чσu αrє mínє ( TanZen )

9- ♥Lιттlε lσνε♡

- ¡k-kaigaku! P-pero... ¿c-cómo?...- la voz de Zenitsu era trémula, le impresionó ver llegar a su hermano, y con la fuerte tormenta que había.

Kaigaku estaba totalmente mojado, su cabello y ropa destilaba agua, mostraba un leve ceño fruncido hasta que vio al chico de los aretes de hanafuda.- ¿porque traes gente sin pedir permiso? - hablo de mala gana Kaigaku.

Una corriente eléctrica corrió por el espinal del rubio haciendo un leve temblor por todo su cuerpo, tenía miedo de que su "hermano" le hiciera algo tanto a el como a su amigo, pero debía defenderse, así que inhalo y exhalo para luego poder hablar.- al menos le mando un mensaje al abuelo y le aviso, no como tú que traes a tus amigos ¡e incluso a emborracharse!- se defendió Zenitsu aunque por dentro se estaba muriendo. Y alguien más se dio cuenta de eso.

- ¡escuchame bien imbecil!- en un rápido movimiento tomo a Zenitsu de la mandíbula con solo una mano añadiéndose mucha fuerza y sacandole un gemido de dolor al de baja estatura.- ¡a mí no me hablas así! ¡¿entendido!?.- replicó mientras apretaba más su agarré.

- b-basta ¡m-me l-lastimas! - chillo Zenitsu mientras intentaba liberarse del agarré pero si lo intentaba añadía más fuerza, sentía que en cualquier momento le quebraria la mandíbula.

- ¡hey! ¡Dejalo lo estas lastimando, no debes tratarlo así! - esta vez hablo Tanjiroū algo molesto por lo que le hacía Kaigaku a su amado.

- ¡Tú no te metas! - gritó.- yo hago lo que se me da la gana con el.

Zenitsu solo escuchaba como aquel sonido tan cálido, tan hermoso fue cambiando a una perturbadora y oscura.- (ese sonido...).

Tanjiroū se acercó a ellos y tomó la muñeca del pelinegro.- te dije que lo soltaras.- empezaba a añadirle cada vez más fuerza hasta llegar al punto de lastimar al mayor y lograr a que este soltará al dorado.

Kaigaku solto un gruñido.- bien como sea, me voy, hagan lo que quieran par de jotos.- dijo arisco para luego subir las escaleras.- si cojen no es asunto mio solo no hagan mucho ruido.- término, encerrandose en su habitación.

- ¡Kaigaku!- grito Zenitsu nervioso por lo ultimo que dijo su hermano, su cara se torno a un carmesí intenso.

- tranquilo Zenitsu.- soltó una risa por la reacción del rubio.- además que te salvé de la matanza que te iba a dar tu hermano.-comento determinado y con su típica sonrisa.

- tienes razón ...gracias Tanjiroū- se abalanzó al burde atrapandolo en un cálido abrazo.

Tanjiroū se sonrojo por la acción del más bajo, su corazón palpitaba con fuerzas y rapidez.- tu corazón esta palpitando rápido.- comento Zenitsu de la nada.

- eh, oye ¿como esta tu mandíbula? ¿esta bien no te duelen? Pregunto por que se veía que Kaigaku te agarro bien fuerte.- trato de evitar el comentario del dorado.

- esto... bueno si duelen pero puedo soportarlo...- respondió con calma.

-  como decía mamá... te daré besitos sanadores ¡jaja!- dijo determinado y eufórico Tanjiorū tomando al mayor por los hombros y empezó a plantarles unos besitos en las mejillas de Zenitsu. Este solo soltaba unas risillas, cerro sus ojos dejandose llevar por las sensaciones sentía sus mejillas arder, ya no sabia si era de dolor o debido al sonrojo. Hasta que sintió algo en sus labios, al abrir sus ojos quedo asombrado, su amigo lo estaba besando... ¡Lo estaba besando! Las emociones lo atacaban sin piedad, quería empujarlo, queria gritarle, quería hacerse bola y morir de vergüenza por el atrevimiento de su amigo, pero también quería seguir, se sentia tan bien, tan cálido, era algo tan bonito, ya no sabia que hacer.