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¿Era.... Real?
¿Alguien había puesto su mirada en mi?
Y no, para hacerme sentir mal...
La encargada de los niños pequeños, me había dicho... Que alguien estaba interesada en mí.
De Inmediato creí, que se trataba de la Señorita Emily.
La mayoría de personas que adoptan, solo quieren a los pequeños...
Llevo tanto tiempo en ese lugar, tantas burlas y...
— Hola, Hola. Ángels — La señorita Emily, había llegado.
Estaba sobre sus rodillas, prácticamente su frente y la mía, podían hasta chocar.
— H-Hola — Seguía algo nerviosa, ella ha sido buena conmigo... Pero, no quiero creer que es por que le doy lastima.
La adulta frente a mi, me observaba.
Luego tomo mi mano.
— ¿Estás preparada para divertirte? — Preguntó, acariciando un poco mi pequeña mano.
— ¿Q-Qué haremos, Señorita Emily? — Ella se levantó, para luego cargarme.
Me sentí...
Cómoda entre sus brazos.
— Primero que nada, tengo algo para ti — Dijo sonriendo. La curiosidad despertó en mi, de su abrigo sacó una manzana acaramelada.
Mis ojos brillaron de manera incondicional.
Con mis manos, algo temblorosas... La tomé.
— ¿Qué esperas? Ábrela, es tuya — Mencionó, comenzando a caminar.
Ella es... Realmente buena.
Abrí la manzana, con algo de timidez comencé a comerla.
Era muy dulce.
— ¿Te gusta? Yo misma la hice... — Reveló, mis ojos se abrieron, me sorprendí mucho.
— S-Si, esta deliciosa — Respondí sonriendo.
— Oh, ya está aquí — Dijo, mi vista se posó en un hombre, este estaba recargado en un carro.
Me escondí.
— Tranquila, ¡Jack! — Gritó.
El otro chico, se acercó.
¿Quién es él?
— ¿Es ella? — Escuché como preguntó. Tenía algo de miedo.
— Ángels, él es Jack. Nos hará compañía; ya que tiene carro para llevarnos más fácilmente — Explicó Emily, el tal "Jack" tocó de manera lenta una de mis mejillas.
