Enfermiza obsesión.

3

No podía dormir tranquilo, así que al final decidió escribirle a un amigo, a su amigo de hace años, Matías.

Desde años tenía un crush en el, pero después de que el había conseguido novia, decidió guardar sus sentimientos y sufrir en silencio.

Respiró hondo, con más tranquilidad, más que nada porque esa noche iba a ser acompañado y habían menos posibilidades de que le hicieran algo. Además, por fin podría pasar tiempo con su Crush sin que nadie los interrumpiera.

Después de un rato escuchó un timbre en su puerta, y fue a abrir. Encontrándose con un castaño medio dormido con una bolsa de comida, un suéter azul, jeans y botas largas. Su pelo estaba echo un desastre y traía mascarilla.

—Adelante, pasa.

Y siguió las órdenes casi como un robot, estaba casi dormido.

—Matias, ¿Estás bien? Te noto... Con sueño.

—¿Ah? S-Si, solo que... No te mentiré, si tengo sueño.

Al final Darwin lo tomó de la mano guiandolo hasta el cuarto y la cama que compartirían, dónde el castaño simplemente se lanzó quedando dormido.

Darwin comió un poco, y se recostó junto a él, acomodándose y bajando la mascarilla de este para ver su rostro.

Era tan... Bonito. Sintió rabia, su novia no lo merecía, el si, totalmente. No entendía que había visto en ella.  Tenía tanta envidia...

Negó con la cabeza, alejando esos pensamientos, apoyando su cabeza en el pecho de su amigo, al rato después su celular sonó, no lo revisó.

Grave error.

Este era el contenido del mensaje antes de ser eliminado: