Capítulo 29

14 2 0
                                    

—Tienes que dejar esa constante necesidad de meterte en nuestras reuniones —le digo a Adrian en lo que lo señalo con una patata frita

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Tienes que dejar esa constante necesidad de meterte en nuestras reuniones —le digo a Adrian en lo que lo señalo con una patata frita.

El chico solo atina a poner los ojos en blanco, y me arranca la patata de los dedos para llevarla a su boca y masticarla con fastidio.

—¿Ves eso? —me dirijo a Vanessa—. Por eso es que se tiene que quedar quieto en su habitad.

—Ay Allyson, ya cállate —protesta él, y yo le proporciono una patada por debajo de la mesa.

—Me pateó —le dice él a Sophia, y las gemelas ponen los ojos en blanco.

—Ustedes dos van a terminar juntos —declara Vanessa, e intercala la vista entre nosotros dos.

Hago una mueca de desagrado.

—Prefiero comerme una cucaracha antes de besar a este espécimen —espeta Adrian, y me saca la lengua.

—Yo prefiero comerme cien cucarachas que besarte —contraataco y le saco el dedo corazón.

—Parecen niños de primaria discutiendo —interviene Sohpia y nos observa con diversión.

Tomo de mi batido con disgusto y me revuelvo en mi asiento.

—Laura y Bethany me llamaron el año pasado, ¡dicen que vienen este año en febrero! —les confieso a las chicas.

—El chiste de "el año pasado" es tan malo que tan solo Allyson podría haberlo hecho —dice Adrian y comienza a mirar sus uñas.

—Eres una perra muy mala —me quejo y le doy otra patada.

—¡Eso es genial! —exclama Vanessa, a lo que había dicho anteriormente—. No me imagino cuánto debes extrañarlas.

—Pues sí —asiento varias veces y cojo otra patata—. Desde agosto no las veo.

Adrian me devuelve la patada y suelto un quejido, poniendo mi mejor cara de indignación.

—Ya basta —se queja Sophia y le pega a su hermano en el hombro.

Adrian pone los ojos en blanco, y le hace una seña al mesero.

Este se acerca a nuestra mesa.

—Un latte macchiato descafeinado con doble crema —ordena el rubio.

Entonces recuerdo a David.

Miro a Adrián con intriga, y él me devuelve la mirada. Entrecierra los ojos, intentando descifrarme.

—¿Qué sabes de David Hilton? —le pregunto, y sin despegar mi mirada de él, le doy un sorbo a mi batido.

Adrian rompe el contacto visual y se recuesta en su asiento.

—¿Te interesa él? —pregunta Vanessa, con una mueca.

Me encojo de hombros.

—¿Qué tienen para decir? —les pregunto a todos en general, y me dan miradas de desaprobación.

Morphine © [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora