Narra lucho
Había vuelto bajo tierra, donde se encontraba toda mi gente y mis amigos, donde era el hombre más poderoso y que todos respetaban. Era el rey del infierno por así decirlo. Puedo entrar y salir cuando quiera tan solo tengo con ponerme el colgante que tengo. En el infierno solo estaban las personas que habían fallecido y habían cometido pecados y más demonios. Podía convertirme en demonio o ser humano cuando me plazca aunque si algún ser no perteneciente al infierno descubre que soy las dos cosas al mismo tiempo automáticamente se quedaría atrapado en el infierno. Igual nunca me convertía en demonio.
Fui a visitar a Agustín, mi mejor amigo.
-¿Te acordas la mina que te dije que me gustaba?-le dije.
-sí ¿Que pasó?
-cada día que pasa la amo más, se que ella no es feliz desde que murió su amiga, siempre me habla de los momentos que vivían juntas, quiero traerla acá para que la pueda ver pero sería incumplir las normas.
-te entiendo, para eso tendrías que matarla...
-no quiero hacer eso, no podría lastimarla. Pero eso la haría feliz, realmente no sé qué hacer.
-tampoco se cómo ayudarte-apoyó su mano en mi hombro.
...
Llegué al palacio, al entrar en mi habitación me saqué la remera y serví vino en una copa. Me senté en el borde de la cama mirando al suelo pensando, luego tomé un trago.-Ya está- dije en voz alta. Mañana la mataría, es la única manera de que esté acá.
♡︎♡︎♡︎