Después de aquel día, el abuelo me enseñó muchas formas de fingir que era ciego, estuvo meses ahí, teniéndome paciencia y mostrándome sus tácticas para poder ser como él, y yo cada día más estaba fascinado de pasar tiempo a su lado.
Mamá y papá se asombraron de sentirnos cada vez más juntos, pero jamás lo cuestionaron.
Nunca me hice la pregunta de cómo es que lo había hecho, qué método había utilizado para que yo dejara de ser ciego, simplemente era feliz con lo que me rodeaba.
Hasta aquel día, cuando el abuelo Marck dejó de respirar y en mi profunda tristeza recordando todos los momentos con él, se me vino a la mente aquel momento en especial donde el abuelo me hizo el niño más feliz.
Y ahí fue donde me pregunté, "¿cómo lo hizo?". Intenté buscar miles de formas pero ninguna tenía sentido.
Dejé de intentar y de buscar, y me concentré en cómo seguir viviendo en un mundo donde solo tenía que fingir.
Cada día que iba creciendo más, me daba cuenta de todo lo que me rodeaba, debo admitir que gracias al abuelo Marck me hice más inteligente y más observador.
A lo largo de la vida, mi única duda en el mundo era el por qué hacernos ciegos, estaba claro que no nacías así, así te hacían.
Pero, ¿quién? Y... ¿por qué?
Desde que pude ver hasta hoy, a mis veinte años he visto solamente a dos personas caminando por ahí sin ninguna dificultad, y llegué a la conclusión de que ellos también fingen, ¿cuantas personas allá afuera habrá como yo?•
El mundo era tranquilo, no había ningún ruido alguno allá afuera que te hiciera salir de tu zona de confort. Caminabas tranquilo en cualquier parte por qué sabias que no había ningún peligro, había medidas de seguridad para todo, las personas desarrollaban cada vez más su sentido del tacto y auditivo.
Se podría decir que es un mundo moderno.Justo esa mañana, al salir a caminar pude escuchar en aquellas pantallas gigantes el noticiero del día.
—Habrá un cambio más para la humanidad—Decía aquel hombre moreno por la pantalla. — A partir de hoy a medio día, cualquier persona entre los 18 y 25 serán trasladados a una escuela donde podrán desarrollar mejor sus capacidades auditivas. No habrá excepciones. —mencionó mientras las comisuras de sus labios se elevaban lentamente—Luchemos por seguir mejorando nuestro mundo.
¿Mejorar el mundo? ¿Habla enserio? Todas las personas eran esclavas de esta vida a los que nos habían acostumbrado a la fuerza a sobrevivir, ¿y todavía quieren hacerlo peor? ¿Con qué fin?
Enojado, me dirigí a mi casa de nuevo, se me olvidó por completo el hecho de fingir y llegué rápidamente a mi hogar.
Estando ahí, liberando mi furia escuché el momento exacto cuando tocaron la puerta. Mamá fue rápidamente para abrir, no hice ningún ruido para que no notasen que estaba ahí y escuché atentamente a lo que le decían a mamá.
—¿Tiene usted alguna persona mayor de 18 años y menor de 25?.—dijo un hombre con un traje blanco y su cabello dorado.
—Sí.—contestó mamá lo bastante asustada.—¿pasa algo?
—No, señora. Pero si no escuchó el noticiero esta mañana, habrá un nuevo cambio en toda la sociedad, las personas en ese rango de edad serán transferidas en una escuela para mejorar todas las necesidades que ellos requieran.—Aquel hombre hablaba como si fuese muy amable, pero en el fondo sabía que no lo era.
—Pero...—mi madre comenzaba a ponerse muy triste, yo siempre estaba para ella, se rehusaba a dejarme. ¿Ahora quien la cuidaría?.—No pueden...—comenzó a sollozar.—¿Cuanto tiempo? Me quedaré sola...
—No se quedará sola, le traeremos a alguien para que la cuide. —la tomó del hombro en acción de "tranquila".
—¿Cuanto tiempo? —volvió a repetir.
—No sabemos, pero volverá.
Yo solamente rogaba por que mamá no los dejará entrar, pero entraron como si de su misma casa sé tratarse. Subieron las escaleras sin ninguna dificultad y abrieron mi puerta sin siquiera preguntar. Me incorporé en la cama, tranquilo y usando mis tácticas para fingir.
—¿Mamá? ¿Pasa algo? —dije haciéndome pasar por asustado.
—Somos personas de la CC, vendrás con nosotros.
—¿CC? —dije muy confundido, en realidad no sabía qué significaba.
—Ciudadanos ciegos.
Reí. Que estúpido sonaba eso.
Me miraron con el ceño fruncido. Su voz mostraba superioridad, no aceptaban un "no" por respuesta.
Oh espera, ¿no eran ciegos?
Tomaron mi brazo y me sacaron a la fuerza de ahí, cuando pasé al lado de mi madre pude escuchar como lloraba desconsoladamente.
—¡Mamá! ¡Estaré bien! ¡Volveré pronto! —grité. Me jalaban del brazo como si estuviesen obligando a un preso a caminar.
Durante el trayecto, pude ver que no era el único en aquella camioneta, efectivamente todos tenían un rango de edad entre 18 y 25 años. Todos estaban realmente asustados, y yo me mantenía sereno, mi cabeza estaba dirigida a la ventana, pero claramente tenía que fingir que no veía.
Aquella camioneta se puso en marcha, duramos aproximadamente media hora de camino. Hasta que por fin se detuvo delante de un edificio enorme color blanco, nadie nos dijo nada, nadie nos comentó para que nos llevaban a aquel lugar.
Se abrió la puerta de golpe y un hombre bastante grande dijo entre gritos:
—Se acomodarán por filas. Cada fila es la edad, de izquierda a derecha.
Las personas bajaron rápidamente y obedecieron.
De pronto, una chica con la cabeza agachada levantó su mano, creo que no recordó que las personas que nos traían aquí se supone qué también eran "ciegos", e incluso siento que ellos tampoco lo recordaron, por qué su cabeza se dirigió rápidamente hacia ella, cosa que cualquier ciego haría después de tiempo.
—¿Disculpe?
—¿Sí?
—¿Para que nos traen aquí? —dijo un poco nerviosa.
—Las preguntas se responderán una vez que estén dentro.
La chica se hizo pequeña y asintió.
Ignorando aquel momento extraño, me puse a pensar que me sentía parte de un experimento, una pequeña rata de laboratorio.
Nadie entendía que pasaba, y yo estaba dispuesto a descubrirlo.Pude sentir que aquel hombre me miraba fijamente, analizando mis movimientos, y fue cuando noté que no había estado disimulando desde que vi aquella chica, mis nervios se alteraron. No hice nada más que quedarme quieto y moverme de un lado a otro tratando de disimular y no parecer nervioso.
Pero creo que fallé.
Cuando aquel hombre se alejó, y mediante susurros en la oreja de su compañero, me señalaron.
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Mundo ciego. #1
Short Story¿Qué pensarías si supieras que existe un mundo donde todos son ciegos? Nadie tiene la capacidad de ver, pero tienen el sentido del tacto más desarrollado que la gente a la cual ustedes conocen cómo "normal". Para ellos, su vida es así. A excepción d...