Noches

Tres personas, más específicamente tres mujeres. Estaban un poco ansiosas de que su maestra no haya regresado aún, ya que tenían entendido que fue enviada a traer al causante de la explosión de energía que había estallado hace ya unos minutos y por la cantidad de energía que sintieron, era peligroso, muy peligroso.

"¡Carajo! ¡¿Porque nos dijo que nos quedáramos aquí y que solo la esperemos?! ¡Puede estar en peligro y nosotras aquí sin hacer nada! ¡Es frustrante!" esta era Apacci.

Su personalidad era la más agresiva e impulsiva de las tres. Ella solía ser una Adjucha al igual que sus dos compañeras cuando conoció a Halibel y fue la última en unirse a su grupo.

"Cálmate un poco Apacci. Yo estoy de la misma manera que tú, aunque por una vez concuerdo en algo contigo, no haríamos nada si hubiésemos ido y seríamos una carga, después de todo los que fueron enviados con ella fueron Starrk y Ulquiorra. Si esos tres están juntos no hay quien los pare" replicó Milarose.

Esta se parecía a Apacci en muchos aspectos de su personalidad, aunque no quisiera admitirlo, ambas solían molestarse con regularidad cada vez que pueden y tienen la oportunidad. Pero ese momento era diferente, ya que la preocupación abundaba sobre todas las demás cosas.

"Es verdad lo que dice Milarose. Deberías calmarte, rara vez estoy de acuerdo en algo con ustedes dos, pero esto en verdad me molesta, aunque deberíamos confiar más en Lady Halibel. Seguro ella volverá a salvó y conociéndola hará lo posible para que así sea" esta última era Sun-Sung.

Las palabras de Sun-Sung hicieron que sus compañeras se calmarán un poco y dieran un profundo suspiro.

Ella es calmada a diferencia de sus compañeras y piensa con frialdad las cosas. Esa diferencia también era la causa de que tenga muchas disputas con sus las otras dos, haciéndolas un grupo extraño, pero a la vez unido.

"Es verdad, es Lady Halibel de quien hablamos. ¿Cuándo nos ha fallado? es la mujer con más determinación que existe y por eso la admiro, no. La admiramos" esas palabras de Apacci que por raro que parezca habló calmadamente y con un poco de felicidad al final.

Hicieron que Milarose sonriera un poco aliviando la tensión de hace unos momentos al igual que
Sun-Sung. Aunque esta se cubría la boca como lo hacía habitualmente con su manga izquierda.

De un momento a otro, mientras la tres miraban a la distancia las dunas de Hueco Mundo por la pequeña ventana que tenía la habitación, vieron como tres columnas de energía se alzaban a gran distancia de Las Noches. Ellas reconocieron los autores de esas energías y por la presión que ejercían, eran Resurrecciones.

"Im-imposible, esa es la resurrección de Lady Halibel y por lo que sé las otras son de Starrk y Ulquiorra. ¿Tan poderosa es esa cosa que enfrentan para hacer que los tres liberen sus espadas?" Milarose decía esto aterrada. La calma que habían conseguido momentos antes la habían perdido con lo que acababan de ver.

"¡Hasta aquí! ¡Voy a ir para allá! ¡No me puedo quedar aquí y ni se les ocurra detenerme!" gritó Apacci. Para después levantarse y salir corriendo hacia la puerta.

"¡Espera estúpida, voy contigo!" para que después Milarose fuera tras ella.

"¡Hey, esperen un momento! ¡¿Que piensan hacer cuando lleguen?! ¡No pueden hacer nada contra algo que ha hecho que Lady Halibel, Starrk y Ulquiorra liberen sus espadas, van hacia su muerte!" Sun-Sung trataba muy preocupada de convencerlas de no cometer una locura que las termine matando a todas, o peor, quedarse sola una vez más.