E 8

87 15 34
                                    

Después de que Olesia me engañara por milésima vez y de que mi mundo se volviera oscuro otra vez, Dereck llegó a mi rescate.
Pero sólo rescató mi cuerpo y mi alma, aquellos sentimientos se habían perdido por completo, no había sentido nada y ni siquiera me había enterado, no dolía...el verdadero dolor y terror llegó en aquel momento donde quise abrir mis ojos de nuevo, y ya no pude.
Ni siquiera los tenía, no podía hacer absolutamente nada, mi alma se desgarró por dentro, el regalo que más había amado en mi vida por parte del abuelo me lo habían arrebatado de la manera más cruel y terrible que pudiesen imaginar, solo quiero pensar que en algún momento en el futuro servirán para algo, que harán algo bueno con ellos, y que los quieran así como yo los quise.
Sí, aunque suene estúpido, era lo más que más quería en mi vida.

Dereck lloraba en silencio mientras me llevaba a nuestra habitación, y yo ahora no fingía, ahora tenía que usar mis capacidades verdaderamente.

¿Qué fin tenía hacernos sufrir de esta manera?

Dereck fue mi pilar para no caer, Dereck fue un gran amigo.

Mientras nos adentrábamos a la habitación, pude escuchar gritos ahogados y comentarios de lástima, pero realmente no sabía qué sentir en esos momentos, no era nada fácil estar acostumbrado a algo y que luego te lo hayan quitado tan fácilmente.

Dereck me recostó en su cama, no quería que me acercara a Olesia.
Le tenía un odio como  si el daño se lo hubiese hecho a él, ¿habrá ocurrido algo entre ellos dos en el pasado?
No lo sé, no pensaría en eso ahora.

Después de unos minutos en completo silencio, hablé en voz alta.

—Quiero hablar con Olesia—.Comenté decidido a lo que estaría por hacer.—A solas—aclaré.

—¿Estás seguro?—Dijo Donovan a mi lado.

—Sí.—contesté— ¿Está aquí?

—A...aquí estoy. —Dijo con aquella voz pausada y suave, parecía como si de verdad estuviese arrepentida.

—Comenzaré a hablar hasta que haya sentido que todos se fueron, y que me lo confirmes.—Trataba de no mostrar sentimientos, de parecer frío y enojado.

Sentí como Olesia volteó a todas las direcciones posibles y después dijo:

—Ya se fueron.

En realidad no sabía que le diría a Olesia, estaba muy enojado con ella, me había hecho mucho daño.

—Solamente quiero dejar claro que eres un ser horrible.—aludí—Por un momento creí que eras buena, que tú físico no era lo único bueno que había en ti...—reí—Que equivocado estaba, que estúpido fui.

Me incorporé lentamente hasta sentir a Olesia más cerca de mi, había comenzado a sacar todo lo que llevaba dentro y no iba a parar, ya no me importaba ni ella, ni lo que le podría afectar.

—Estás podrida por dentro, Olesia.—Lo dije tan cerca de su cara, su respiración acelerada chocaba con mi cara y sentí como estaba a nada de llorar, pero no me importó en absoluto.—Espero...que jamás puedas volver a dormir en tu miserable vida, ¿me oyes? Que cada que decidas cerrar tus bellos ojos te encuentres con mi rostro, justo como me estás viendo ahora—me señalé, a pesar de que no podía verme, sabía que mi aspecto no era el mejor de todos.— Qué te arrepientas en vida por el daño que me hiciste, por qué...

Mi coraje estaba disminuyendo, Olesia ya estaba hecha un mar de lagrimas, pero ya no había vuelta atrás.

—Por qué si te llegue a querer, Olesia. —solté en un suspiro— Comenzaba a quererte, quería salir de este horrible lugar contigo, me imaginé un mundo haya afuera contigo...pero no eres nada más y nada menos que una mierda de persona y ojalá te pudras con todos aquellos idiotas a los que ayudaste. ¿Me oyes?

Hubo silencio, Olesia solo lloraba muy bajito que solo ella y yo la escuchábamos.

—¡MALDITA SEA, CONTÉSTAME OLESIA! No tendré compasión de ti, quiero que te arrepientas.

—Sí...te escuché...—dijo en un hilo de voz.

—Bien. Solo espero que el daño que me hiciste y el que estás por hacerle a todos los de esta habitación, tengan un fin bueno, que tengas una buena puta razón para hacerlo.

—Quisiera explicártelo, Byron pero...

—No me expliques nada.—la interrumpí.—No quiero saber nada más de ti. Vete. —Señalé con mi mano donde creía que estaba la puerta para que se largara de una vez por todas.
Se levantó poco a poco de la cama, y cuando creía que ya caminaba en dirección a la puerta, sus labios me dieron un beso escaso en la mejilla, y me susurró un pequeño "perdón".
Se alejó, sus pasos se escuchaban lentos y decididos.

—Olesia—dije una vez más, tirando las palabras al aire para que llegaran a sus oídos.

—¿Sí? —dijo con un toque de esperanza.

—No te metas con Dereck y su hermano.

No dijo nada pero mi comentario pareció decepcionarla.

—Olesia, una última cosa antes de que te vayas.

—Dime. —esta vez su voz se notaba cansada y escuché cómo estaba por abrir la puerta para irse.

—Púdrete.

Y se marchó.

Mis compañeros de habitación y yo estábamos a punto de ir a dormir, todos se habían enterado de lo que había hecho Olesia, y estaba justamente como se lo merecía, sola en su cama llorando por lo sucedido.

Dereck, Donovan, Laila y Kira estuvieron muy al pendiente de mi, se comportaban como los amigos que nunca tuve y que siempre quise. Esta noche dormiría en el suelo a lado de la cama de los gemelos, por mi cabeza pasaban miles de cosas y pensamientos negativos, se me venia a la mente mi madre...cuánto la extrañaba, ella sabría cómo consolarme, dándome mimos en la cabeza y contándome historias de mi padre y el abuelo, la quería abrazar y decidirle cuanto la amaba.

—Byron y Olesia. —Gritaron, aquella voz resonó en toda la habitación—Pueden salir, por favor.

Y la puerta se cerró en seco.

Después de lo sucedido lo único que quería era descansar, mínimo eso.
Me paré a tientas y Dereck se encontraba profundamente dormido, no quise molestarlo así que salí de la habitación haciendo el menos ruido posible, no sabía si Olesia había escuchado por qué no sentí sus pasos en la habitación.
En cuanto salí de ahí un hombre me tomó de los hombros y me dijo:

—Puedes irte, eres libre.

—¿Irme? ¿A dónde? —dije confundido.

—A tu casa, o a dónde se te venga en gana, pero aquí no.—Me dió un empujón y paré en seco.

—¡Espere! —grité—¿Qué harán con Olesia?

—Ah...ella tiene una deuda pendiente con nosotros, no te preocupes por ella.

—¿Estará bien?

—No te aseguro nada.

Y se fue sin decir más, y me quede ahí...con miles de dudas en el corazón.

- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
N.A: ¡Holaaa! He vuelto, haré lo posible por tenerles actualización rápido, solamente que ando en proyectos finales y a veces se me va el tiempo.
Como pueden leer en la descripción de esta historia, es una historia corta, así que está por terminar:(
Pero...les tengo una segunda parte.🤩

Sin mas que decir, ¡Gracias por leerme! ❤️

Pd: síganme en insta @999trozos_historia, ahí publico sobre 999 trozos y mundo ciego, besos.

Mundo ciego. #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora