Kouki quiere quedarse en ese mundo nuevo, uno donde no sienta dolor por el rechazo de quien ama, más se ha dado cuenta que a donde vaya sera lo mismo.
Todo es extraño, diferente y lleno de magia.
En un mundo donde debe ayudarse a sí mismo para no mo...
La vida es una prueba para ver si puedes controlar tu espíritu, si vives o mueres por ti mismo.
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Mundo paralelo 2: Actualidad
Después de lo que le pareció una dolorosa eternidad, Kouki; o más bien en ese mundo, el suprema Emperador Kouki Akashi, estaba descansando en sus aposentos.
Había salido de la reunión con la excusa de que su reciente embarazo le empezaba a pasar factura, es decir, el cansancio.
Los vítores del pueblo, del consejo y de las grandes personalidades que ahí se reunían le dieron ánimos y salud duradera.
Así que por la noche y por primera vez desde que hubiera arribado a ese nuevo mundo, fue a visitar a su otro yo.
Fue como verse en un espejo, salvo el pequeño bulto que se veía crecido en su vientre.
—Sabes...— le dijo mientras tomaba con temor la mano del castaño durmiente —Creo que lo que si envidio con dolor de ti, es ese bebe que llevas en tu vientre— sabía que estaba mal decirlo en voz alta, pero era algo que necesitaba decir —De donde vengo eso es imposible—
Su reflejo dormido en la cama no emitió ningún sonido y eso le causo dolor. No quería pensar lo que sentía ese otro Seijuuro al ver a quien amaba de esa manera. Y no necesito de más tiempo para escuchar la puerta escondida de la habitación ser abierta y entrar el pelirrojo y alguien que se le hacía muy conocido.
Por supuesto, tenía que ser. Llevaba la mano vendada.
—Supusimos que estarías aquí, pero pensé que no estaba en tus deseos verlo— hablo el peli verde
Con premura pero sensibilidad, el que sabía era Midorima Shintaro reviso al Kouki durmiente, Kouki y Seijuuro se relegaron automáticamente a una esquina de la habitación, sin decir nada viendo las habilidosas manos del hombre trabajar hasta que termino y les ínsito a seguirle a otro lado.
—Está funcionando— les dijo y solo bastaron esas palabras para hacer que Seijuuro se dejara caer sobre el mullido sillón de la oficina; que era a donde habían llegado a hablar, con un deje de tranquilidad en su cansado cuerpo
— ¿Cómo es que está funcionando mi presencia aquí como cura?—
Ambos hombres se miraron, sin saber si relatar todo lo que había sucedido para que llevaran esa conversación.
—Mereces saber todo, estas arriesgando tu vida por venir aquí y te trajimos a la fuerza— dijo el pelirrojo y vaya que Kouki pensaba que lo merecía aunque estuviera ahí de buena gana.
—El principio de todo esto es el reinado— sigue hablando —El que lleva las riendas aquí es Kouki no yo, así que a muchos no les pareció eso—
Al parecer, según la explicación del pelirrojo. Kouki era el heredero del reino. Pero algunos miembros del concejo; además de querer que se casara con alguien de un reino poco conocido con el que tenían algunas asperezas, no les pareció que se casara con el joven príncipe de un ducado no muy conocido.
