En frente de la luz del atardecer que ocurría justo después de su graduación y la de sus amigos, Naruto empieza a darse cuenta de que estaba tan cegado en sus problemas personales y en el presente, que jamás llegó a tener preocupaciones.
La vida se...
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El dúo de amigos estaba en curso de volver a su hogar. Naruto lleva todo el camino sonriendo muy ampliamente y Sasuke observándolo y sonriendo en su propio interior.
—Veo que ya te sientes mejor. —comenta Sasuke, con algo de neutralidad, aunque Naruto sabe que realmente se preocupa por él con gestos tan “pequeños” del estilo, que no lo son cuando se trata de su amigo.
Naruto vuelve a sonreírle de forma amplia. Realmente está muy feliz.
—¿Qué vas a hacer mañana, Naruto? —pregunta Sasuke ahora, más buscando una forma de seguir con la conversación que otra cosa.
—No lo sé. —responde, como si le diese completamente igual de repente—, ¿entonces cuándo veremos lo de buscarme un futuro trabajo?
—Si quieres y puedes, este fin de semana. —era obvio que Naruto lo deseaba más que nada.
—¿Y cuándo te irás del país? —se cuestiona Naruto de la nada.
Sasuke se queda en silencio por unos segundos, porque hasta ese momento no se había dado cuenta de que tendría que abandonar todo lo que quedaba en aquella ciudad, era algo que en cierta parte ya sabía, pero sólo se fijaba en las cosas malas que dejaría atrás. Ahora no sabe exactamente cómo responder a Sasuke, pues no se ve totalmente capaz de responder a Naruto, pero lo tiene que hacer.
—Probablemente en unos meses... —responde con pena en su voz.
Naruto hace justamente lo contrario que su amigo espera de él. Se acerca mientras sonríe y vuelve a darle un abrazo rápido que dura unos tres segundos, para después seguir caminando.
—¿Seguiremos en contacto, verdad? —pregunta demasiado animado.
Sasuke no entiende al completo el comportamiento de su amigo, pero lo acepta, y le contesta mientras enmasculla una tenue sonrisa.
—Por supuesto que sí.
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