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Tres golpes en la metálica puerta fue lo que despertó a Tallahassee. Al hombre le tomo un momento abrir los ojos y fruncir el ceño, ¿ya había amanecido?

Entonces, el miedo lo inundo. ¿Y si lo descubrieron? Estaba muerto, muerto y enterrado miles de metros bajo tierra.

-¿Hey Tall? ¿Estás bien, hombre?

-Sí viejo, ya son más de las doce.

Era Dylan y Ki, una risa que logró identificar como el moreno de nombre Tyler. Un suspiro de alivio abandono sus pulmones mientras se disponía a abrir la puerta y dejarlos pasar. Les dedico una sonrisa avergonzada a los tres jóvenes frente a él antes de volver a tomar asiento sobre su litera y alejar el sueño de su rostro.

Tallahassee, a diferencia de los demás sobrevivientes, no le había tocado compañero de cuarto y es algo que está muy agradecido.

Ki y Tyler se toman la libertad de subir a la litera vacía sobre el hombre y tomar asiento allí. Haciéndole señas al castaño para que le diga de una buena vez lo que hablaron en el comedor.

Dylan suspira y apoya su peso contra la metálicas mesa detrás de él.

-Nos descubrieron anoche - el castaño decide comenzar por el problema principal, ya que Tallahassee no estaba con ellos cuando sucedió - Quiero decir, Janson cree que tenemos la llave, lo cuál negamos, y tampoco sabe que abrimos la puerta así que...

Dylan se encoge de hombros, observando a un Tallahassee nada impresionado. El castaño frunce el ceño. ¿Eso es todo? ¿Dónde está el sermón de vida?

El hombre permanece en silencio y se pone de pie, dirigiéndose directamente donde está el castaño, pero a la metálica mesa detrás de él. Dylan voltea entonces, dándose cuenta del contenido sobre esta.

Los ojos mieles lo observan muy abiertos. Tallahassee asiente lentamente hacía el castaño, respondiendo sus silenciosas preguntas.

Tyler y Ki fruncen el ceño, intercambiando una mirada de confusión.

-¿Están teniendo una clase de telepatía o..? - las palabras dejan automáticamente la boca del coreano. Causando que ambos, Tallahassee y Dylan lo observen.

Tallahassee les sonríe de una manera que los hace sentir cierto nivel de incomodidad y confusión.

-Espero que sepan nadar.

...

Max apoya su mano sobre el frío vidrio, tratando de divisar alguna figura entre tanta oscuridad. Jamás creyó que el océano podría ser tan, bueno, eso, oscuro. Las películas que vio toda su vida lo estaban decepcionando lentamente.

-Solo ten paciencia- Thomas a su lado acaricia su cabello - Sí te enfocas muy bien...

Entonces lo ve, el pequeño rubio salta cuando un pequeño pez se acerca lo suficiente al vidrio para poder verlo. Thomas sonríe, esperando que Max se este distrayendo un poco de todo su alrededor.

Lo trajo al lugar que él mismo descubrió un par de días después de su llegada al submarino, esa sala vacía con dos grandes vidrios, espera que ayude a Max tanto como lo ayuda a él.

La atención de ambos chicos se dirige a Kaya cuando esta se acerca lentamente a ellos. Un ligero rubor en sus mejillas y sus manos entrelazadas nerviosamente mientras trata de mantener una sonrisa en su rostro.

Toma asiento junto a ellos, frente a la gran mata oscura. Se mantiene en silencio, su ceño fruncido como si algo la estuviera molestando.

Thomas y Max intercambian una mirada antes de volver sus ojos a la castaña.

THE LAST NIGHT |DYLMAS|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora