Capítulo XI

1.7K 153 31
                                    

SCP-049 hizo un gesto cuando el bisturí cortó tu mano, debido a que había estado en el cadáver del bovino y al no llevar guantes claramente la sangre del animal había hecho contacto contigo. Como primera acción al sentir dolor apretaste la mano. Te alejaste un poco de la mesa, tomaste un breve suspiro para después abrir la mano, la sangre brotaba, había sido una herida algo profunda. Cuando la viste, temías a que necesitara más que un simple vendaje, maldijiste en silencio. Por un momento olvidaste la presencia de 049, cuando por fin saliste de tu bloqueo mental, volteaste lentamente a un lado. SCP-049 estaba viéndote fijamente con una expresión completamente ilegible, no sabías de qué manera se encontraba, ¿Estaba enojado?¿Disgustado?, no podías saberlo, la capa y la máscara ocultaban su rostro, simplemente mirabas sus intimidantes orbes sobre ti. –Ah... Yo-. No sabías que decir, las palabras no fluían con facilidad.

El Doctor Hamm estaba observando toda esta situación, prestaba atención a cada movimiento de 049. Si algo se salía de control no dudaría en sacarte de la cámara de contención, no te dejaría morir el primer día en tu trabajo de asistente, no al menos sin tener suficiente información recabada. No obstante, se sorprendió al ver los actos de este ser.

SCP-049 estiró una mano hacia a ti, no necesitó decir palabra alguna, entendiste perfectamente lo que trataba de dar a entender. Quería ver cómo estaba la herida. A pesar de que intentabas hacer presión con la mano contraria la sangre seguía fluyendo, no te quedó otra opción más que ceder a su pedido. Extendiste la mano, antes de que pudiera hacer contacto con la de 049, él la tomó, haciéndote dar un salto del susto. Examinó tu mano, para después hablar. –Necesitarás que suture la herida-. Te llevó a otra mesa, la cual estaba libre de cualquier contaminación. Te sentaste en una de las silla mientras que el buscaba aguja e hilo en una pequeña caja de madera que estaba sobre la mesa. Pasó el hilo en el agujero de la aguja y cortó una cantidad necesaria. Antes de comenzar, tomó un frasco que contenía un líquido azul oscuro y empapó un algodón. –Me permite su mano querida-. La elevaste un poco hacia a él para que pudiera tomarla, sin antes preguntarle de que se trataba. –Esto..., se trata de un anestésico que a su vez sirve como desinfectante, para este tipo de situaciones-. –U-usted lo elaboró-. Preguntaste curiosamente. Dio un leve asentamiento con la cabeza como respuesta. Tomó suavemente tu mano, para después mirarte a los ojos. No sabias porque, pero estabas apenada, intentaste no moverte, sin embargo, diste un pequeño salto cuando sentiste el húmedo algodón sobre la mano. –Tranquila, en un momento no sentirás dolor-. Dijo SCP-049. Efectivamente fue así, gradualmente ibas perdiendo la sensación en la mano, hasta tenerla entumecida. Observaste como 049, se acomodó en la silla. Te ordenó que colocaras la mano sobre la mesa para poder comenzar. Una vez preparado, comenzó a suturar tu mano. Parecía tan concentrado, no podías dejar de mirarlo, pensabas que era demasiado profesional cuando se trataba de su trabajo, si no fuera por la extraña reacción al recibir su toque parecería completamente un humano, inclinaste un poco la cabeza mientras pensabas. Perdiste la noción del tiempo que no te diste cuenta en que momento había terminado, ni que te había vendado la mano, hasta que escuchaste su metálica voz. –Tiene alguna pregunta para mi señorita-. Se había dado cuenta que lo estabas observando todo ese rato. Te moviste un poco de la silla. –Ah... no, ninguna-. –De acuerdo. Si me permite continuaré con mi labor-. Se levantó y se dirigió nuevamente al cadáver.

No querías permanecer sentada o sin hacer nada, mucho menos quedar como una inútil, porque sabías que no eras así. El accidente había sido causa de tu nerviosismo. Seguiste a SCP-049 y te colocaste a un lado de él. Éste pudo sentir tu presencia pero solamente te miró de reojo. –¿Puedo intentarlo?-. Dijiste muy decidida. 049 se detuvo al escuchar tus palabras, sin apartar la vista del bovino. Sin decirte nada, te cedió el bisturí. Lo tomaste con la otra mano, esta vez con más cuidado y mayor concentración, intentabas hacerlo de manera perfecta a pesar de que no estuvieras acostumbrada a usar esa mano. Te aturdiste cuando sentiste la mano de 049 sobre la tuya. Se había percatado de que se le estaba dificultando cortar el cadáver. Te sujetó ligeramente de tu otro brazo para que no te movieras demasiado. Estaba muy cerca de ti, podías sentir su intimidante presencia. 049 presionó tu mano, esto hizo que cortara un poco más el cuerpo del bovino, después comenzó a moverla, arrastrando el bisturí hacia abajo, hasta finalmente abrirlo.

Cuando terminaron, te deslizaste dejándole el lugar a SCP-049. –Gracias señorita-. Éste sacó un artefacto de su bolso, te sorprendiste al ver su tamaño. Era demasiado largo para entrar ahí. –Todo lo relacionado con SCP-049 realmente es... "inexplicable"-. Pensaste. Con ayuda del aparato abrió aún más el bovino, separándolo, dejando ver su interior. A pesar de que no estabas haciendo gran cosa, te mantenías observando todos los movimientos que hacía 049, te hipnotizaba, después de todo eras una persona demasiado curiosa. SCP-049 inyectó varios líquido extraños dentro del bovino. Querías preguntar de qué se trataba pero no lo hiciste, tal vez se trataba de algo propio. Sin embargó, pudo notar en tu rostro la duda que existía. –Lo entenderás con el tiempo-. Dijo, pues sabía que ese gesto era ocasionado por lo que estaba haciendo. Como acción final cosió el cadáver.

Después de un momento, SCP-049 comenzó a escribir en su diario, las observaciones del bovino. ¿Estaba esperando a que se moviera?, te preguntaste mentalmente. Pero para tu mala suerte la voz del Doctor Hamm se escuchó en el intercomunicador. –Señorita [insertar nombre] es hora de que vuelva a su habitación-. Te desanimaste cuando escuchaste sus palabras, realmente esperabas ver el resultado del experimento, querías verlo con tus propios ojos. –Por favor acérquese a la puerta para dejarla salir-. –Está bien-. Respondiste haciendo un gesto abatido. Te dirigiste a 049 para despedirte de él. -Umm, gracias y realmente lamento el inconveniente-. Dijiste haciendo referencia a lo sucedido con tu mano. –No importa, habrá más tiempo...-. Se acercó a ti para después inclinarse un poco, a diferencia de otras veces no retrocediste permaneciste firme ante él. –Y así puedas despejar todas sus dudas-. No sabías a que se refería exactamente, pero sabías que tenía razón. Con él descubrirías nuevos horizontes, inclusos los que una persona común no se arriesgaría a realizar.

SCP: Secure, Contain, Protect/SCP-049 x LectoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora