Capítulo Veintitrés

32 2 1
                                    

Capítulo Veintitrés

Inhala, exhala, inhala, exhala…
Mi cerebro es una piedra, nada importante en un lugar que abundan. Estoy en una situación donde no responde a ningún estímulo lo tengo ahí para adornar el cráneo. Muy bonito, bello, precioso y hermoso. ¡¡Bien cerebro!!
~Isabella -susurra una de las vocecitas odiosas de mi cabeza ~¡¡ISABELLA REACCIONA!! ~grita fuerte y ese es el estímulo que mi cerebro necesitaba para reaccionar a esta horrible y vergonzosa situación. Cubro los ojos inocentes de Liam.

- Perdón por interrumpir -salgo despavorida y cierro la puerta para evitar que otras personas vean la escena de la chica plástica con la camisa abierta encima del escritorio de Luca -Ay diosito -susurro bajito, camino rápido hasta las escaleras y las bajo corriendo, pero con cuidado de no caerme.

Cuando finalmente llego al primer piso, me acerco a Patricia.

-¿Puedes llamar a un taxi por favor?  -digo desde que estoy cerca de ella.

-¿Estás bien? -dice con el teléfono en las manos, mientras habla saco el teléfono de Luca y se lo doy.

-Podrías entregarle esto al señor Peralta, no estaba en su oficina, seguro debe estar muy ocupado -digo con ironía, asiente.

-Tu taxi llegará en unos minutos -dice Patricia que mira detrás de mí con el ceño fruncido, hago lo mismo y veo a Luca bajando las escaleras a toda prisa, camino rápidamente hasta la puerta y veo una persona bajando de un taxi, lo empujo y subo, veo a Luca salir corriendo en mi dirección.

-¡Isabella! -grita fuerte, pero lo ignoro y le digo al taxista que avance. No tengo idea de dónde ir, miro a Liam en mis brazos está asustado a punto de llorar.

-Ya bebé, no llores mamá está aquí contigo -susurro y lo acuno hasta que su carita de susto cambia por una sonrisa radiante.

El taxista me deja en Central Park, me siento en una banca con Liam y juntos miramos el paisaje, las personas corriendo con sus animales y los niños jugando. Es mi momento para asimilar eso que ví, ¡¡Ay Dios!!.
No sé qué pensar, no tengo mi teléfono conmigo, no quiero ver a Luca, no quiero nada, solo quiero estar lejos.
Liam se remueve en mis brazos y lo acomodo en mis piernas poniendo su bolso a mi lado.

Mi cerebro reproduce una y otra vez la escena que ví, pero no pudo evitar eso es como un trance, ¡¡Estúpido cerebro!!.

-Papá es un idiota -miro a Liam y este ríe -Al parecer tengo la razón -me encojo de hombros.

Tres hora y media después con los pensamientos en orden, decido irme a casa, entendí que no debí de salir de esa manera del concesionario, no debo de sentirme molesta porque Luca solo es mi mejor amigo y tiene derecho a rehacer su vida con quién le apetezca, aunque me gustaría ser esa persona.

Busco un taxi y vuelvo a casa, al llegar veo el carro de Luca fuera de la casa, entro dándome una terapia de que no debo llorar frente a Luca porque me delataría.

Respiro una vez más y abro la puerta. Ahí está caminando de un lado al otro sin el saco del traje, con el pelo revuelto. Se ve tan sexy ¡¡Voy a tener un orgasmo visual!! ¡¡Isabella concéntrate!!.

Su mirada se encuentra con la mía y camina hasta mí, lo hace él porque estoy estática en la puerta con Liam en brazos dormido.

-Dios Isabella, ¿Dónde estabas? - dice preocupado tomando mi rostro con sus grandes manos, me hipnotiza con sus ojos azules.

-Por ahí -digo atontada.

-Estaba preocupado por ti -sus palabras causan una profunda tristeza en mi cómo puede besarme y luego estar con la chica plástica prácticamente desnuda frente a él.

No respondo a eso, me suelto de su agarre y camino hasta las escaleras, las subo rápido me detengo en la habitación de Liam y lo acomodo en su cuna. Cuento hasta ocho mil (estoy exagerando) para evitar no llorar y no me ayuda mucho que digamos, cuando salgo de la habitación unos minutos después lo encuentro parado frente a mi habitación.

-Isabella -dice y es la palabra mágica para empezar a llorar como Victoria Ruffo en la mayoría de sus telenovelas, Luca me atrae hacia él y me consuela -Ya Isa no llores por favor, sabes que odio verte llorar -eso hace que llore más fuerte. Me guía hasta mi habitación y se sienta en la cama conmigo en su regazo acariciando mi espalda y luego mi cabello así lo hace hasta que pasan unos minutos según mi reloj mental, cuando estoy totalmente calmada Luca levanta mi rostro, seca mis lágrimas y besa cada uno de mis ojos eso activa otra vez mi llanto está vez con hipidos y todo -¡¡Dios Isabella!! Ya no llores por favor, sabes que esto me mata.

Me acaricia la espalda y el cabello mientras lloro en su cuello. Debo lucir patética. Pero afortunadamente paro
de llorar unos minutos después.

-¿Te pasó algo Isa? -niego -¿Entonces por qué estás así? -no digo nada -Si es por lo que viste en mi oficina tiene una explicación.

-Luca… -me pone un dedo en los labios.

-Tiene una explicación Isabella, no es lo que imaginas -intento levantarme de su regazo y me lo impide -Escúchame Isabella, no es lo que piensas, ¿Me dejas explicarte?

-Sí Luca -digo con voz llorosa -Dejo que te expliques.

-Lo que pasó tiene una razón y esa es que… -le pongo una mano en la boca.

-No tienes que hacer esto, eres un adulto que puede hacer lo que le apetezca -pone los ojos en blanco y quita mi mano de su boca.

-Quiero hacerlo -asiento -Lo que pasa es que Marjorie tiene interés por mi desde que estaba con Olivia al ella no estar ya cree que tiene oportunidad...

-Y por eso estaba sentada en tu escritorio con la camisa abierta -asiente -Ok, pues ya no me apetece escuchar más de tu vida sexual, así que sal ahora mismo de mi habitación -digo en tono cortante levantándome de su regazo.

-Isa… -pongo mala cara.

-Dije que te vayas de mi habitación ahora -asiente y sale, camino hasta la puerta y cierro con seguro.

Me siento en la cama a meditar lo idiota que he sido por llorar frente a él solo porque estoy celosa, me acurruco en la cama hasta quedar profundamente dormida.


Cometen y voten 💋

¿Les gusta el libro?

Irremplazable Donde viven las historias. Descúbrelo ahora