Capitulo IV

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Imágenes y canciones,
Todos los derechos a sus creadores.

©® Historia original con derecho de autor .

«» son pensamientos  del personaje  y situaciones.

Una disculpa por la redacción y la ortografía.

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— Cómo me encuentro para irme y suspendan el tratamiento.

Naraku se enderezo y puso el vaso que bebía sobre el escritorio.

— Aún no puedes dejar por ningún motivo el tratamiento, pero, si quieres irte sólo con tu esposa mostraré a la enfermera como aplicartelo, tengo varios de ellos en frascos que puedes llevar en un sistema de enfriamiento especial.

Sesshomaru asintió aceptando.

— Hazlo, a kagome le gustará tener quién la ayude.

— Y con quién platicar . . . Por Dios Sesshomaru!! Muestra algo más de entusiasmo por el embarazo ella está brillante y totalmente feliz. Es una de las cosas que recordará cuando tengas que afrontar sus recuerdos, sin tí.

Sesshomaru no volteó a mirarlo siquiera.

— Ok, no te diré cómo comportarte con kagome pero, sé más atento con ella, necesitas que se enamore perdidamente de este esposo que ella no conoce, lo agradeceras cuando recuerde.

Dicho eso salió por la puerta, pero antes de cerrar se volvió como si olvidará algo.

— ah,  y más vale que le digas sobre tu enfermedad, he visto que te afecta el tratamiento más ahora, que ya estás visiblemente mejorando. Si te desmayas en algún momento, ella se asustara.

Salió sin agregar más.




***†***



— Sabes a dónde pudieron haber ido?

Le preguntaba el hombre de cabello negro, lentes y sudadera con gorro a otro sujeto alto y con una cicatriz en el rostro.

— No, pero no cerraron la casona, sigue resguardada con seguridad así que, seguro volverán.

Sin más que hablar, el hombre de lentes le pago al otro y se despidieron. Se dirigió a un auto aparcado no muy lejos de ahí, en cuanto subió, el conductor le pregunto.

— Sigues con lo mismo? Ya déjalo! estás perdiendo el tiempo, es gente muy importante y de dinero.

— Tú no entiendes, ella es mía, y no voy a permitir que me la roben así como así. El tipo la abandonó y perdió su derecho sobre ella, yo la volví a la vida y la he satisfecho y hecho vivir con mucho tiempo y dedicación,
¡!nos vamos a casar!! Es mayor que yo pero así la quiero, quiero una vida con ella, es hermosa y coge como nadie, además tiene muchísimo dinero. No Hiten, no voy a perder lo que tanto trabajo me costó para tenerla a mis pies, ella es y seguirá siendo MÍA. Ya lo verás.




***†***




Las costas Españolas eran ideales para que Sesshomaru se sintiera mejor y kagome pudiera ejercitarse sin esfuerzo durante las mañanas. Tenían todo listo para el cuarto de los bebés y ropa suficiente para vestirlos por más de un año. La pancita de kagome ya no era pequeña, estaba bastante crecida con 6 meses y parecía de 7,pues eran dos bebés, dos varones, Kagome no quiso saber el sexo pero Sesshomaru sí, para poder comprar lo necesario.
Las noches de pasión con su marido tenían a kagome totalmente rendida y enamorada, además de ampliamente satisfecha y perpleja, por qué a diario le hacía el amor como la primera noche de su reconciliación, y con semejante barriga. Acostumbraba darle pequeños besos a su vientre causando lágrimas de emoción por lo tierno de la caricia, su frío y serio esposo era tierno después de todo. Sus atenciones y besos robados en lugares públicos en definitiva, su esposo estaba muy comprometido con su rol de padre y esposo.

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