Capítulo 17

24 2 0
                                    

La nota de Literatura no me decepcionó tanto como la de Matemáticas, pero igual me decepcionó

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La nota de Literatura no me decepcionó tanto como la de Matemáticas, pero igual me decepcionó. Un setenta y tres.

Cualquier alumno promedio se sentiría conforme con ese asco de nota, pero yo no. Toda mi vida la había dedicado a estudiar, y estudiar... y estudiar.

Leer, aprender, y sentirme ligeramente superior al resto por mi dedicación.

Ridículo, ¿no? Ahora estoy incluso por debajo del resto, con notas mediocres, una familia disfuncional, y el alma hecha pedazos.

¿Qué era lo siguiente?

Hago un puchero de reproche, y anoto la nota en la parte trasera de mi cuaderno. Lo pongo de vuelta en mi mochila y hago mi camino hacia la primera clase.

En el momento que me dispongo a cruzar el último pasillo, Vanessa se atraviesa, y me observa con horror.

-Allyson... hacía tiempo que no te veía -habla ella, sonando agitada y con la respiración acelerada.

Me quedo quieta y la examino con la mirada.

-Es lo que pasa cuando no coinciden los años -respondo y va vuelvo a recorrer con la mirada-, ¿qué pasa? ¿Vienes de educación física?

-No -responde ella y apoya sus manos en sus rodillas-. ¿Has visto a Sophia? La estoy buscando hace rato.

Le dedico una mirada de extrañeza.

-¿Se la tragó la tierra? -inquiero y paso por su lado.

-No -contesta Vanessa, en un tono agónico.

Me giro y frunzo el ceño.

-¿Qué pasa?

Vanessa se deja caer en el suelo y pasa sus manos por su rostro, en un notable gesto de frustración.

-Creo que Sophia se... -se detiene-. Nada.

Giro los ojos y me apoyo en una pierna.

-¿Se, qué?

Vanessa se mira las manos, y puedo ver como algunas lágrimas comienzan a bajar por sus mejillas.

-Que se está cortando de nuevo -responde.

Una corriente de pánico me recorre todo el cuerpo, y me hace abrir los ojos de repente. Una idea un poco retorcida pasa por mi cabeza, pero no la descarto.

-Dices... ¿dices que la estás buscando? Que, que... ¿que no la has visto?

Vanessa asiente, y me observa, como intentando descifrarme.

-Joder, Vanessa.

Salgo corriendo a toda velocidad del pasillo, y bajo las escaleras lo más rápido que puedo.

Mis piernas tiemblan, y parecen no resistir la rapidez con la que avanzo hasta el exterior del edificio, para mirar al techo.

Coloco una mano sobre mi frente, para reducir la claridad que proviene del cielo, y consigo distinguir la figura delgada de Sohpia, con la punta de los pies sobresaliendo del techo.

Morphine © [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora