En frente de la luz del atardecer que ocurría justo después de su graduación y la de sus amigos, Naruto empieza a darse cuenta de que estaba tan cegado en sus problemas personales y en el presente, que jamás llegó a tener preocupaciones.
La vida se...
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Sasuke ni siquiera pensó en su próximo movimiento con antelación, pero ya tenía agarrada la muñeca de Naruto y le obligaba a dejar el establecimiento, porque sus sentimientos ahora estaban mezclados con la impotencia de no saber lo que le pasaba a su amigo, y al mismo tiempo el cariño que sentía hacía él y lo que hacía que el sentimiento de preocupación apareciera en él.
Las lágrimas que se generaban debajo de los ojos de Naruto no hacían más que aumentar y su cabeza empezaba a dar vueltas mientras Sasuke le desplazaba por toda la discoteca, para que en menos de un instante la brisa de la noche le hiciera percatarse de que ya se encontraba en el exterior. Abrió los ojos de forma más grandes que antes y observó a Sasuke, quién seguía sacándole fuera del recinto. No podía ver su rostro desde aquella perspectiva, pero sabía, por la situación, que estaría enfadado.
Naruto estaba tan confundido e inmerso en su tristeza que cuando Sasuke le empujó contra la pared en un arrebato de rabia, no le importó nada. No había ningún tipo de reacción en él, ni siquiera una pequeña queja por el dolor.
—¿Qué se supone que te pasa, Naruto? —gritó como si él y Naruto fuesen las únicas personas en toda la calle. Enfadado, y exigiendo una respuesta, lo último que quería era darse por vencido.
Naruto intentó limpiarse las lágrimas con las yemas de sus dedos, pero acabó teniéndolas tan húmedas al rozarlas contra la humedad de sus ojos que resultó casi inútil. Tragó saliva, deseando que su sollozo le dejase hablar con claridad. El chico había adoptado una postura de “ya todo me da igual” que le incitaba a desahogarse al completo y realizar acciones sin pensarlo, ignorando si iba a arrepentirse al día siguiente o no.
—Tú siempre hablas de que cuando te gradues te vas a ir a otro país, Sakura se está preparando para trabajar como locutora de radio, pero ¿y yo? Yo no sé de qué trabajar ni cómo, y encima vosotros estaréis lejos de mí y yo no sé qué voy a hacer sin vosotros, además siempre estás recordándonos que quieres irte del país, como si quisieses alejarte de nosotros, así que, dime, Sasuke, ¿acaso somos amigos?
Sasuke tuvo que pensar en cómo reaccionar a las palabras de Naruto. Él realmente no llegó a reflexionar sobre el tema alejarse de sus amigos, y aunque lo veía como "el ciclo de la vida", lo cierto es que, si le apenaba un poco pensar en ello, ver a Naruto comportarse de esa manera le destrozaba. Porque lo peor era que él se sentía culpable.
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