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Una semana y tres días después.

15:03 p.m.

Las cosas iban bien. Kaya está mejor, Holland sigue permaneciendo igual de discreta, Dylan no controla sus impulsos por lo tanto saben que su grupo es el ojo de la tormenta. Ki apoya a Dylan en su decision de saber su paradero y la extraña actitud de los militares europeos no hace más que crecer, Tyler también los apoya. Will se mantiene al margen de todo, no realmente interviniendo, permanece cerca de Thomas a quien si bien le preocupa la situación, le preocupa más que se metan en problemas por lo tanto interviene cuando es debido y Max.. Max está cansado que le oculten lo que está pasando.

Así que, luego del almuerzo decide escabullirse lejos de su grupo de adultos amigos dirigiéndose a la parte contraria de las habitaciones. Si agradece algo es que Dylan no controle su gran boca, por lo tanto, sabe a dónde dirigirse y sabe que debe encontrar.

Le es fácil persuadir a los militares, sus piernas se mueven rápidamente y puede ocultarse con facilidad cuando uno de ellos se acerca. Si le preguntan, no les tiene ni una pizca de miedo. Mucho menos luego de verlos jugar a quien aguanta más girando sobre sí mismo.

Idiotas.

Su objetivo está justo frente a él, detrás de una puerta de acero que sabe que no podrá abrir por sí solo, así que decide esperar hasta que uno de los militares entre y salga. Lo qué pasa luego de unos minutos, llega a tiempo para sostener la puerta con su pie. Dolió, pero valió la pena al ver los grandes controles frente a él, de todas formas, no puede distraerse y su objetivo es uno; un radio militar.

Escucho decir a Holland que tan fácil sería todo si tan solo pudieran infiltrarse en las muchas conversaciones que mantienen los uniformados y Max vio su oportunidad. Cuando el radio estuvo en sus manos la puerta se abrió nuevamente y el pequeño rubio actuó rápidamente, llevándose el radio detrás de su espalda y escondiéndolo debajo de su ropa.

Y cuando el militar se dio cuenta de su presencia él puso sus poderes artísticos en acción.

-Este no es el baño - seguido de una risa confusa y un par de ademanes con las manos - Have a nice day gentleman!

No sabe ruso pero si inglés y la cara del militar le da a entender que tiene cinco segundos de vida así que bajo la atenta mirada del hombre abandona la sala. Está caminando tan distraídamente rápido que no se da cuenta cuando su cuerpo impacta con el de alguien más.

-¿Max?

-Oh, hola Tallahassee.

Claro que el hombre mayor ya conoce al peculiar grupo. Observa a Max con atención.

-¿Que haces aquí?

-Me perdí, estaba buscando el baño - Max se separa discretamente del cuerpo del hombre, para que no vea su espalda.

-Hay un baño en tu celda.

Max frunce el ceño.

-¿Celda?

-Lo siento - Tallahassee sacude la cabeza con una pequeña sonrisa - Quiero decir, tu habitación.

El pequeño rubio entrecierra los ojos, asintiendo lentamente. Tallahassee es un buen hombre, sus amigos confían en él por lo tanto el cree que debe hacer lo mismo. Sabe que Tallahassee tiene tantas sospechas como ellos así que luego de dedicarle una pequeña sonrisa sale disparado hasta su grupo que aún está en el comedor del submarino.

-Wow meteoro, despacio - Ki detiene a Max tomándolo por la cintura antes de que pueda caerse o terminar de estamparse con alguien en el medio del pasillo - ¿Que estás haciendo, tornado?

THE LAST NIGHT |DYLMAS|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora