ShikaJin - Perdón

15- No te aferres

Este no es el capítulo final, solo la primera parte ya que originalmente iba a ser muy largo.
Gracias a todos por seguir aquí, y gracias a los nuevos por leerse el libro en menos de una semana.

¿Creen que este capítulo llegue a los 100 votos antes de que publique el cap final mañana en la tarde?

Perdón por tardar tanto, y sin más que decir, disfruten.

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Lentamente sus dedos desenredaron su oscuro cabello, acomodando en su lugar cada par de mechones rebeldes que se negaban a alisarse, para así, alzarlo en una coleta alta reflejando en el espejo su característico peinado de los Nara.

Soltando un largo y pesado suspiro, Shikadai volvió a lavar su rostro por cuarta vez, tratando de despejarse para despertar del todo. Secando su rostro con una toalla blanca, se miró al espejo una vez más, preguntándose si ese realmente podría ser el día en que se armase de valor para hacer un primer movimiento.

Alzando un poco su suéter y con él su playera negra, en el costado de su cintura, una cicatriz de cuatro centímetros yacía en ella, un permanente recordatorio de lo que había hecho, pensó él.

—Que fastidio... —suspiró nuevamente tras salir del baño.

Ya habían pasado dos semanas de lo sucedido con los Noche Blanca, dos semanas que se había dispuesto a olvidar todo lo que tenía que ver con ellos, dos semanas que había terminado su primer y único noviazgo.

Las heridas habían cerrado, todas las físicas habían sanado dejando una pequeña cicatriz, pero las emocionales, las que cargaba en el pecho definitivamente seguían frescas, más en Inojin que en él, porque estaba consciente de que lo que estaba pasando no se comparaba a lo que sentía ese rubio.

Esas dos semanas había sido el mayor manojo de emociones que alguna vez había tenido, y aún no terminaría, definitivamente esa tensión seguiría latente por lo menos dos meses más, y era ser optimista.

Semanas de tensión, en las que al volver a sus misiones, todos los días había un cambio en Inojin. Nadie lo notaría, pero Shikadai estaba tan acostumbrado a tratar con él, que el más mínimo gesto que Inojin hacía, el Nara sabía cómo interpretarlo.

Unos días estaba extremadamente distante, no le dirigía la mirada en lo absoluto y lo ignoraba descaradamente. Shikadai estaba bien con eso, sabía que no debía molestarlo y hablarle frente a otros lo enojaría aún más.

Otros días, hallaba a Inojin mirándole, sin ninguna expresión en especial, solo le veía seriamente, como si pensara y mirarle le ayudara a ordenar sus ideas, creyó Shikadai.