Colapso

Capítulo XII

UNA MENOS
Luana

Reglas más importantes de Lesath.

1.Cumple al pie de la letra la misión sin fallar.

2.No te encariñes con nadie, ni siquiera con tu propio equipo porque solo traerá consecuencias que no todos están dispuestos a pagar.

Eso es lo más gracioso de nuestro "maravilloso" trabajo, la frialdad con la que deben manejarse las situaciones así como el cumplimiento extremo de la misión establecida; estés herida, con una bala dentro, desangrándote o apunto de morir, cumples primero tu trabajo y después te mueres.

Somos personas reemplazables, simples piezas en un tablero de ajedrez, Scarlett, no murió pero si lo hubiese hecho, nada hubiera pasado, una simple despedida y ha buscar su reemplazo, así de fácil.

Por supuesto que me dolería su muerte, como me dolería la de cada miembro del equipo, no puedes evitar verlos como tu familia aunque en el fondo no lo sean.

Cruel, es cierto, así es esto, si eres capaz de cuidar tu propia espalda el resto no debe importarte.

¿Saben qué es lo peor? Qué nadie es capaz de cumplir las malditas reglas.

Sigo frotando los dedos contra mi sien en un intento de apaciguar el dolor y el estrés.

Menuda mierda el día de hoy; cuatro de nosotras están inhabilitadas, Hillary incauta por supuesta traición, Lea herida a lo mínimo pero haciendo un drama como si de verdad la hubieran lisiado y para variar el consejo molesto porque su muñeca de aparador está en el hospital sin mencionar el fantástico regreso de Zachary y Levi, bien jugando Max, muy bien hecho.

Scarlett fue herida no de gravedad pero si con un proyectil que la ha dejado inconsciente, Melany ha reportado que se han llevado a Levi lejos del hospital argumentando su "muerte".

¡Carajo!

Juliet y yo estamos revisando las cámaras de seguridad así como el historial de las personas del evento, María se ha hecho cargo de la parte de Melany y la revisión del programa, por otro lado, Valen esta dentro de su oficina reduciendo la lista pero sé que en verdad no quiere estar cara a cara ahora con alguien; está molesta y quien se atreva a enfrentarla va a terminar con una bala en el cráneo.

—El historial médico tuvo que haber sido modificado —expulsó el humo del cigarrillo—. Refiere problemas cardíacos desde hace un año.

—No hay otro —espeta Juliet—. Es el mismo historial que llevaba la agencia —me muestra—. Y según Hillary la autopsia no reveló nada extraño.

—¿Qué no estamos viendo? —susurro.

—Hay algo que no va a gustarles —María nos interrumpe al entrar a la sala con un semblante serio.

—¿La validación? —el dolor de mi cabeza aumenta cuando la veo asentir.

—49 copias, todas infectadas con un virus —nos enseña una grabación donde se aprecia lo que le sucede al programa una vez que está en contacto con cualquier red.

—¿Así que el programa que Nicolás planeaba vender era falso? —vuelve a asentir.

—Lo matarían en cuanto lo supieran ¿Por qué arriesgarse?

—Porque el programa ya fue vendido —expone María.

—¿Qué? —ambas giramos en su dirección asustadas—. ¡Eso es imposible! —grita Juliet—. El rastreador y las coordenadas daban a ese USB.

—Cambiaron en cuanto el programa entró a la base de datos.

—¿Fantasmas? —pregunto.

—Exacto.