xiv. when the truth hunts

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capítulo catorce: cuando la verdad persigue

capítulo catorce: cuando la verdad persigue

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Tal como la tradición lo dictaba, el ritual de unificación solo podía ser llevado por un chamán de la manada en la cual se practicaría, siendo Mary Dumas, según el mismo Jackson, la portadora de ese título dentro de la manada Crescent. 

Por lo que había investigado gracias al diario de Ansel, el ritual unificaría el corazón, alma y mente de las personas que se unirían. Pero no fue si no hasta que Hayley solicitó la presencia de Alexandra, que ella se dirigió hasta la cabaña de la señora Dumas en orden de conocer la insistencia del posible riesgo que estaba afrontando aquella futura unión.

Entre los árboles se introdujo la joven Alfa para que luego de pasado unos minutos se hallara con una cabaña al final una pequeña colina. No era muy diferente a la cabaña en donde una vez fue el lugar de residencia de la manada Crescent. Una vez detallado, decidió acercarse lo suficiente a la cabaña como para adentrarse al porche, sin embargo, el lugar parecía desolado lo cual hizo que su ceño se frunciera.

Alexandra Labonair —pronunció con suavidad. La nombrada se dio la vuelta sobre su eje encontrándose a una señora de cabellos blancos, no mucho más alta que ella, en su rostro se podía ver arrugas junto con marcas que la edad le proporcionaba, junto a ella pudo ver una cesta en la cual llevaba una ramo de una flor color violeta —. Finalmente tengo el gusto de conocerte. —agregó con una sonrisa. Después de unos segundos se aproximó hasta el porche donde Alexandra aún permanecía en silencio, no sabía que decir o como actuar. Por alguna razón los nervios la invadieron.

—Presumo que usted es Mary Dumas, la abuela de Jackson —recordó lo dicho por su gemela durante su llamada más temprano esa mañana. La señora asintió con suavidad ante la afirmación —. Lamento llegar de esta manera, pero busco a Hayley. Me a dicho que estaba aquí.

—Oh, querida. Puedes tutearme —aseguró con tranquilidad para cuando se hizo paso dentro de la cabaña, la lobo la siguió con la mirada —. Y sí, estaban aquí pero se han ido hasta el lago. Pero puedes esperar adentro, si lo deseas —explicó. Alexandra le regaló una sonrisa amplia antes de adentrarse a la cabaña. Una vez adentro pudo detallarla, estaba todo muy bien ordenado, los colores eran cálidos. Un sentimiento hogareño fue lo que la arropó —. Jack me habló de ti, pero eres mucho más linda de lo que me contó.

La mujer lobo sintió como las mejillas se le teñirían pronto de rojo por lo que soltó un poco de aire por la nariz en motivo de una suave risa, la señora le repartió un poco de la tranquilidad que por naturalidad claramente la describía. Mary se encontraba en uno de los mostradores de madera que formaban la parte de la cocina de la cabaña para cuando desenvolvió las flores que había traído consigo.

—Jackson me a hablado sobre usted —la señora le dio una mirada a Alexandra a lo que esta se percató de que no la estaba tuteando tal como le pidió —. Perdón, de ti—corrigió —. Es lindo finalmente ponerle cara al nombre. —agregó. La señora le respondió con una sonrisa, concordaba con ese sentimiento.

² 𝐖𝐈𝐂𝐊𝐄𝐃 𝐁𝐋𝐎𝐎𝐃 | Klaus Mikaelson ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora