✾ EPILOGO ✾
Cuatro meses más tarde....
Cansado, adolorido pero feliz, Krist apretó contra su pecho a su hija.
—Ya lo ves —dijo Singto con tanto orgullo que parecía que la inmensa habitación del hospital le quedara pequeña. —Una niña. Lo dije desde el principio y yo nunca me equivoco.
Krist miró a P'Mild y a P'New. Los tres pusieron los ojos en blanco.
—Dijiste que sería niño —le recordó Krist a su esposo con expresión radiante de felicidad. —Era yo, él que decía que nuestro bebé podría ser niña.
—No. Lo que pasa es que no te acuerdas —dijo Singto acercándose a la cama para acariciar la mejilla de su hija. —Es preciosa. Igual que tu, Kit.
A pesar de la incomodidad y el dolor que sentía después de la cirugía, Krist no recordaba un momento de su vida más perfecto que aquél.
Después de tantos años sin encontrar un sitio donde encajar había dado por fin con su lugar en el mundo.
¿Quién habría pensado que se trataría de un palacio?.
Era todo gracias a Singto.
Singto había cumplido la promesa que le hizo el día que lo fue a buscar al aeropuerto. No pasaba ni un solo día sin que le declarara su amor al menos una docena de veces. No podía ser más atento ni más cariñoso.
Había momentos en los que le sacaba uno que otro coraje a Krist, ya que seguía siendo un arrogante, necio e infantil, pero Krist estaba empezando a acostumbrarse. No siempre era fácil estar casado con un Príncipe, pero tenía sus recompensas.
—Amor mío, serás honrado entre todas las personas de la Ciudad —aseguró Singto besándolo en la frente y después en los labios.
—Me conformaría con un cojín suave para sentarme y dormir un ratito —aseguró Krist riéndose.
El Rey entró en la habitación.
—Vengo de felicitar a la Doctora por haber traído al mundo a mi primera nieta. Creo que estaba aliviada —comentó el Rey.
Krist imaginaba que la Doctora se habría sentido un poco presionada durante la cirugia.
El Rey se acercó a la cama.
—Mi nieta perfecta —susurró el Rey antes de darle a su hijo una palmada en la espalda. —Una niña, tal y como habíamos dicho, hijo.
Krist se recostó sobre las almohadas riendo.
—Tu padre y tu abuelo son unos mentirosos —le canturreó Krist a su hija. —Sí que lo son.
El Rey y Singto se rieron. El Rey se giró entonces hacia Chimon, su tercer hijo.
—Tu hermana Mild y tu hermano New ya están en espera de su primer hijo. Mild tendra a su bebé en seis meses y New un mes y medio después. Tú todavía no has tomado un esposo. Creo que ha llegado el momento. Arreglaré tu matrimonio —comentó el Rey.
Chimon, que era tan alto, atractivo y arrogante como sus hermanos, se aclaró la garganta. Krist se sorprendió al comprobar que el Príncipe Chimon parecía incómodo.
—No será necesario, padre —respondió.
—Tienes que casarte —aseguró el Rey frunciendo el ceño. —Necesitamos más herederos.
—Sí, lo comprendo —dijo Chimon carraspeando de nuevo. Sin embargo, dadas las circunstancias...
Se hizo un silencio absoluto en la habitación. Incluso la bebé parecía estar escuchando. Chimon se encogió de hombros.
—Hay un chico de la universidad al que he estado viendo desde hace seis años. Su nombre es Pluem, pero lo cierto es que él y yo... estamos casados.
Todos los presentes en la habitación quedaron a la expectativa de la reacción del Rey ante tal revelación. El Rey dio un gran suspiro de alivio.
—Bueno, pues veo que contigo no tendré que usar acciones adicionales para que encuentres a la persona amada, pero si tenemos que hablar para organizar la cena de presentación de tu marido —comento el Monarca jalando a Chimon. —Asi que anda, vamos a organizarlo de una vez. Mild y New ustedes también deben retirarse, dejen descansar a Krist y a mi nieta.
New se levanto del sofá con una sonrisa y se dirigió a abrazar a Krist.
—Felicidades, lo hiciste muy bien, cuida a mi sobrina. Te veo después en Palacio. Te quiero —se despidió New.
Krist asintió. Cuando Mild se acerco a despedirse le dijo al oído:
—Felicidades querido, lo lograste —sonrío Mild. Al ver la cara de confusión de su cuñado, le recordó. —Lograste que el Príncipe se arrodillara ante ti, mi hermano está perdidamente enamorado de ti, siempre lo estuvo.
Krist sonrió, había olvidado aquella conversación con Mild.
—Gracias —dijo Krist.
Cuando Mild se despidio, Singto se coloco al lado de Krist, tomo a su hija en brazos para llevarla a su cunita y que su esposo pudiera descansar.
Al regresar se sento frente a Krist observándolo, a pesar de estar casi recien salido de una cirugía, se veía hermoso. Se acerco a él y empezó a cariciarle la mejilla, Krist se perdió en la caricia y cerro los ojos, Singto fue cerrando la distancia hasta que sus labios se encontraron.
—Te amo, Kit —susurró Singto sobre sus labios.
—Yo también te amo, Singto —respondió Krist, y siguieron besándose.
Mientras tanto, en la puerta de la habitación, una persona observaba feliz, el desenlace de la historia.
Como Rey, no sólo era su deber tomar decisiones para guiar sabiamente a su Ciudad, a veces, también tenía guiar el camino de sus hijos para que encontraran su felicidad. Y estaba orgulloso de haberlo conseguido.
..
..
..
Ahora si es el final!!
Muchas gracias por seguir la historia!!
Hay más historias en mi perfil!
Próximamente se viene una serie...
..
Ahora los invito también a leer Naked London, Una traducción de libro tailandés que tiene personajes basados en Krist y Singto. La historia es muy hermosa y la pueden encontrar en el perfil de @FabsThai
ESTÁS LEYENDO
[Terminado] El Secreto Del Principe
FanfictionCapítulos: 13 + Epílogo. Tipo: Adaptación. Pareja Principal: KristSingto. Pareja Mención: TayNew Disclamer: Está es una adaptación, por lo tanto la tematica y los personajes no me pertenecen, los derechos son para su autora original. Yo sólo lo adap...