Capitulo 35

979 78 13
                                    

┏━━━━•❃°•°•°•°❃•━━━━┓

ULTIMO BANQUETE

┗━━━━•❃°•°•°•°❃•━━━━┛

Harry y yo bajamos a la fiesta de fin de curso. Me había dado una última examinación la señora Pomfrey antes de bajar, ya no me dolía tanto como antes, aunque la cabeza me ardía un poco, pero me sentía mejor. El veneno había salido de mi sistema y solo faltaba la recuperación de mis raspones y golpes.

—Un banquete —digo fascinada—, tengo hambre, quiero pastelillos y muchas más cosas.

Entraron al gran comedor, escuchando los murmullos a su alrededor. Se sentaron en una silla enfrente de Hermione y Ron. En ese momento, Dumbledore comenzó con su discurso.

—¡Otro año se va! —dijo alegremente Dumbledore—. Y voy a fastidiaros con la charla de un viejo, antes de que podáis empezar con los deliciosos manjares. ¡Qué año hemos tenido! Esperamos que vuestras cabezas estén un poquito más llenas que cuando llegasteis... Ahora tenéis todo el verano para dejarlas bonitas y vacías antes de que comience el próximo año... Bien, tengo entendido que hay que entregar la copa de la casa y los puntos ganados son:en cuarto lugar, Gryffindor, con trescientos doce puntos; en tercer lugar,Hufflepuff, con trescientos cincuenta y dos; Ravenclaw tiene cuatrocientos veintiséis, y Slytherin, cuatrocientos setenta y dos. 

Una tormenta de vivas y aplausos estalló en la mesa de Slytherin. Venus pudo ver a Draco Malfoy golpeando la mesa con su copa. Era una visión repugnante. 

—Sí, sí, bien hecho, Slytherin —dijo Dumbledore—. Sin embargo, los acontecimientos recientes deben ser tenidos en cuenta. 

Todos se quedaron inmóviles. Las sonrisas de los Slytherin se apagaron un poco. 

—Así que —dijo Dumbledore— tengo algunos puntos de última hora para agregar. Dejadme ver. Sí... Primero, para el señor Ronald Weasley... 

Ron se puso tan colorado que parecía un rábano con insolación. 

—... por ser el mejor jugador de ajedrez que Hogwarts haya visto en muchos años, premio a la casa Gryffindor con cincuenta puntos. 

Las hurras de Gryffindor llegaron hasta el techo encantado, y las estrellas parecieron estremecerse. Se oyó que Percy le decía a los otros prefectos: «Es mi hermano, ¿sabéis? ¡Mi hermano menor! ¡Consiguió pasar en el juego de ajedrez gigante de McGonagall!». 

Por fin se hizo el silencio otra vez. 

—Segundo... a la señorita Hermione Granger... por el uso de la fría lógica al enfrentarse con el fuego, premio a la casa Gryffindor con cincuenta puntos. 

Hermione enterró la cara entre los brazos. Tuve la seguridad deque estaba llorando. Los cambios en la tabla de puntuaciones pasaban ante ellos: Gryffindor estaba cien puntos más arriba.  

—Tercero...a la señorita Venus De'Ath por demostrar que el amor y la amistad es nuestra arma mas valiosa, por su valentía y por sus habilidades le otorgo a la casa de Gryffindor con cincuenta puntos 

Sentí unos hurras y la personas gritando cosas extrañas, pero sonreía con halago y las mejillas encendidas.

—Cuarto... al señor Harry Potter... —continuó Dumbledore. La sala estaba mortalmente silenciosa—... por todo su temple y sobresaliente valor, premio a la casa Gryffindor con sesenta puntos.

El estrépito fue total. Los que pudimos sumar, además de gritar y aplaudir, nos dimos cuenta de que Gryffindor tenía los mismos puntos que Slytherin, cuatrocientos setenta y dos. Si Dumbledore le hubiera dado un punto más a Harry... Pero así no llegaban a ganar.

Dumbledore levantó el brazo. La sala fue recuperando la calma.

—Hay muchos tipos de valentía —dijo sonriendo Dumbledore—. Hay que tener un gran coraje para oponerse a nuestros enemigos, pero hace falta el mismo valor para hacerlo con los amigos. Por lo tanto, premio con diez punto sal señor Neville Longbottom. 

Alguien que hubiera estado en la puerta del Gran Comedor habría creído que se había producido una explosión, tan fuertes eran los gritos que salieron de la mesa de Gryffindor. Me puse de pie para aplaudir a Neville, que, blanco de la impresión, desapareció bajo la gente que lo abrazaba. 

Nunca había ganado más de un punto para Gryffindor. 

—Lo que significa —gritó Dumbledore sobre la salva de aplausos, porque Ravenclaw y Hufflepuff estaban celebrando la derrota de Slytherin—, que hay que hacer un cambio en la decoración. 

Dio una palmada. En un instante, los adornos verdes se volvieron escarlata; los de plata, dorados, y la gran serpiente se desvaneció para dar paso al león de Gryffindor. Snape estrechaba la mano de la profesora McGonagall, con una horrible sonrisa forzada en su cara. 

Parecía que la vida iba a volver a la normalidad en el año próximo, o a la normalidad típica de Hogwarts. 

—Ya podremos experimentar lo que es una vida tranquila en Hogwarts —señalo a Harry con mi tenedor lleno de comida—, tan solo esperaremos el próximo curso.

No sé quién se había sorprendido mas de todos, pero Hermione no podía quitar su mirada atónita cuando dieron los resultados de los exámenes, tuve las notas máximas y ejemplares del primer año, también Hermione, pero eso no le pareció.

Mire a Harry que estaba igual que todos en el gran comedor, o bueno, todos a excepción de slytherin 

-lo hicimos Harry - dije 

-lo hicimos - dijo y nos abrazamos 

-lo hicimos - dijo y nos abrazamos 

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Venus y la piedra filosofalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora