Después del suceso extraño de aquella noche, decidí tratar de parecer lo más normal posible, tenía que evitar que Olesia notara que yo tampoco era ciego.
Sentía sus miradas constantes, ella no disimulaba ni un poco. Todo seguía normal con nuestros compañeros, ellos no tenían ningún secreto que contar.Estar ahí era como un internado, trataban de hacer una nueva ciudad, cada quien tenía un rol y un trabajo, al parecer el fin de todo esto era "educarnos" para no cometer el mismo error otra vez, odiaban a los humanos que no cuidaban el espacio donde vivíamos, tenían una especie de "obsesión" por cuidar la pequeña parte de planeta que nos quedaba para vivir.
Para mi mala suerte, a Olesia y a mi nos tocó trabajar en el mismo sitio, y sus miradas no disminuían para nada.
Mientras plantaba semillas que nos tenían en unos estantes, sentí a Olesia acercarse a mi.
—¿Byron? —dijo en un susurro.
—¿Si? —mencioné sin voltear mi rostro.
—Deja de fingir.
Lo sabía.
—¿De qué hablas y quien eres? —me mantuve quieto haciendo lo que mejor sabía hacer, fingir.
—Sé que puedes verme, soy Olesia.— su voz estaba muy cerca de mi oído para que nadie más lo escuchara. —Yo también te veo.
—¿Que quieres? —dije en tono molesto. —Aléjate.
—¿Podemos hablar?
—No, aléjate.
No quería hablar con ella, no estaba preparado para decirle mi secreto de años a una completa desconocida.
Giré mi cuerpo y tocando la pared para guiarme me alejé de ahí. Escuché una pequeña risa a lo lejos, supe que era ella, en ese instante escuché sus pasos apresurados y poniéndose a mi lado tomó mi mano y caminamos juntos.
—¿Que quieres, Olesia? Deja de molestar.
—Tranquilo, quiero que hablemos. —su tono de voz sonaba seductor.
—¿Si acepto hablar contigo dejarás de molestar?
—Sí.
—Acepto entonces.
Sin soltar mi mano pero ahora fingiendo los dos, caminamos a tientas a la habitación. Cuando llegamos nos sentamos en su cama, no había nadie ya que era el turno de trabajo.
—¿Y bien? —mis manos sudaban, el nerviosismo era evidente.
—Sé que puedes verme, no finjas más.
—¿Por que dices eso? ¿Tú si puedes verme?
No tenía pensado desistir aún, quería estar seguro de a qué quería llegar.
—Sí. —mencionó sin ningún miedo.
—¿Qué? ¿Como es que...?
Fui interrumpido por su voz de nuevo.
—Shss...pueden oírnos. —su mano tocó mi mejilla. — eres jodidamente guapo. —rió.
Mis mejillas se tornaron color rojo y ardían, su intento de seducción era realmente bueno.
—Bien. —dije rindiéndome.—Tú ganas. Tampoco soy ciego, ¿qué harás ahora?
—Esto. —acto seguido tomó mi cara entre sus manos y me besó. Besaba realmente bien, pero en el momento en que nos faltó el aire nos separamos y continuó hablando.— Bien, realmente no iba a hacer eso...
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Mundo ciego. #1
Short Story¿Qué pensarías si supieras que existe un mundo donde todos son ciegos? Nadie tiene la capacidad de ver, pero tienen el sentido del tacto más desarrollado que la gente a la cual ustedes conocen cómo "normal". Para ellos, su vida es así. A excepción d...