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23:40 p.m.

Holland se detiene en una esquina del pasillo, un punto ciego hacia dónde la cámara no llega a captarla. Desde esa posición puede observar la habitación de Thomas y Dylan, y la de Will, Ki y Tyler. Una en cada extremo.

Un minuto después ambas puertas se abren y cinco cabeza observan a la pelirroja, esperando la señal. Cuando la pequeña cámara se acerca al punto exacto, Holland levanta su mano y Ki y Tyler se mueven, Dylan también sale casi corriendo de su habitación rumbo al comedor.

Cuando los tres chicos llegan a este, sus linternas iluminan el gran espacio, intercambian un par de miradas extrañas antes de obligar a sus piernas a moverse rumbo a la puerta que tanto alboroto causa en sus cabezas, al menos en la del castaño.

Tallahassee está allí también. Burlando la seguridad del submarino se las apañó para llegar desde una posición más lejos que la que se encuentra el grupo desde el comedor. Los cuatro hombres rodean la perrilla y Tyler saca las llaves de su bolsillo con suma lentitud, cinco llaves nunca pesaron tanto.

Uno... dos... tres intentos. Dylan traga saliva con dificultad, poniendo toda su fe en las últimas dos llaves.

Cuando la cuarta llave por fin cede y la perilla puede completar su camino, Ki es el primero en abrirse paso, abriendo la puerta en su totalidad, dando de lleno con una oscuridad tan densa que los hace retroceder un paso.

-No se que es lo que esperaba - Ki dice - Pero te aseguro que no era esto.

-¿Que puede haber siquiera? - Tyler cuestiona, su rostro preso de confusión que se gira hacia Dylan, quien solo se dedica a observar más haya de la oscuridad, desesperado por ver algo más.

Al final suspira y cierra sus ojos un momento, dejando que el sentimiento de decepción se abra paso por su cuerpo lenta y dolorosamente.

-No lo sé. Solo vámonos.

-Niños - Tallahassee los detiene, un gesto ligeramente divertido en su rostro mientras los observa con una ceja alzada - ¿Miedo a la oscuridad? ¿En serio?

Ki se remueve en su lugar.

-Psss, no..

Tras una última mirada por parte del hombre mayor, Tallahassee se instala en el pasillo, desapareciendo en la oscuridad.

Los tres chicos intercambian una mirada.

-Yo vigilaré - Tyler se ofrece y sus amigos asienten.

Con sus linternas iluminando su camino, se percatan de la figura del hombre no muy lejos de donde ellos están, solo unos pasos detrás. Dylan ilumina ambos lados, dejando a la vista tuberías goteantes y focos quemados. El aire es frío y húmedo. La puerta no está muy lejos pero la oscuridad ya no les permite verla.

Se pregunta que tan largo puede ser ese pasillo hasta que, lo que él cree un par de minutos después. Tallahassee se detiene, ambos chicos justo detrás de su espalda y frente a ellos una puerta, una gran puerta.

Saben que no pueden abrirla, ni siquiera lo intentarán porque no tiene cerradura, tiene una ¿perilla? Algo muy parecido a un timón de barco pero, observando más haya de eso, Dylan puede darse cuenta de las diminutas gotas de agua alrededor de esta.

-No tiene sentido - dice Tallahassee, su ceño fruncido mientras intenta encontrará algo más que esa puerta - no puede ser una salida.

-Ni siquiera es por donde entramos - Ki habla, su linterna pasando de la puerta hacia el metálico techo - entramos por una escotilla, justo arriba.

-Tal vez sea.. ¿una puerta de emergencia? - aventura el castaño, teniendo más sentido en su cabeza.

-No quiero saber que clase de emergencia - Ki suspira, su linterna iluminando el camino detrás de ellos - ¿Podemos irnos ahora?

THE LAST NIGHT |DYLMAS|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora