✾ CAPITULO 3 ✾

2K 245 9
                                    


✾ CAPITULO 3 ✾

No era culpa de Singto que Krist siguiera loco por él.

Pero a pesar de sus sentimientos no podía dejarse llevar. Lo último que deseaba en el mundo era que Singto averiguara la verdad.

✾~✾✾~✾

Singto escuchaba a medias mientras el Ministro de economía  le ponía al día sobre su propuesta de crear una fuerza aérea conjunta para los dos países. En circunstancias normales Singto estaría calculando mentalmente el precio de dicha operación y haciendo docenas de preguntas.

Pero aquéllas no eran circunstancias normales. No podía dejar de pensar en Krist.

Le había hechizado la mente del mismo modo que los fantasmas encantaban los castillos. Se movía, aparecía, desaparecía durante unos instantes y volvía a aparecer cuando menos lo esperaba. Lo deseaba. El tiempo que habían permanecido separados no había servido para mitigar su pasión ni para olvidarlo.

Krist estaba más hermoso todavía de como lo recordaba... y más tentador. Su cuerpo lujurioso, sus ojos marrones, su cabello rubio... No había una parte de Krist que no deseara. Besarlo había sido un error. Le había dado oportunidad de saborear el paraíso perdido y al que deseaba desesperadamente regresar.

Quería hacer el amor con Krist. Quería explorar cada curva, cada rincón. Quería saborearlo y acariciarlo, volverlo loco, obligarlo a rendirse para poder volver a tomarlo una y otra vez.

—¿Está usted de acuerdo, Alteza? —preguntó el hombre frente a él.

Singto miró fijamente al Ministro, que estaba sentado delante de él. No tenía ni la menor idea de qué estaban hablando. Sintió una oleada de rabia.

¿Cómo se atrevía Krist a invadir su mente y mantenerlo alejado de sus obligaciones?.

Amaba su trabajo con una pasión que no había sentido nunca por una persona. No había motivo para que estuviera distraído. En su momento volvería a tener a Krist. Mientras tanto se olvidaría de él.

—Lo lamento, Señor Ministro —dijo Singto con sequedad. —¿Le importaría repetirme la pregunta?.

✾~✾✾~✾

Krist se detuvo un instante a la entrada del salón de baile. Tenía el estómago sorprendentemente tranquilo teniendo en cuenta lo nervioso que él estaba. Casi doscientas personas bebían cócteles y charlaban. La suma de la ropa y las joyas que llevaban todos sería seguramente suficiente para acabar con la deuda exterior de un país pequeño.

Krist le echó un vistazo a su traje nuevo, regalo de su P'New. Su hermano había invitado a los dueños de un par de boutiques para que llevaran sus diseños y le había pedido a Krist que escogiera un guardarropa nuevo. Cuatro meses atrás era New el que se había sentido extraño aceptando la ropa que le regalaba su recién encontrado padre.

Krist había considerado entonces el tiempo que pasaron en Honey como una aventura. Pero ahora comprendía y compartía el recelo de su hermano.

¿Acaso estar esperando un hijo de Sigto era lo que le provocaba la diferencia?.

Mientras caminaba hacia la barra Krist pensó que aquél era un pensamiento absurdo. Su traje de una de las boutiques más exclusivas del lugar le daban un porte llamativo. Le realzaba las curvas de su cuerpo sin marcárselas. Por el momento nadie se había percatado de su abdomen abultado y quería que las cosas continuaran así.

—Una soda —dijo Krist cuando el camarero alzó la vista.

Tomó el vaso que le ofreció y se giró para echarle un vistazo al salón. Así que aquélla era la «Beautiful People», pensó Krist mientras le daba un sorbo a su bebida. Desde luego estaban fuera de su alcance.

[Terminado] El Secreto Del PrincipeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora