Moriría por unas alitas.

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—Deja de hacer trampa— pidió Belladona entre risas. Durante una semana Beetlejuice y ella se habían vuelto más cercanos y habían incluso desarrollado una especie de costumbre entre ellos, se trataba de jugar pinpong.
—No hago trampa, bebé— indicó Beetlejuice con una sonrisa juguetona
—Sacar varias copias de ti es trampa— dijo Belladona
—No es cierto— dijeron los seis Beetlejuice al mismo tiempo y Belladona solo río mientras negaba con la cabeza.
Al final ambos estaban sudando y riendo en el suelo, Belladona se dio cuenta de lo feliz que era siempre que el fantasma estuviera con ella.
—Hey— dijo Bella con su tono relajado —¿No mueres por alitas?— preguntó mientras veía los ojos amarillentos del fantasma quien sólo sonrió y asintió con una expresión divertida
—De hecho morí por unas alitas— explicó Beetlejuice con un tono de broma y Belladona se rio
—¿En serio?— preguntó Belladona sorprendido, siempre que intentaba preguntarle como había muerto el cambiaba de tema
—¡Claro que no, muñeca!— se rio el espectro, realmente le sorprendió que Belladona tan siquiera hubiera tomado en serio sus palabras
—Carajo— dijo entre dientes la rubia y Beetlejuice sólo se rio más
—Ire por alitas— dijo decidida Bella y se paro
—Te acompañaré en espíritu— indicó el fantasma —Literalmente— sonrió Belladona.

La noche era tranquila, Belladona siempre se sentía segura con Beetlejuice, incluso cuando él camino para ir al puesto andante de alitas era uno de los más peligrosos de la ciudad.

Belladona finalmente tenía su precisada comida en sus manos y camino sin preocupación con Beetlejuice a su lado contándole cosas. Todo iba bien hasta que se topo con un tipo fuera de un bar, el sujeto en cuestión olía a alcohol a más no poder y parecía estar completamente ebrio.
—Hey, belleza— grito el hombre vivo y Beetlejuice volteo a inspeccionarlo con seriedad
—No le hagas caso— pidió la chica a su amigo muerto, pero parecía que sus palabras fueron ignoradas cuando escucharon pasos detrás de ellos
—Te estoy hablando— grito el ebrio —¿Eres sorda?— pregunto con ira el hombre y tomo del hombro a Belladona haciéndola girar a su dirección con fuerza —Las rubias siempre fueron mis favoritas— explicó el tipo, era muy alto haciendo que Belladona tuviera que levantar su cara para verlo —Que bonita eres— siguió divagando
—Sueletame idiota— exigió con rabia Bella, Beetlejuice estaba más que furioso por todo lo que estaba pasando
—Chica, di mi nombre tres veces y me eliminaré a esta basura— dijo Beetlejuice
—Espera, B.J. Quiero ver si este tipo entiende con palabras, sino es todo tuyo— explico Bella al espíritu, pero el acosador no podía ver con quien hablaba la dama
—¿Estas loca?, ¿Sabes que no hay nadie contigo, verdad?— pregunto como una amenaza el varón
—Dejame en paz o lo lamentarás— advirtió Belladona a lo que el tipo solo se rio. Luego tomó los dos hombros de la rubia y la aventó con fuerza hacia la pared haciéndola quejarse por el fuerte golpe que recibió
—¡Beetlejuice!— grito Belladona, más enojada que nunca —¡Beetlejuice!— nubes verdes cerca de los dos vivos aparecieron, haciendo que el tipo volteara a su alrededor para verlas —¡Beetlejuice!— ante esta última mención un rayo morado salió de las nubes y de entre ellas también apareció un hombre, el mismísimo fantasma con más.
Beetlejuice tomó entre sus manos el cuello del tipo quien estaba un poco en shock y antes de que el ebrio pudiera hacer algo las nubes se volcaron sobre ellos haciendo que Belladona no pudiera ver lo que estaba pasando, solo escucho gritos agudos por parte del vivo y risitas sarcástica por parte de Beetlejuice.
Finalmente ambos salieron de la nube, Beetlejuice cargaba al tipo en un hombro y lo tiro con fuerza al suelo, los ojos del sujeto estaban en blanco y de su boca salía baba verde
—No quiero saber que le hiciste— dijo Belladona sorprendida
—No te preocupes por el— explico Beetlejuice mientras movia un poco con asco la cabeza del mortal que yacía en el suelo con la punta de su zapato —La que importa aquí eres tu, ¿Esta bien, corazón?— pregunto Beetlejuice preocupado por la joven quien solo se sobo la espalda y sonrió con la dulzura que lo hacía derretir.
—Solo necesito un poco de pomada— indicó Belladona

Finalmente estaban en el departamento, Bella tenía que ponerse pomada en la espalda pero no alcanzaba todos los lugares. Sabía que tenía que pedirle a su amigo que la ayudara pero la sola idea le daba pena. Suspiro con fuerza y tomó toda la seguridad que necesitaba
—B.J, necesito tu ayuda— mencionó la muchacha y Beetlejuice volteo a verla —Necesito que me pongas pomada en la espalda— pidió Belladona
—Seguro— sonrió Beetlejuice con seguridad. Belladona entonces se empezó a quitar su playera
—¡Woo, Woo, woo!— exclamó sorprendido el fantasma —Solo te lastimaste la espalda, solo tenías que levantar la parte de atrás de la camisa— explicó el fantasma sonrojado
—Cierto— susurro Belladona dándose cuenta de su error y sintiéndose estúpida, haciendo que un rojo atravesará toda su cara.

—¡Auu!— gruñó Belladona al toque frío de la mano muerta de su amigo
—Perdón dulzura— suplico el fantasma con tono divertido
—No te he agradecido por salvarme— dijo Belladona, estaba nerviosa porque estaba teniendo un contacto tan íntimo con el fantasma
—No tienes que agradecer, muñeca— mencionó el hombre de pelo verde mientras ponía más pomada en un enorme moretón
—Si tengo... — suspiro Belladona.
Volteo a ver a su amigo y se encontró con una mirada suave y dulce, nunca lo había encontrado viéndola así, por alguna razón el fantasma le parecía tan atractivo, desde su nariz, su boca y sus ojos, aquellos ojos entre el verde y el amarillo la hicieron sonreír y acercarse a su cara lentamente
—Bella... — exhalo Beetlejuice confundido
Belladona finalmente beso al espíritu, sus labios chocaron en un beso gentil y dulce, ambos se sintieron cálidos y el corazón de Belladona latía con fuerza, las manos de Beetlejuice se deslizaron con suavidad hasta la preciosa carita de Bella, la sostenia como lo más preciado del mundo, se sentía vivo, se sentia tan bien y quería que ese instante jamás terminará. Lentamente ambos se separaron y respiraron acelerados, se vieron a los ojos durante unos segundos, no se dieron cuenta que sus manos estaban entrelazadas durante un momento hasta que Bella sintió una ola de culpa.
—Perdón— dijo Belladona separándose inmediatamente, haciendo que Beetlejuice se sintiera confundido, no sabía si el beso había sido igual de grato para ella como lo fue para el. Ambos solo se quedaron en silencio en el sillón, viendo a la nada.

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No puedo esperar para publicar el siguiente capitulo

And I love her [Editando] (Un Fanfic De BEETLEJUICE) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora