Capitulo 34

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ENFERMERÍA

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No sabia si estaba muerta o no, pero enserio vaya forma, tuve que enfrentarme a un troll, cortarme con una piedra que ni siquiera se si tenia algo, luego tomar no se cuantos vasos y era obvio que había ingerido mas de un veneno, luego enterarme de que fue no Snape sino el miedoso de Quirrell, siempre dure el, y luego terminando, ser asfixiada por el mismo Quirrell aunque pensándolo bien,  nunca vi a Voldemort en esa sala. 

Pensaba si había muerto, estaría en el infierno, tal vez tendría que pagar por haber molestar algunas personas pero en mi defensa, yo solo me defendía, así que no creo estar en el infierno.

- va a estar bien, profesor - escuche mientras habría los ojos poco a poco 

-pensaba que en el cielo no existían los profesores - dije un poco divertida al poder ver el rostro sonriente de Dumbledore 

-buenas tardes Venus - dijo y pestañe, observe mi al rededor 

-no estoy muerta - pregunte 

-gracias a Merlín, no - dijo madame pomfrey y me entrego un baso con un liquido - que pensabas con ingerir esos venenos - 

-no había tiempo que perder - dije y ahí reaccione, me levante ignorando el dolor en mi cabeza -profesor...la piedra...Harry, sabe donde esta Harry...nunca fue Snape, era Quirrell, señor rápido... dije y el me interrumpió 

-cálmate muchacha, despertaras a tu compañero - dijo y señalo una cama a mi lado, ahí pude ver a Harry durmiendo 

No estaba en el infierno y tampoco en el cielo, ah lo entendí, no había muerto aunque era raro, ahí me acorde de la maldición, va a evitar que muera hasta los 16 y tengo recién 11, observe mejor el lugar, estaba en la enfermería, era fría y algo aburrida con los colores y ahí note que habian varios paquetes en la mesa de mi cama, al igual que la de Harry, parecían varias golosinas.

-regalos de tus amigos y admiradores - dijo sonriendo radiantes - Lo que sucedió en las mazmorras entre tú, el troll y la manera que ayudaste a Harry en el último momento es completamente secreto, así que, naturalmente, todo el colegio lo sabe. Creo que tus amigos, los señores Fred y George Weasley, son responsables de tratar de enviarte un inodoro. No dudo que pensaron que eso te divertiría. Sin embargo, la señora Pomfrey consideró que no era muy higiénico y lo confiscó.

—¿Cuánto tiempo hace que estoy aquí?

—Tres días. El señor Ronald Weasley y la señorita Granger estarán muy aliviados al saber que has recuperado el conocimiento. Han estado sumamente preocupados.

—Pero señor, la Piedra...

—Veo que no quieres que te distraiga. Muy bien, la Piedra. El profesor Quirrell no se la pudo quitar a Harry. Yo llegué a tiempo para evitarlo, aunque debo decir que lo estaba haciendo muy bien.

—¿Usted llegó? ¿A que hora?

—En cuanto llegué a Londres, me di cuenta de que el lugar en donde debía estar era el que había dejado. Llegué justo a tiempo parar ayudar a Harry también —me guiño un ojo—. En lo que se refiere a la Piedra, fue destruida

—¿Destruida? —dije sin entender—. Pero su amigo... Nicolás Flamel...

—¡Oh, sabes lo de Nicolás! —dijo contento Dumbledore—. Hiciste bien los deberes, ¿no es cierto? Bien, Nicolás y yo tuvimos una pequeña charla y estuvimos de acuerdo en que era lo mejor. 

—Pero eso significa que él y su mujer van a morir, ¿no? 

—Tienen suficiente Elixir guardado para poner sus asuntos en orden y luego, sí, van a morir. 

Dumbledore sonrió ante la expresión de desconcierto que se veía en mi rostro

—Para alguien tan joven como tú, estoy seguro de que parecerá increíble,pero para Nicolás y Perenela será realmente como irse a la cama, después de un día muy, muy largo. Después de todo, para una mente bien organizada, la muerte no es más que la siguiente gran aventura. Sabes, la Piedra no era realmente algo tan maravilloso. ¡Todo el dinero y la vida que uno pueda desear!Las dos cosas que la mayor parte de los seres humanos elegirían... El problema es que los humanos tienen el don de elegir precisamente las cosas que son peores para ellos. - dijo y no se porque pero me acorde de lo que dijo mi abuelo y mi padrino, debía preguntarles cuando llegara a casa 

-profesor lo puedo preguntar algo - dije, tal vez el no sabia pero debía hacerlo 

- sobre la maldición de tu familia y los poderes que tienes gracias a ello - pregunto y asentí 

-bueno...lamentablemente eso lo debes hablar con tu familia, sabes que los De'Ath tienen muchos secretos y no los revelan a cualquiera, lamentablemente yo no se de eso - dijo y asentí lentamente —Eres una chica muy fuerte, y por lo que me dicen tus profesores, muy inteligente y lista, aunque no tan lista para ingerir el veneno, para encontrar la respuesta al azar. Pero se que encontraras las respuestas, sola, como es el destino, al final de cuentas, nuestro destino es uno y solos lo encontraremos.

Comprendí que este verano me tenia que informar mas sobre mi familia y con ello su maldición aunque sabia que mi abuelo me quiere preparara pero a la vez sin decirme lo que me espera 

-creo que Harry ya esta despertando - dijo Dumbledore y era verdad, el profesor fue directo donde Harry y empezó a responder sus preguntas al igual que las mías, luego este se fue y nos dejo solo para hablar 

-me alegra que estas bien, Harry - dije y el me sonrió

-no debiste ir - dijo 

-eres mi mejor amigo Harry, siempre te ayudare en todo, no pienses que me iba a rendir tan fácil - dije divertida y el soltó una risita 

-pero peleaste con un troll tu sola- dijo y lo interrumpí 

-no fue tan complicado, solo unos golpes - dije 

-y ingeriste todos los venenos que habian - 

-en mi defensa estaba viendo doble, y no soy tan buena para las adivinanzas - dije 

-pudiste haber muerto - 

-pero no lo estoy y seguiré molestándote y protegerte Harry - dije -aunque para ser sincera tenia mas miedo a subirme a una escoba que pelear con un troll y tomar venenosos - dije 

-cierto, este año se me olvido pero el próximo te ayudare a ganarle a tus miedos - dijo y lo mire dudosa - tu también practica - dijo y estiro su brazo, yo hice lo mismo y logramos juntar nuestras manos y le sonreí 

-te quiero Harry - dije 

-yo igual, no se que haría sin ti - dijo y sonreí 

-yo igual, no se que haría sin ti - dijo y sonreí 

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Venus y la piedra filosofalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora