Cap 1.

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Primero que nada esta es la primera historia que voy a intentar escribir.
Que sea algo más larga que un one shot.
Sin más que decir...
¡espero que la disfruten!
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Era un día soleado en Karmaland, los pájaros cantaban por todo lo alto, algunos pueblerinos caminaban por las tiendas comprando lo necesario para ese día.

Por otro lado en la iglesia del pueblo se encontraban dos héroe de karmaland decorando el lugar para la boda que se celebraría más tarde ese día, un pelicastaño llamado Luzu y un chico portador de un casco de las famosas sagas de Star Wars llamado Alexby.

Estos dos chicos se habían ofrecido para ayudar en la organización de esta boda que para los participantes de ella era un secreto entre ambas partes, ya que por diversas razones terminó siendo parte de un reto a cumplir. Aunque a estas alturas más de la mitad de Karmaland sabía de su existencia.

Horas más tarde los dos chicos partieron a sus casas a tomar una merecida ducha y arreglar su atuendo para asistir a la boda. Por razones obvias los “novios” tuvieron que aceptar la asistencia de ellos como agradecimiento a la mano de obra.
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Minutos antes del inicio de la ceremonia cierto pelinegro comenzó a impacientarse, “su amado" aún no llegaba y el curaba que tenía la tarea de juntarlos en sagrado Matrimonio tenía a otra pareja que lo esperaba.

-tranquilo Vegetoide…todo saldrá a pedir de bocas.- comenta Luzu a modo de Broma con el objetivo de distraer a su compañero, posando una de sus manos en el hombro del contrario para darle apoyo.

-es verdad, este tontito siempre llega tarde.- le responde de la misma manera a su amigo, mostrando una pequeña sonrisa en sus labios al recordar ese detalle.

Pasaron 10, 30, 40 minutos y aún el híbrido de oso no llegaba, el cura de la ceremonia comenzó a molestarse por el retraso, cierto castaño trataba de apaciguar las cosas, pidiendo amablemente que les dé un poco más de tiempo; mientras que Alexby comenzó a tranquilizar al futuro novio que ya estaba con ataque, dando uno que otro vistazo a su celular por si su amigo se resignaba a contestar los malditos mensajes.

Hora y media más tarde el cura se marchó de la iglesia, dejando a los tres chicos con un mal sabor de boca y sentados en los escalones que daban a la entrada de la iglesia, sobre todo a cierto pelinegro vestido con un elegante traje violeta al cuál habían plantado en el altar.

Con determinación Vegetta se levanta de los escalones con una mirada determinada, con intención de ir a regañar al que habría sido su “esposo". ¿Quién se creía para dejarlo así sin más?

-¿Ve-Vegetta a donde vas?- pregunta sorprendido el pelicastaño al ver que de un momento a otro su compañero se levanta con gran determinación y el ceño fruncido.

-¿Pues a donde más? A casa de Rubén.– Responde de manera cortante para luego comenzar a caminar dirección al lugar dicho.

-Te apoyo Vegetta!! No perdí toda la maldita tarde arreglando la iglesia para nada.- le sigue el paso Alexby.

-Los sigo entonces.- responde sin ganas Luzu tomado el mismo camino de sus amigos, directo a encarar al híbrido de oso.

Pasaron cerca de la casa de Willy, notando que éste trabajaba arreglando su invernadero con una que otra ayuda de Fargan, que más que ayudar solo traía más trabajo al pobre, subieron a las vías del tren que había construido meses antes el chico híbrido para cruzar más rápido el pequeño río que había.

Una vez llegaron por fin a la gran Casa Blanca llena de cristales Vegetta golpeó la puerta de forma brusca, ya sin importarle que el timbre se encontrara a un lado de la puerta.

-¡YA VOY!!! – grita desde el segundo piso de la casa una voz conocida por todos.
Al rato después se escuchan pasos bajando por las escaleras hasta llegar a la puerta y abrirla, quedando en shock al momento de ver a sus visitantes.

-¿QUÉ MIERDA RUBÉN? NO SE SUPONE QUE TENDRIAS QUE ESTAR EN LA IGLESIA??- le grita el pelinegro al momento en que el dueño de la casa abrió la puerta, sin dejar que procese la información entregada.

-E-Espera Ve-Vege…- intenta calmar a su amigo poniendo sus manos al frente del rostro del pelinegro a forma de defensa contra sus gritos.

-¿QUÉ ESPERE? SI ME HAS DEJADO EN EL ALTAR??- sigue gritando de forma furiosa mientras lo señala de forma acusatoria el pelinegro.

-Lo siento y-yo…- comienza a excusarse de forma rápida el híbrido mientras retrocede dos pasos.

-NO CREAS QUE CON UNA DISCULPA TE VAS A LIBRAR!!-grita aún más enojado al recordar la vergüenza que le hizo pasar con el cura que los casaría.

-VEGETTA YO AMO A NIEVES!!! N-no puedo hacer esto…ni por una apuesta. – termina diciendo Rubius para callar los gritos de su amigo hacia su persona.

-Bien! Espero que no la ilusiones y la hagas sufrir como a mí.-responde de forma decepcionada el pelinegro para dar media vuelta y volver por donde vino.

-Ve- Vege…- susurra el oso de forma triste el nombre del que consideraba un amigo.

Sin mirar atrás el pelinegro comenzó a avanzar hacia su casa casi corriendo, queriendo llegar lo más pronto a ella, sus ojos comenzaron a picar y sin que se diera cuenta las lágrimas ya estaban nublando sus hermosos ojos violetas que ahora se encontraban sin su brillo característico.

Los dos presenten que se encontraban acompañándolo en este momento no supieron que hacer, por más que le gritaban para que los esperara, éste apresurada más el paso hacia su morada.

Resignados volvieron cada uno por su lugar, ambos chicos sabían sobre la atracción que sentían esos dos antes de que salvaran a las doncellas que serían sus almas gemelas, todos esos momentos llenos de indirectas y coqueteos bonitos, esas risas y bromas entre ellos, el brillo de sus ojos y sonrisas al pasar el rato, para muchos eran situaciones muy envidiables…pero ahora ya no quedaba ni rastro de aquello.

Dos almas rotas, una por no ser correspondida y otra por perder a un gran amigo.

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Me dolió que pelearan en la historia.
Pero bueno...
Hasta aquí el primer cap.

Confía en mí Vegetoide. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora