Capítulo 10. Aprendiendo un Oficio

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Lith había estado tan absorto leyendo como para olvidar dónde estaba, lanzando la precaución al viento. Cuando Nana lo atrapó con las manos en la masa, se sorprendió lo suficiente como para gritar.

-Pensé que conocía a todos los sinvergüenzas, pero no reconozco a este. ¿Cómo te llamas, chico?

-Lith. ¿Cuál es el tuyo? -respondió él mientras hacía ojos de cachorro. Nana ahora tenía más curiosidad que enojo.

-¿Lith? ¿Te refieres al pequeño diablillo de Elina? No es de extrañar que tu cara sea nueva para mí, solo eras un recién nacido la última vez que te vi.

La presencia de Nana había hecho que la charla se detuviera. Algunas mujeres querían preguntarle cuánto tiempo hasta su turno, otras solo tenían curiosidad, Elina saltó de su silla disculpándose en nombre de Lith.

-No hay necesidad de disculparse, Elina. -Dijo Nana-. Sin daño no hay culpa. El pequeño diablillo no ha roto el libro mientras jugaba con el.

-Sí mamá, no hay necesidad de disculparse. -Lith odiaba cuando alguien hablaba de él como si él no estuviera allí-. Y no estaba jugando con eso, solo estaba leyendo.

-¿Leyendo? Joven, ¿cuántos años tienes? ¿Tres años y algo? Si esto es una broma, no es gracioso. Nunca esperé que uno de los hijos de Elina fuera un mentiroso.

-No está mintiendo. Durante la última tormenta, Lith estaba aburrido, por lo que le pidió a su padre que le enseñara a leer, escribir y contar. Aquí hay pruebas. -Elina le entregó a Nana la regla de madera.

La negación de Elina la había pillado por sorpresa, se dio cuenta de que había tocado un nervio. Después de estudiar la regla, Nana tuvo que admitir que era una herramienta de aprendizaje inteligente.

-Dile a tu esposo que esto es realmente una buena idea. Podría venderlo al profesor Hawell. Nunca está de más tener dinero extra.

Elina no la dejó cambiar de tema, no hasta que se disculpara por llamar mentiroso a su hijo.

-Raaz no lo inventó. Lith lo hizo, para poder estudiar solo sin molestar a nadie.

A Nana la sacudieron todas esas revelaciones repentinas. Su orgullo quería evitar disculparse, pero insinuar que Elina también estaba mintiendo frente a todas esas personas habría dañado la reputación de toda su familia.

-Entonces, joven, ¿cuánto es siete por seis?

-Cuarenta y dos.

Nana tomó el libro de las manos de Lith y, después de abrir una página al azar, se lo devolvió.

-¿Qué está escrito allí? Comienza desde la parte superior de la página.

Lith reprimió una sonrisa.

-Lo primero que debes entender mientras estudias magia es que es solo una herramienta. Cualquiera puede usarla, pero solo unos pocos pueden usarla correctamente. De hecho...

-Está bien, es suficiente. Te debo una disculpa Lith. -Sin embargo, lo dijo mientras miraba a Elina-. Parece que tu hijo está bendecido por la luz, querida.

Una vez más, la sala resonaba con la charla, pero esta vez todos estaban discutiendo el mismo tema.

-¿Qué quiere decir Nana con bendecido por la luz? ¿No es solo un cuento de hadas?

-Desearía que mi hijo fuera tan inteligente. Todas las mañanas solo enviarlo a la escuela es una guerra de desgaste. ¡Sin mencionar obtener algunos resultados reales!

Esos fueron los comentarios más comunes.

Lith siguió golpeando el hierro mientras aún estaba caliente.

Mago Supremo: Volúmenes 1-3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora