Mago Supremo: Volúmenes 1-3

Capítulo 116. Verdadero Genio

Después del éxito del hechizo de prueba, el equipo del Profesor Marth compartió con los otros sanadores los detalles de su descubrimiento. Encontrar la cura no era un concurso, sino una prioridad para todo el Reino.

Gracias a la nueva y vital pieza de información, la investigación comenzó de nuevo con los diferentes equipos compartiendo tanto su éxito como los numerosos fracasos. Aquellos que intentaron deshacerse de todos los parásitos de una vez, tuvieron una alta tasa de mortalidad en comparación con los curanderos que limpiaban un miembro a la vez.

La gran cantidad de gusanos, junto con la alta delicadeza requerida para controlar las energías oscuras sin infligir daños colaterales, obligó a los investigadores a abandonar proyectos que apuntaban a un tratamiento de una sola sesión.

Después de una experimentación de prueba y error, se hizo evidente que el mejor enfoque era un hechizo diferente para cada extremidad, brazos, piernas, pecho y cabeza. Cuando Marth le dijo que su equipo iba a desarrollar hechizos de grado cinco, Lith volvió a estudiar los otros tipos de parásitos, dejándolos hacer su trabajo.

Todavía tenía un conocimiento limitado del grado cuatro, cada vez que la discusión pasaba al nivel cinco, Lith sólo podía entender los términos generales, ya no había nada que él pudiera ofrecer.

Después de once días, el equipo de Marth había convertido con éxito el hechizo de prueba en cuatro nuevos hechizos. Después de probar su eficacia, curando a varios pacientes con una tasa de mortalidad muy baja, fue a informar a Varegrave de su éxito.

En esos días, el Coronel solía ser sombrío, por muchos avances que hicieran los investigadores, nunca había olvidado su tonta apuesta con el Rey. En el momento en que se encontrara la cura, también sería su último día.

Cuando Marth terminó su informe, Varegrave se puso pálido, su almuerzo hizo varios intentos de escapar del estómago y volver al plato, pero unos vasos de Dragon Water para celebrar la buena noticia lograron calmar sus nervios.

—Estoy impresionado por sus asombrosos resultados, Profesor. El White Griffon realmente merece el título de 'cuna de las artes curativas'. Pensar que hace menos de dos semanas estábamos considerando la idea de incinerar toda la región. —Varegrave se estremeció.

La idea de tantas vidas inocentes perdidas sólo por su incompetencia, no le había permitido tener una sola noche de sueño reparador desde la llegada de Lith.

—Solo por curiosidad, ¿Lith también te ayudó a desarrollar la cura?

"Oh, no. Por los dioses, si se las arreglaba para hacer tal cosa, tendríamos un segundo Manohar a la mano. Dios sabe si uno no es ya demasiado.

Varegrave asintió. Su destino estaba sellado de todos modos, decidió que era mejor comprender el alcance de su error, en lugar de vivir sus últimos días con miedo.

—Sin embargo, es extraño. De su informe anterior, entendí que fue él quien descubrió el elemento clave para la cura y proponía el método.

Marth reflexionó un rato, buscando las palabras adecuadas para no parecer arrogante o ingrato con su propio alumno.

—De hecho él lo hizo. Pero decir 'hay una inundación, necesitamos una presa' es diferente a saber realmente cómo alterar el terreno y diseñar una instalación capaz de hacer el trabajo.

—Lo siento, profesor, pero me perdió en 'él lo hizo'. ¿Le importaría simplificarlo?

—Bueno, en realidad es simple. La habilidad de diagnóstico de Lith es lo único que tiene en el nivel de Manohar. Identificó la fuente de la plaga y luego entendió cómo, al menos en teoría, era posible curarla. Sin embargo, no tenía idea de cómo hacer eso.