Capítulo 49. Un Mal Comienzo es la Otra Mitad

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Todavía había algo de tiempo antes del comienzo del año académico. Lith pasó la mayor parte del tiempo leyendo los libros del Director y planeando su futuro. Según los registros escolares, la mayoría de los estudiantes obtendrían solo una especialización.

Los buenos y los grandes magos lograrían dos, mientras que lograr tres o más era el signo de un verdadero genio erudito. No bastaba con asistir a los cursos para ser considerado un especialista, también se debía poseer un talento considerable en el campo.

Y como la mayoría de las cosas en la vida, el genio no se puede evaluar con solo números. Krishna Manohar, el dios residente de la curación, tenía solo dos especializaciones, simplemente porque no tenía interés en otros temas.

Su segunda era como Battle Mage [Mago de Batalla], e incluso en su biografía se mencionaba solo una vez, en aras de la integridad.

Sin embargo, Nana, teniendo solo una especialización, se sentía mal en tantos niveles, que Lith decidió hacer una pausa en sus estudios para preguntarle por qué.

En esos días, el uniforme de White Griffon era la única vestimenta que usaba, no por estilo, sino por practicidad. Era capaz de autolimpiarse, deshacerse de la suciedad o el sudor y ofrecer un cierto grado de protección contra ataques tanto físicos como mágicos.

Le permitía estar más relajado durante su vida diaria y cuando cazaba. Era como llevar una armadura completa, pero ligera como la seda. Podría resistir el golpe de una garra de oso sin rasgarse, pero Lith aún sentiría el impacto contundente.

Había hecho muchos experimentos para probar su fiabilidad y sus límites. Curiosamente, la protección se extendía a su cabeza y manos también, a pesar de estar descubiertas. Sin embargo, la capa todavía estaba guardada en la dimensión de bolsillo de Solus.

Usarla fortalecería el efecto protector, pero era demasiado larga y poco práctica de usar. Quedaría atrapado en árboles, arbustos, todo.

Sin mencionar que ser sigiloso mientras usaba una bata de baño de gran tamaño era casi imposible.

Dije esto en la Tierra y lo repetiré ahora. El sentido de la moda de los magos apesta. Las capas y túnicas son idiotas de usar, te hacen tan fácil de agarrar y golpear como una alfombra.

Lith podría haber volado, pero prefería caminar. Aquellos eran sus últimos momentos de verdadera libertad, y quería disfrutarlos al máximo.

En la oficina en casa de Nana, todos lo colmaron de elogios y felicitaciones, dándole tiempo a la curandera para hablar con su antiguo aprendiz.

—Siento decepcionarte, joven duende... —Desde que Lith había salvado a la familia del Conde Lark años atrás, ella lo había ascendido de pequeño diablillo a duende.

>>... pero solo tengo una especialización. —Ella le guiñó un ojo descaradamente, a pesar de que estaban solos en sus habitaciones privadas.

>>Aquí hay un consejo no solicitado. La vida es impredecible y muchas cosas que necesitarás para sobrevivir no están escritas en ningún libro. —Ella guiñó de nuevo.

>>Hay que apoyarse en la experiencia.

—Entiendo, lamento haber desperdiciado tu tiempo. —Lith le devolvió el guiño.

—No te disculpes, querido. Siempre es un placer verte. Y ni siquiera pienses en irte sin despedirte como es debido, o cuando me muera, ¡te perseguiré como a un fantasma!

Por favor, si es cierto que las malas hierbas nunca se extinguen, ¡probablemente nos sobrevivirá a todos!

Lith compró pasteles frescos y pan blanco antes de regresar a casa.

Mago Supremo: Volúmenes 1-3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora