El circo del sol

Styr

La tormenta fue caótica pero habíamos logrado llegar a flote a la orilla y salvar la mayoría de las cosas de valor, el paradero era desconocido hasta escuchar el acento tan característico de unos pescadores que ayudaron a remolcar a la Serpiente Marina a la orilla.
Al final habíamos logrado llegar a Inglaterra, nos encontrábamos en el muelle, la mayoría de los integrantes del circo, agotados, exhaustos, empapados y hambrientos, el sol salía y con él una niebla espesa que invadió a todo la costa.

El muelle era de madera pero estaba gravemente desgastado por los fuertes oleajes, el tiempo lo había ido destruyendo, solo quedaba en pie dos pequeñas salientes donde los pescadores amarraban sus botes, el maestre se quedo pagando sus servicios a los marineros y a los pescadores por su ayuda “Es un hombre justo pero poderoso” el resto de nosotros recorrimos la playa hasta encontrar otro embarcadero, la mano de obra se había quedado con el maestre “después de todo son sus esclavos” Richard, Mag, osha, los payasos, los acróbatas y el resto seguimos caminando en busca de un lugar para descansar y comer.

Éramos un grupo de veinte, tal vez treinta, caminamos en silencio durante horas.

—¿Nadie quiere hablar sobre la tormenta, Valk, el suicidio de Walder y el asesinato de su hermano?—las palabras de Richard eran de alguien preocupado, después de haber sobrevivido una tormenta así, lo ultimo que hay que pensar seria en el pasado pero…era una incógnita que aún estaba en el aire.

—No hay mucho que decir gorrión , solo camina y cállate— Arthur lucia más molesto de lo habitual, ciertamente el viaje en barco le había sentado mal, había adelgazado, paso de ser un viejo barrigón deforme a un joven con musculatura, hasta lucia más alto, la barba le había crecido y tapaba mayor parte de su rostro pero aún lograba apreciar las cicatrices de la nariz y del ojo izquierdo, una cicatriz que atravesaba gran parte del rostro, desde el ojo izquierdo hasta el labio, cortando a su paso un pedazo de la nariz, dicha cicatriz también era un misterio ¿Quién lo había atacado? Y ¿por qué?

—¿Por qué tan serio payaso? El mar te comió el buen humor o te saco un ojo?— las palabras de Mag rápidamente calentaron el ambiente, todos detuvimos la marcha, hubo un intercambio de miradas y la tensión se palpaba.

Mag durante el viaje también había perdido peso e iba a ser una pelea más pareja, esperábamos en suspenso segundos que se volvieron eternos hasta que Arthur se dio media vuelta se abalanzo con velocidad de izquierda a derecha con ferocidad, un tajo y luego el siguiente, Mag solo podía retroceder y desviar algunos cortes.

—¡Asi que llevas un cuchillo escondido basura!—
—En serio no creíste que me iba a enfrentar contra ti sin ninguna ventaja, eres más alto y fuerte y todos conocemos tu pasado por las madrigueras, te volviste un hombre de libros pero en el fondo sabes que es una mentira que te dices día a día para convencerte que eres mejor que el resto, sigues siendo basura rechazada como todos nosotros—

Las madrigueras es un lugar donde iban la mayoría de los esclavos, algunos terminaban siendo mano de obra barata pero los más fuertes terminaban en las madrigueras y luchaban a muerte para sobrevivir, el victorioso lo compraban, Mag fue comprando por el maestre por su inmensa fuerza, se decía por el circo que en su época era capaz de aplasta los cráneos de sus contrincantes, solo es un rumor pero no se ponía en duda de un hombre que es capaz cargar tres veces su peso sin ningún esfuerzo, nunca seria una pelea pareja pero ciertamente eso fue hace muchos años, el tiempo había pasado factura y Mag dejo su acto de lado y se convirtió en el Doc.

Algunos no les interesaba la pelea y simplemente siguieron de largo, Osha había estado muy inquieta al haberse separado tanto de sus mascotas, zarparon dos barcos, La Serpiente Marina con la tripulación y La perla llevaba los animales y parte de la bodega. uno de los temores de Osha era si la tormenta también hubiera sufrido nuestra suerte.