Tyrion II

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Shae había estado bastante tranquila, en la noche incluso habían estado colmandose de caricias y haciendo el amor en repetidas ocasiones. Cuando la mañana llegó Tyrion se levantó antes y pudo ver con detenimiento a su amante, dormía con tranquilidad y su cabello negro y chino era un bonito desastre, se sintió tan feliz de tenerla junto a él.
Tyrion le pesaba tener que casarse con otra mujer que no fuera ella, pero era su obligación, recordó lo que le había dicho su padre.
—Tu prometida es un gran partido— mencionó Tywin mientras se servia un poco de vino —Es más de lo que mereces— dijo con su voz amarga y tomó un gran sorbo de su copa
—Lo es, es... Bonita— dijo Tyrion nervioso, tratando de ocultar el poco interés amoroso que le tiene a su futura esposa
—Es rica, hija de un rey y heredera de algunos castillos y aldeas— explicó Tywin dejando del lado el aspecto físico de la princesa —Les hemos prometido ponerle un heredero de Casterly Rock a la princesa y así lo harás— ordenó Tywin
—¿Qué haré si ella no quiere?— preguntó Tyrion
—La forzaras— condenó Tywin.

Alguien tocó a los aposentos de Tyrion haciendo que Shae se despertará
—¿Quién toca?— preguntó Tyrion viendo cómo Shae se paraba rápidamente y se empezaba a vestir
—Mi señor, lamento despertarlo a esta hora pero su alteza, la princesa, me ha mandado a llamar por usted— la voz del otro lado era una femenina y con un acento zemliense marcadisimo
—Dígale a su alteza que voy enseguida— dijo Tyrion un poco molesto porque ya no podría tener más tiempo para estar con su amada Shae.

Margosha estaba en su balcón, contemplando todo desde ahí, su trenza llena de flores se movía hermosamente con el viento y traia un vestido delgado color dorado con grandes brazaletes de oro en cada brazo.
—Mi señor— sonrió con felicidad al escuchar llegar a Tyrion quien se sintió culpable de no sentir lo mismo que ella.
—Su alteza— dijo Tyrion mientras le daba una referencia
—Perdone por llamarlo tan desde temprano— se disculpo Margosha mientras lo veía directamente a los ojos, un hábito muy usal y poderoso en ella, no había nada peor o mejor que una persona que podía ver el alma de las personas a través de su mirar y no se inmutaba, todo lo contrario, sonreía
—Pero es que le tengo una sorpresa— explicó Margosha emocionada y Tyrion abrió los ojos
—¿Una sorpresa?— preguntó con una sonrisa retorcida
—Así es, espero que se pueda tomar unas horas— consultó Margosha
–Pará usted nunca estoy muy ocupado— comentó Tyrion y Margosha sonrió.
—Acompañeme— dijo Margosha con una voz dulce.

Durante el camino a dónde sea que lo llevara la preciosa princesa pudo encontrarse a lo lejos los ojos de Gregor Clegane, la montaña, recordó que Bronn le contó que notaba que Ser Gregor siempre buscaba a la princesa y la miraba desde lejos con ojos embobados que nunca había visto en él.
—Pensé que era el día libre de la montaña— recordó como le contó Bronn —No sabía que tenía que cuidar a tu prometida— comentó el mercenario a su jefe
—Hasta donde yo se no tiene que... — dijo el Lannister menor desconcertado
—Curioso— comentó Bronn con una mirada divertida —Acabó de pasar por donde está tu futura esposa y a lo lejos vi a la montaña viéndola—¿Que hacía ahí?— preguntó Tyriron desconcertado
—Solo la veía— respondió Bronn —Creo que tu prometida tiene muchos admiradores—

Ya habían incluso dejado la ciudad y estaban por el campo, el verde del pasto y el azul del cielo daban una inmensa tranquilidad. A lo lejos pudo ver un mantel en el suelo y sobre el tres canastas y dos botellas.
—Lo he traído aquí para despejarse de la ciudad conmigo— dijo la princesa mientras sonreía.
De la primera canasta Margosha sacó copas y platos de plata y dos diferentes postres
—Esta es una tarta de pera y miel— dijo Margosha mientras levantaba el postre para luego dejarlo en el mantel —Y a este le llamamos pastel Zheny— dijo y levantó el otro de color amarillo y lo dejó nuevamente sobre el mantel.
—También traje tarrina al estilo campesino de Zemli— Margosha explicaba todo con una sonrisa en sus labios, ella había estado planeado esto por una semana y estaba fuertemente emocionada. Durante todo el tiempo que pasaba con Tyrion se sentía feliz, no la hacía sentir mal por ser mujer y le contaba cosas interesantes, como si estuviera hablando con un igual. Así que estaba empezando a buscarlo a cada instante, pero el a ella no y era algo que le entristeció demasiado. Pensaba que tal vez si lo buscaba con demasiada frecuencia Tyrion empezaría a extrañarla cuando no estuviera a su al rededor y la buscaría igualmente.
—Es magnífico todo lo que hizo por mí— mencionó Tyrion —Pero... ¿Por qué?— preguntó
—Solo... Me gusta pasar tiempo con usted— confesó Margosha con timidez obvia que creo un destello de ternura en la mente de Tyrion.
Comieron y bebieron divertidamente contándose anécdotas
—Cuando era niño tenía una increíble fascinación por los dragones— explicó Tyrion —Leía un montón de historias sobre ellos— dijo mientras acomodaba un mechón que rebeldemente había caído en la suave cara de su prometida
—Incluso le rogué a mi tío por uno para mi día del nombre. "No tiene que ser uno grande, puede ser pequeño, como yo"— Contó Tyrion y recibió una sonrisa adorable de la princesa de tierras blancas —Luego mi padre me contó que el último dragon había muerto hace años— la mirada de decepción se veía un poco en los ojos de Tyrion y Margosha puso su cabeza sobre el hombro del Lannister.
—Jueguemos algo— propuso Tyrion cambiando la tensión en el ambiente
—¿A qué?— preguntó Margosha. Tyrion sirvió más vino en la copa de Margosha
—Yo digo algo de tu pasado, si adivino tu bebés si no es así, yo bebo— explicó Tyrion y Margosha asintió emocionada con su tierna sonrisa de ninfa. Durante un instante Tyrion vio a Margosha tratando de analizarla
—Nunca has estado en una guerra, de hecho jamás has estado en una pelea— declaró Tyrion con seguridad y Margosha sólo se rio
—Se equivoca mi señor, beba— dijo Margosha mientras acercaba la copa de Tyrion que estaba sorprendido
—¿Has estado en batalla? — preguntó Tyriron admirado
—En muchas—explicó Margosha desviando su mirada hacia otro lado —Supongo que es mi turno— consultó la joven y el enano asintió. Margosha se quedó pensando un rato hasta que se le ocurrió algo
—Jamás has recibido un buen regalo del día del nombre por parte de tu familia— exclamó la princesa y el lordo sonrió y bebió de su copa
—Mi turno— aviso Tyrion —Ya habías sido comprometida con alguien más antes de mi, aunque por alguna razón el matrimonio no pudo concretarse— mencionó Tyrion. Margosha abrió la boca y sonrió de oreja a oreja sorprendida, era cierto, había sido comprometida con el hijo mayor de Anlow Drobolovsky, Cale Drobolovsky. Pero tras el intento de revolución en Liels el matrimonio se pospuso puesto que Margosha tuvo que asistir a las batallas, ya que un Lavrov esta "Siempre enfrente de la batalla".
—¿Cómo lo supiste?— cuestionó la doncella con mejillas sonrojadas y completamente anonadada
—Intuición, querida niña— respondió Tyrion con confianza y Margosha solo se rio.
El sol se había puesto y ambos ya estaban un poco ebrios, regresaron a la fortaleza roja bailando y cantando por la ciudad.
Tyrion acompañó a Margosha hasta su cuarto
—Ha sido un día muy placentero, Margosha— dijo Tyrion con una sonrisa en sus labios, Maroghsa sintió que su corazón se aceleraba al escuchar su nombre ser pronunciado por su prometido
—Fue realmente divertido poder pasar el día con usted— respondió Margosha y se acercó hasta el Lannister, plantandole un dulce y breve beso en sus labios
—Lo veré después, mi señor— sonrió Margosha y entró a su habitación.
Tyrion no pudo dejar de sonreír hasta que llegó a su cuarto y encontró a Shae de brazos cruzados.

183 Noches // Tyrion Lannister X Oc Donde viven las historias. Descúbrelo ahora