Corriendo riesgos

Capítulo 5

Cuando despierto, me tomo mi tiempo para bajar a tomar un café y ver que planes tiene mi madre hoy. Me dice que saldrá de emergencia por su trabajo, y no la espere hoy, entonces me subo a mi habitación y comienzo a alistarme para la preparatoria. Me doy un regaderazo; me pongo a elegir mi atuendo de hoy, decidiéndome por unos jeans negros, y una sudadera del mismo color, con unos converse blancos. Bajo y me subo a mi motocicleta; en la escuela quede de verme con Aleja.

-Hola guapa ¿me extrañaste? -le digo asustándola, ya que llegue por atrás y no me vio, estaba ocupada hablando con una chica.

-Te veo al rato, suerte. -le dice Aleja a aquella chica que en mi vida había visto, supongo es una de sus amigas para pasar el rato. Aun no entiendo porque no se busca una relación con una sola. Pero decido olvidarme de ello, y le doy un repaso a su ropa, trae unos jeans azules ajustados y una camisa blanca, tiene su chongo desarreglado como siempre. Tiene muy buen gusto para vestirse.

- ¿Nueva víctima? O esta será la chica afortunada. -le digo, sonriendo.

-Ay Liah, siempre vienes con lo mismo, mejor vamos a clase, que en la salida no estaré contigo, me iré con ella. -me dice mientras me jala a clases.

Ya estando en el salón, veo que tengo otro mensaje de aquel chico que asegura tener información importante para mí, y como Aleja estará ocupada hoy con su amiguita, pues decido decirle que nos veamos en un parque no muy lejos de la preparatoria, le digo la hora, y sigo poniendo atención a la clase. La verdad me esta ganando la curiosidad de saber que es eso tan importante que tiene para mí, pero ya lo descubriré en cuanto suene el timbre de las clases; hoy terminan temprano ya que una maestra se ausento, así que decido despedirme de Aleja, y me subo a la motocicleta para ir llegando al parque.

Cuando llego al parque, me siento en una banca, aun quedan quince minutos para que llegué, así que me pongo mis audífonos y dejo que suene en aleatorio. Realmente tengo curiosidad por conocer a aquella persona que asegura tener información sobre mí, estoy casi segura de que es un chico, normalmente ellos son más misteriosos.

Veo pasar una chava, guapísima, joder. Seria el pecado de todo ser que la vea, esta hermosa, es alta, le calculo 1.70, tiene uno bronceado perfecto, tiene unos chinos impresionantes, y los labios bastante carnosos, los ojos grises, y joder, si que son cautivadores, no sabría decir que tan bien esta de cuerpo, ya que trae unos jeans negros junto a una playera blanca gigantesca y una gorra negra. La verdad, creo que será mi amor de única vista.

En eso, veo que se sienta a lado mío, y me da un golpe en el brazo, pero ¿Qué le pasa? Me quito los audífonos, y estoy a nada de reclamarle cuando de repente me suelta lo siguiente así que si decidiste a venir. Me quedo paralizada, no puede ser ella ¿o sí? No demostrare que me esta haciendo dudar hasta de mi sexualidad, y decido ser lo más indiferente posible.

-Fueron muchos días mandándome mensajes a todas horas, ahora estoy aquí, dime lo que sea que me tengas que decir, que no tengo el tiempo del mundo. -le digo, mirándola a los ojos, joder, que ojos.

-Vaya chica bonita, que carácter tan fuerte tienes eh, pero no me pareció ver ese carácter mientras me comiste con los ojos, pero bueno, tienes razón, no tenemos el tiempo del mundo, ya si quieres hacer otras cosas, claro que lo tengo. -me dice, con una sonrisa burlona en aquellos labios tan carnosos. Pero como se dio cuenta de que la observe, tan obvia soy, no puede ser.

-Ya suéltalo por favor, es clarísimo que yo no tendría algo contigo, jamás. ¿me dirás de qué se trata lo que tanto te urgía?

-Para empezar, me encanta como peleas, aunque dudo que pudieras vencerme a mí, a veces me gusta ir a verte pelear y me entretengo, en segundo lugar, me parece que quieres acabar con tu padre, y yo tengo lo necesario para eso