Error, Dolor y culpa.

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- Estás de acuerdo entonces.

-

- Si. No es necesario que lo guardes. Deshazte de todo.

- Bien, será como tu digas. ¿Están en la caja de la biblioteca?

Sesshomaru con seriedad, se levanto a mirar por el ventanal.

- . . . Si, todo está ahí.

Miroku concluyo que era mejor tratar lo otro, en otra ocasión, estaba recuperándose y no era conveniente alterarlo.

- Bien, te tendré al tanto.

Salió de ahí y se dirigió a la biblioteca. Estaba por abrir la caja fuerte y el sonido del teléfono lo distrajo, abrió la puerta saco una caja y reviso distraído el contenido.

- No, no te estoy evadiendo . . . Si, sabes que yo también, pero, no puedo ir ahora. . .

Tomo la caja y se dispuso a cerrar la caja de seguridad.

- ¿Que? NO, es . . . claro que fue delicioso, créeme si pudiera iría ahora y . . .

Se acerco al librero y dejo la caja frente a la colección de primeras ediciones. Se levanto a caminar por la habitación mientras seguía hablando con la mujer.

- Sabes que adoro tus senos y . . . Si también tus . . .

El sonido de un carraspeo molesto interrumpió la charla.

- ¡Ah! Kagura, como estas.

- Puedes dejar tus charlas . . . pervertidas para otro lugar? los gemelos andan por aquí, no quiero que un pervertido como tú los contamine.

- Miroku con una sonrisa taimada, tapo el teléfono para que no se escuchara lo que hablaba con la bella mujer.

- Kagura, hermosa . . . yo sería incapaz de dañar a los chicos . . . Pero tú, preciosa, si quieres algún consejo . . . no puedo ofrecerme, porque Naraku seguramente me dejaría estéril.

Con cadencioso andar y una sonrisa que provoco escalofríos a Miroku, dejo la caja que traía en las manos cerca de donde la otra caja se encontraba, se acerco con calma y mirada sensual al hombre que ya sudaba.

- Créeme Miroku que . . . Tu serias un muy buen maestro . . .

Con brusquedad tomo las partes nobles de Miroku apretándolas, enterrando de a poco sus largas uñas.

- Pero . . . creo que te falta . . . lo necesario, mi esposo es . . . más grande.

Miroku rojo con la respiración acelerada y aguantando el maltrato a sus tesoros. Solamente atino a asentir y doblarse poco a poco en tanto Kagura sonreía con coquetería y le daba un sonoro beso en la mejilla mientras le quitaba el celular de las manos poniéndole en alta voz, hablo con voz sensual.

- Como siempre fue un gusto enorme . . . admirar y . . . Mmmm, tocar, tus . . . bueniiísimos talentos. Espero . . . tu pronto regreso . . . que esperare con ansia.

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