FAORUZ

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El día pasó normal, fuimos a comer un caldo que preparo mi madre con lo que compre y al final solo quise descansar, subí al cuarto y me acosté sobre un colchón normal, sin chiste ni sin sábanas.
El cuarto era un lugar vacío solo había dos camas dónde estaba yo y Jacob, no era la primera vez que compartía un cuarto, solía compartirlo con mi hermano.

Mis párpados se hacían cada vez más pesados conformé voy viendo el techo, finalmente los cerré.

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Me encontraba en un cuarto cerrado, empeze caminando alrededor pero no encontré lógica a todo lo que ocurría, de pronto al voltear en un instante apareció delante de mi el tigre blanco.

- Mierda!! Me asustaste

Perdón por hacerte esperar, ahora siéntate

En el centro del cuarto aparecieron dos sillones al sentarme me percaté de lo cómodos que estaban.

Ahora que estás más tranquilo puedes preguntarme otra cosa que quieras saber de Mi?

- Cuál es tu nombre

no puedo decírtelo, pero puedes llamarme Ian.

-ian?

Si, no es un nombré tan común pero es lo menos que importa.

- porque tú especie nos ataca? Ellos dicen que nos quieren salvar pero porque hacen esto?

Porque ustedes se resisten, no quieren terminar como ellos sabíamos que no los íbamos a convencer así que decidimos hacerlo a la fuerza.

- Pero de que nos quieren salvar?

Eso no te lo puedo contar tampoco, si te lo diría todo cambiaría.

- la verdad es que no quería seguir vivió, ya perdí a varias personas, a mi hermano, a Daniel, incluso creo que perdí mi hogar, ya no creo volver a un lugar donde esté a salvo.

Tienes razón, pero:

- No! Sabes que?! Estoy arto, voy a salir de aquí y llegaré hasta ese refugio todo será normal y podré por fin descansa de este maldito viaje!!

Como quieras, por eso te voy a ayudar a llegar allí.

- que?

Cómo te negaste a hacerme caso la primera vez, ahora te ayudaré a seguir adelante solo tienes que confiar en mi.

- como podría confiar en una bestia como tú?

Me puedes ver cómo un amigo imaginario, o como una voz en tu cabeza, yo te seguiré hasta que llegues allí, al final te dejare en paz. Trato hecho?
Ian extendió su mano insinuando que diera también la mano, en un principio empeze a dudar, realmente me quería ayudar? O solo es otro truco? Al final acepte, ya he perdido mucho así que no estaría mal tener otra compañía.
Nos dimos las pases y al alzar le mirada el se abanlazo sobre mi pero por alguna extraña razón no sentí ninguna fuerza que me hiciera caer, mi cuerpo empezó a tornar a un color blancusco sentí como me volvía a desmayar pero ya no importa, a último momento me dije que no todo era un sueño, me sentía suave, mi mente solo quería descansar de nuevo, mi cuerpo cubierto de el mismo pelaje del tigre me hacía sentir cómodo pero sabía que no estaba bien, en lo absoluto.

Ahora te acompañare a donde vayas