Cap 15.

530 78 3
                                    

Comenzó todo con una broma por parte de Lolito hacia Luzu y ahora estaban ambos tratando de recuperarse de la dura caída y la situación que acababan de presenciar.

Una vez procesando el shock inicial en el que se encontraban, se levantaron apresuradamente a ver a su amigo.
Vegetta se encontraba sentado en el suelo de tanto toser, casi se ahogaba con tanto humo violeta a su alrededor, menos mal que ya se estaba disipando.

- ¿Vegetta te encuentras bien??.- preguntan ambos preocupados, dejando atrás las peleas.

Su único objetivo ahora era llevar a su amigo al hospital de Karmaland para asegurarse de que se encontraba en perfecto estado, a simple vista no se apreciaba nada raro, pero el misterio aún estaba presente.

¿En que rayos consistía esa poción?

- Estoy bien chicos, pero...¿Que fue eso? .-pregunta algo desorientado el pelinegro, estirando su mano para que Luzu lo ayudara a levantarse.

-Fue mi culpa, no debí llevarme esa poción.- confiesa el de ojos verdes, bajando su mirada arrepentido.

- No, Lolo...fue mía, yo choque contigo e hice que saliera volando la poción.- termina diciendo el de gafas con tristeza.

- ya está chicos, ya pasó, estoy bien enserio... pero para la próxima deben tener más cuidado.- les reprende a ambos, antes de seguir el camino de vuelta al pueblo de Karmaland.

Con algo de dificultad llegaron al pueblo, apreciando a lo lejos los últimos rayos de sol.

- bien chicos, es mejor ir a descansar, mañana temprano podemos informarle a Merlon.- dice un cansado pelinegro a sus dos amigo.

- nada de eso Vegetta.- le responde el chico de capucha un tanto serio por lo dicho por su compañero, o es que ni siquiera se preocupaba de lo que contenía dicha poción.

- debes ir al hospital.- le sigue Lolito dándole un codazo en señal de que el castaño le ayudara.

Entre ambos agarraron a Vegetta por los brazos y lo llevaron a rastras al hospital, sin escuchar todas las quejas que emitía el contrario.

Una vez dentro del hospital esperaron unos diez minutos hasta que el doctor de turno llamara al pelinegro para un chequeo de emergencias.

Al cabo de unos seis minutos Vegetta salía de la consulta. Los dos héroes que lo acompañaban nada más verlo comenzaron a bombardear al pobre chico con preguntas.

- vale, vale chicos...se que están preocupados, pero a simple vista el doctor no encontró nada preocupante, hacen faltan unos exámenes para descartar si la pócima hizo efecto en algo. - explica de forma calmada el pelinegro.

- ¿Cuándo estarán listos los resultados?- pregunta Luzu preocupado, mientras se acercaba rápidamente a Vegetta.

- pasado mañana, a primera hora debo retirarlos.- le responde Vegetta consultando unos papeles que le había dado el médico donde ponía la fecha correcta.

- vaya...ahora tendremos que esperar. - dice enfadado Lolito mientras cruza sus brazos delante de su pecho.

- y tu de que te quejas?? El que debería estar enfadado soy yo. Gracias a sus peleas estoy aquí.- termina diciendo Vegetta mientras mira de forma acusadora a su amigo colorín.

-lo siento.- dice entre susurros Lolito, agarrando un mechón de su pelo para jugar con él, estaba apenado por lo sucedido.

-bueno...como los resultados no están hasta pasado mañana ¿Por qué no vamos a casa a descansar como se debe?- les anima un poco Luzu.

-me parece bien.- le responde el pelinegro mientras intenta retener un bostezo.

Cada héroe tomo caminos diferentes, no sin antes de que Luzu le susurrara al pelinegro: “que si necesitaba algo, lo llamara inmediatamente”; Vegetta le sonrió a modo de respuesta, le alegraba mucho el saber que el contrario se preocupaba por el, así que con un abrazo y depositando un dulce beso en la mejilla, se despidió del castaño.

Cuando el pelinegro llegó a su mansión flotante, lo primero que su mente quería es ir a descansar en su cómoda cama, cubierta de una mantas sumamente suaves.

Con mucha pereza dirigió sus pasos al baño, donde dejó el agua correr hasta llenar la Tina, mientras que comenzaba a retirar sus ropas sucias y tirarlas al canasto de lavandería.

Con sumo cuidado fue sumergiéndose en el agua tibia, notando como sus músculos dejaban de estar tensos.
Tomó el bote de shampoo para lavarse el pelo; Con un poco de su contenido en sus manos comenzó a dar leves masajes con tal de relajarse lo máximo posible.
Una vez listo todo, comenzó a frotar su cuerpo para enjuagarse.

Salió de la tina con cuidado agarrando a su paso dos toallas, una para cubrir su cuerpo y la otra para secar sus mechones negros.

Se plantó frente al espejo, donde cepillo sus dientes y su pelo antes de pasar a la habitación a vestirse con algún bóxer morado y su pijama favorita del mismo color. Con sólo acomodar su cabeza en la suave almohada el peli negro fue trasportado al mundo de los sueños.

~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~

Holaaaa

Paso rápidamente por aquí a dejar este cap y luego huyo nuevamente a mis clases 😆😆😅

Confía en mí Vegetoide. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora