Capítulo 2

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La cena transcurrió tranquila, creo que después de la última vez, se ha decidido por no provocarme más, o mínimo no el día de hoy. No voy a negar que me sentí incomoda, pero por ahora prefiero no hacer más problemas con él. Suficientes ya me conseguí. De regreso a casa, mi madre esta callada, perdida en sus pensamientos; era de esperarse, siempre ocurre lo mismo.

Cuando ya estoy en mi habitación, decido ver de quién es el mensaje, es Daniel. Perfecto, siempre si tendré donde desahogarme esta noche.

- ¿Y la ubicación? – le doy a enviar, y me voy a por ropa.

Me decido por una blusa negra de tirantes, unos jeans del mismo color, mis converse y tomo una sudadera, me recojo el cabello en una coleta y me retoco los labios del rojo que traía desde la cena. Tomo mi mochila, mi celular y bajo las escaleras haciendo el menor ruido posible.

La noche está muy fría, y en estos momentos desearía poder usar mi motocicleta, pero haría ruido, y mi madre escucharía, es un riesgo muy grande, por lo que descartó la idea, y comienzo a caminar calle abajo.

Ahora que lo pienso, mi vida nocturna es de gran ayuda para soportar la de mi día. Veo la camioneta de Aleja, por lo que acelero mi paso y llego hasta ella.

- ¿Vamos tarde? - le digo con la esperanza de estar en lo equivocado, y aún más, no esté molesta. Aleja siempre ha sido una amiga indispensable en mi vida, ha estado a mi lado siempre y para mi buena suerte, conoce mis dos mundos.

-No, con suerte llegamos un poco antes de que llegue toda la gente, y alcanzamos a Daniel en la entrada.

En el transcurso, comienzo a prepararme mentalmente, no siempre es fácil que tantas personas te entreguen su dinero con la esperanza de que no los defraudes, aunque si he de ser franca, siempre he tenido a mis fieles seguidores.

Al llegar al lugar de encuentro, alcanzo a vislumbrar a Daniel recargado en su carro, siempre ha tenido una gran obsesión con los coches clásicos. Le digo a Aleja que me deje aquí, y ella busque el lugar de estacionamiento; como ya es costumbre.

- ¿Ya sabemos quién será? - le digo a Daniel, al tiempo que le doy un beso. Es demasiado alto, por lo que me cuesta un poco alcanzarlo.

-Hola Liah, sí, ya tenemos todo listo. Dicen que es un poco tramposa, pero tú sabrás. - me dice un poco angustiado. No sé hasta cuando dejará de preocuparse, ya debería darse cuenta de que nunca termina tan mal.

Me voy a preparar a un rincón, mientras espero que toda la gente llegué, caliento un poco, ya que no me puedo arriesgar a perder, necesitamos el dinero. Aún recuerdo cuando empecé con esto, ya tiene más de un año y aún me emociono tanto como la primera vez que lo hice y gané. Escucho el sonido del timbrazo que dieron, y sé que es momento de acercarme al centro. Veo llegar a la chica, se ve de mi edad, así que bueno, espere el último timbrazo, y comienzo. De inmediato quería tumbarme, cosa que fue bastante predecible, así que comienzo mi ataque.

- ¡Vamos Liah!

Al escuchar el timbrazo, sé que ya es momento de alejarme y cuando giro a verla, quedó en el piso, Daniel comienza a gritar mi nombre, al momento que también se escuchan los alborotos de la gente emocionada aún.

-Eso estuvo fantástico, pero hay que irnos ya-me dijo Aleja, comienzo a avanzar acompañada de ella hacía la salida.

- ¿Traemos el dinero? - le preguntó cuando ya vamos subiendo a su camioneta, quedamos de encontrarnos con Daniel, en el punto de siempre.

-Así es, ¿Qué le haremos esta vez? - me dice, viéndome como si estuviera loca.

Solamente le doy una sonrisa, esta vez tengo una idea alucinante para ese dinero juntado.

Holaaaaa, aquí esta la siguiente parte.

Besitos ;3

Corriendo riesgosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora