-Margo, despierta- dijo Leonid mientras movía a su hermana
-¿Qué es lo que pasa?- la voz somnolienta de la joven le resultó bastante divertida a su hermano mayor. Cuando Margosha pudo enfocar su visión noto a sus tres músicos favoritos detrás del pelirrojo -¿Qué hacen todos a estas horas en mi cuarto?- preguntó Margosha confundida
-Ha estado muy triste y queríamos darte una noche de juerga- indico Idor
-Pasaremos a una taberna y crearemos revuelta entre estos ponientis para que nunca olviden como divertirse al estilo zemliense- continuó Leonid con una sonrisa engreída -Puedes traer a tu prometido con nosotros- comentó Leonid.
La princesa le dedico una sonrisa falsa y débil a su hermano para esconder su dolor.
-Preferiría no molestarlo. Pero conozco a alguien que nos puede enseñar la ciudad- mencionó Margosha.Margosha se desánimo al tercer intento de despertar a Ser Gregor. Por más fuerte que tocara la puerta nada parecía despertar a la montaña. Fue hasta que escucho un rugido que una sonrisa divertida cruzó por la cara de la joven.
-¿Quién mierda toca a esta hora?- el enojo de Clegane era obvio. Los tres músicos quedaron asombrados por el tamaño del hombre que se paraba frente a ellos. Era incluso más alto que Leonid o que el rey Ilias y tenía la misma musculatura que este último.
-Espero que no sea mal momento, Ser- menciono con evidente sarcasmo
-¿Qué deseas de mi a esta hora, mujer?- la voz recia de Gregor enojo a Fygor
-¡Cómo se atreve, Ser!- contestó el de cabello rizado e inmediatamente se arrepintió al ver la mirada de odio de la montaña, ante esto Fygor sólo se encogió en sus hombros.
-No importa, Fygor. Quiero que nos acompañe a beber y festejar, amigo mío- sonrió Margosha -La casa Lavrov invita- Eso fue todo lo que se necesito para convencer a Ser Gregor Clegane.Margosha había escondido su cabello tapandolo, no quería que nadie supiera que era la princesa Zemli y el cabello rosa no era la cosa más común del mundo. Leonid consiguió ropas humildes para ambos. Sintió un poco de miedo al pensar en que el tamaño de Ser Gregor podría hacerlos notar pero sonrió al darse cuenta que la gente estaría más distraída en la montaña que cabalga que en los mismos príncipes de tierras blancas.
De camino a la taberna Yakov iba contando sobre las anécdotas que tuvo con su difunta esposa Kelda y su hija Inge. Aunque Idor y Fygor ya conocían todas sus historias nunca le dijeron que parara, pues sabían cuál importante era el recuerdo de su familia para Yakov.
Kelda era cocinera en Liels, en el castillo de los Bolshoy, una casa vasalla en los Palovsky. Cuando empezó la rebelión de los seguidores del trueno tomaron el castillo donde Kelda trabajaba. Violaron a todas las mujeres dentro, tanto las doncellas como la servidumbre. Kelda murió tratando de proteger a su pequeña hija, Inge murió desgarrada a causa de ser ultrajada.
Cuando Yakov se entero de la noticia estaba en la capital. Lloro toda la semana y no volvió a cantar durante meses. Fue hasta que los Lavrov extinguieron la rebelión que Yakov canto una alabanza en el nombre de la princesa que habia vengado a las mujeres del castillo Bolshoy, Margosha.Finalmente llegaron a una taberna a las afueras de la ciudad. La gente cantaba y bailaban ya borrachos y el olor a vómito se movía por todo el lugar al igual que los alcohólicos tratando de pararse del suelo.
Gregor solo vio un lugar amplio en la esquina de la taberna y se sentó haciendo que todos le siguieran.
-Muy bien, Ser ¿Qué haremos primero? ¿Nos contará una historia sobre sus asañas?- preguntó Idor emocionado mientras afinaba su balalaika
-Primero que nada ustedes tres cerrarán su maldita boca si quieren seguir vivos- exigió con rudeza Clegane a lo que los tres músicos sólo se asustaron -Su maldito acento es muy marcado y cualquiera podría notar que no son de aquí- explicó sin mucha paciencia la montaña.
-Pero, Ser... ¿Cómo cantaremos y divertirmos a esta pobre gente?- preguntó Fygor cómo si no escucharlos fuera la peor maldición de todos los reinos
-Nadie va a... - Empezó Gregor
-Cantemos sobre nuestra rosa de Zoloto, la princesa- sugirió Fygor interrumpiendo sin consideración al gigante
-Mejor cantemos sobre la victoria de Leonid en "los campos del Led"- dijo Yakov encantado
-Mejor sobre "la bruja Evanora"- comento Idor con una sonrisa. Los otros dos músicos estuvieron de acuerdo y se pararon inmediatamente.
Gregor estuvo apuntó de estallar pero volteo a ver a Margosha quien sonreía feliz al ver a sus amigos cantando por todo el lugar.
-La bruja Evanora- se burló Leonid mientras pasaba el tarro de cerveza por su boca -¿Todavía te apasiona esa historia como a ellos?-preguntó Leonid
-Cuando uno era niño era divertido escuchar sobre la maldición. Uno crece y se da cuenta de los triste que es todo ese amor no correspondido y mostrado como una enfermedad- Mencionó Margosha viendo su tarro como si le mostrará un gran secreto, aunque era sólo eso, un tarro.
-¿Qué te pasa Margo?- preguntó Leonid con preocupación -Estas demasiado triste para tu "yo" habitual- Leonid estaba angustiado por su hermana. No le gustaba verla así de desdichada y abatida. La última vez que estuvo así sintió que fue su culpa.
-No es nada, hermano- intento tranquilizar Margosha.
Gregor solo se molestaba en ver a la pequeña princesa y beber en silencio. Todos ahí ya lo habían notado y reconocido y nadie se acercaba mucho a ellos por miedo a él.
Leonid respiro profundamente y se paro de la mesa a bailar junto los otros tres músicos, pensaba que si le daba a Margosha su espacio podría hacer que hable tarde o temprano.
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183 Noches // Tyrion Lannister X Oc
Roman d'amour𝕷𝖆 𝖕𝖗𝖎𝖓𝖈𝖊𝖘𝖆 𝕸𝖆𝖗𝖌𝖔𝖘𝖍𝖆 𝕷𝖆𝖛𝖗𝖔𝖛 𝖉𝖊 𝖅𝖊𝖒𝖑𝖎 𝖊𝖘 𝖈𝖔𝖒𝖕𝖗𝖔𝖒𝖊𝖙𝖎𝖉𝖆 𝖈𝖔𝖓 𝕿𝖞𝖗𝖎𝖔𝖓 𝕷𝖆𝖓𝖓𝖎𝖘𝖙𝖊𝖗. 𝟏𝟖𝟑 𝕹𝖔𝖈𝖍𝖊𝖘 // 𝕿𝖞𝖗𝖎𝖔𝖓 𝕷𝖆𝖓𝖓𝖎𝖘𝖙𝖊𝖗 𝖃 𝕺𝖈