Capítulo XIV

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Una vez más te encontrabas dentro de la celda de 049. Estabas sentada a un lado de él, en la espera del sujeto de prueba. Movías tu pie de arriba hacia abajo, mientras que 049 se encontraba escribiendo en su diario. Dirigiste la mirada hacia sus anotaciones, en esta ocasión escribía en un lenguaje conocido. Tus ojos siguieron el trazo del bolígrafo, sorprendiéndote, SCP-049 estaba escribiendo sobre ti ¿Por qué? ¿Acaso eras el nuevo sujeto de prueba? No podía ser o tal vez el Doctor Hamm había cambiado de opinión sobre mantenerte con vida ¿Te había otorgado a SCP-049? De un solo movimiento cerró su diario, para dirigirle la palabra. -Son solo observaciones personales, no tiene de que preocuparse-. Volvió a meter el diario dentro de su túnica. -Mmm... ¿Sobre mí? ¿Soy alguna clase de experimento?-. Preguntaste delicadamente. 049 cerró sus orbes y se acomodó firmemente en la silla. -De cierta manera, aunque en realidad no-. Respondió. -Um...-. Emitiste un leve sonido. Frunciste el ceño, pero no de enojo, sino más bien de confusión. Estabas confundida, no por la respuesta que habías recibido, se trataba de ti. Te habías molestado con el Doctor Hamm por haberte hecho parte de un experimento (de cierta manera), a diferencia con 049.

Un guardia entró a la celda con el sujeto de prueba. Se trataba de un mono, notaste que estaba en su plena agonía, las gotas de sangre caían sobre el piso, manchándolo de rojo. El guardia dejó la jaula en una esquina. -Confío en que se preparó-. Habló 049 haciendo referencia al libro de medicina. Sonreíste suavemente ante sus palabras. -Sí, por supuesto-. El Doctor de la peste se dirigió a la jaula para tomar la jaula para llevarla a la mesa donde realizaba sus procedimientos, cuando te acercaste tu mirada se posó sobre el mono, podías notar aún su respiración, la cual era lenta, escuchabas unos leves quejidos que provenían de ahí dentro. No pudiste evitar sentirte triste, escuchar sus lamentos, no estabas preparada para algo así, pero tampoco querías detener el trabajo de 049, solamente volteaste la mirada rápidamente. SCP-049 se percató de esto, así que abrió la jaula y metió la mano dentro haciendo contacto con el pequeño mono, haciendo desaparecer el sonido emitido por esto. -Realmente es lamentable... Lo sé, pero el trabajo continúa y los seres vivos son la única forma de avanzar correctamente-. -E-Entiendo...-. Respondiste mirando el suelo. Pasaste tus manos sobre tus ojos y suspiraste profundamente. Cuando te sentiste completamente lista dirigiste la mirada a SCP-049, quien te estaba observando. La mirada de 049 estaba profundizada en ti, con los ojos entrecerrados, como si estuviera buscando una respuesta en usted. -E-entonces... prosigamos-. Dijiste de manera nerviosa.

El Doctor de la plaga retiró al sujeto de prueba para ponerlo sobre la mesa. A partir de ese momento no hizo ningún comentario, ni siquiera pidió tu ayuda. Te sentías incómoda, tal vez lo habías hecho molestar por lo sucedido, pero antes de que pudieras seguir pensando su voz te distrajo. -¿Qué té ha parecido? ¿Tienes dudas?-. -¿Disculpe?-. Preguntaste mientras el realizaba todos los procedimientos. Te detuviste a pensar un poco, hasta que recordaste de que podría estarse refiriendo. -Oh, sí. La verdad es que es magnífico. Los libros actualmente no vienen muy detallados o explicados. Inclusive las pequeñas notas personales me han ayudado a entender mejor-. Lograste escuchar una pequeña risita saliendo de él. -¿Se ha detenido a leerlas?-. -Sí, la verdad es que solamente leí las que entendía-. -Hmm... tal vez después puede enseñarte-. -Me parece excelente-. Respondiste entusiasmada. El Doctor Hamm golpeaba la mesa con el bolígrafo mientras que observaba todo profundamente a detalle.

Después de un momento, 049 finalizó. Tomó alrededor de 10 minutos para que el mono comenzara a moverse haciéndolo caer de la mesa. Observabas fascinada mientras que SCP-049 sacó su diario para comenzar a redactar. Algunos minutos más tarde, aquella criatura comenzó a moverse con mayor facilidad. Dirigiste la mirada a SCP-049, sonreíste ligeramente al verlo, parecía estar severamente concentrado en la criatura con esa mirada fría y calculadora. Corría libremente por el espacio, percatándose de tu presencia, se acercó a ti, caminando torpemente. 049 apartó la vista de su diario y la dirigió hacia dónde estabas. El criatura parecía estar escaneándote lentamente, cuando terminó se alejó de ti. Recordaste que las instancias de 049 se encargaban de detectar a aquellos que contenían la enfermedad y obedecían las órdenes de éste. Te perdiste dentro de tus pensamientos hasta que escuchaste un fuerte ruido. El mono parecía haberse salido de control chocaba fuertemente contra las paredes. El rostro de 049 parecía estar irritado, al parecer los resultados no eran lo esperada. La criatura se lanzó fuertemente contra la puerta de metal, estrellando su cráneo contra ella, dejándolo inanimado. SCP-049 se acercó al mono al igual que tú. -Hmm... A pesar de no ser una cura perfecta aún, es demasiado impresionante-. Volteó a verte ante tu comentario, su gesto no era legible, pero sin lugar a dudas si pudieras verlo, estarías segura que estaba maravillado. -Hay mucho por hacer, ¿No es así doctor?-. Dio un leve asentamiento de reconocimiento. La voz del Doctor Hamm se escuchó en el intercomunicador, parecía estar molesto. -Señorita, acérquese a la puerta, es hora de que salga de la cámara de contención-. Estabas a punto de despedirte cuando 049 te tomó de la barbilla. -Sigue alimentando tú mente. Nuestro trabajo comienza ahora-. Soltó suavemente tu barbilla.

Caminaste hasta salir. Afuera te esperaba el Doctor Hamm, quien con un gesto indiferente te informó que al día siguiente se presentarían a una reunión, para informar como marchaba la situación. -Probablemente no regrese a este lugar-.

SCP: Secure, Contain, Protect/SCP-049 x LectoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora