43 - El lado bueno del problema

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Luke's pov

Sé que tal vez estoy siendo apresurado pero ¡Maldición! Jamás permitiría que el avaro de mi padre mande al imbécil de Paul Castle a desalojar así a mi chica. Joder, eso si que no.

Le doy una mirada rápida a Jade, siendo esta la primera vez que noto cuan perdida es su mirada mientras su cabeza está recostada sobre la ventana de su asiento justo a mi lado.

Se ve triste.

Aprieto el votante tratando de imaginar todo lo que tuvo que pasar sola en estos dos días en los cuales me ausenté por estar metido en mi música junto a los chicos. Estaba demasiado emocionado pues ya habíamos grabado la primera canción y hoy por la mañana pensaba cantársela a Jade para que la escuchara. No obstante, las cosas ahora eran complicadas. 

Sabía que Jade venía de una familia acomodada. Tenía gustos caros y se notaba lo consentida que podía llegar a ser. Aunque no era presumida, sabía cuan bella era y usaba sus encantos para obtener lo que quería. Mierda, si así lo hizo conmigo, desde la primera vez inclusive. Y no me arrepentía en lo absoluto. 

Pero henos aquí. Ella ahora envuelta en problemas familiares que no termino de comprender del todo pero el que mi padre esté involucrado en un supuesto lavado de dinero no era algo nuevo.

Antes de dejar mi vida en Australia, durante medio año fui el aprendiz de mi hermano David, quien era el segundo al mando después de Freddickson, mi padre. Y sí, yo era o soy de esas personas que aprendía demasiado rápido aunque no le interesara el tema en realidad. Era inevitable, leer o escuchar sin que se volviera con rapidez una nueva habilidad como si hubiera pasado años en ello. En parte era frustrante porque mientras para algunas cosas me beneficiaba, a la par solía ganarme problemas con los demás. Nunca fui muy social por ello, la gente creía que me esforzaba demasiado en ser perfeccionista y llegaban a odiarme por ello.  Mis amistades eran contadas con los dedos de mi mano y tampoco me interesó sobresalir pero aún así lo hacía. Aunque el último año de escuela me cansé de ser el maldito hijo perfecto, faltando a clases y dedicándome de lleno a la música;  logré graduarme con honores y varias aceptaciones a universidades de prestigio que ni si quiera postulé pero que por mi historial académico, tuve ingreso directo. Jack solía decir que era una especie de genio que se auto saboteaba. Quizás tenía razón. 

Así cuando fui obligado por mi padre a seguir sus pasos bajo la vigilancia de David, terminé por hartarme. Duré solo seis meses y como dije, al ser consciente de cuan fraudulentos eran ciertos negocios de Freddickson, me fue imposible no irme de boca. Hubieron muchos problemas en ese entonces y el abogado de mi abuelo decidió intervenir para apaciguar las cosas. Yo había visto tantas irregularidades que obviamente quise denunciar pero que no lo hice por la tranquilidad de mi madre. Sabía que ella saldría más perjudicaba por la enorme preocupación y angustia de la disputa entre Fredrickson y yo. Porque si las investigaciones empezaban, mi padre perdería su puesto y acciones, David igual, Jack probablemente perdería la media beca y su parte de la empresa, y mi madre terminaría por enfermarse por pensar en todo aquello. 

Pero yo estaba harto. Harto de siempre callar y agachar la cabeza aún cuando sabía que las cosas no eran correctas por lo que decidí largarme con todo lo que me pertenecía cuando mi abuelo falleció. Sé que le dolió a Freddickson todo lo que hice en ese entonces. Cuando con la ayuda de Trevor, el hijo del abogado de mi abuelo y socio de la empresa, logré que Fredrickson evitara quitarme la parte que me pertenecía acotando que era sólo un chiquillo y que él como mi padre tenía el derecho sobre mis acciones en la empresa. Lo que no se esperaba era que la cláusula de mi abuelo era clara. Nadie más que yo podía reclamar la herencia, si mi padre intentaba adueñarse de esta o algo me llegaba a pasar, automáticamente pasarían a la venta en la bolsa de valores. Y aunque Fredrickson tenía mucho dinero, era algo que no se arriesgaría a pasar.

Siempre hay una primera vez para todoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora